Capítulo 9

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LOVE SONG

Gracias a la ayuda de los empleados de Sango, más los tres fuertes jóvenes, en poco tiempo, terminaron de instalarse en el escenario. Lo único que faltaba, era colocar los micrófonos y hacer una rápida prueba de sonido.

Bankotsu, que era el que tendría las extensiones más cerca, se acomodó en su batería para verificar que ninguna le fuera a estorbar a él o sus compañeros, pero mientras lo hacía, no pudo evitar voltear y ver a Sara.

Soltó un suspiro. No cabía duda. Sara, era la mujer más hermosa que conocía. Y no había podido ocultarlo, pues desde haberla visto salir de ese auto, su cuerpo, se había paralizado por completo. Si, lo admitía, tal vez, había exagerado un poco ese escote e incluso, lo corto de su vestido, pero eso no significaba que no luciera como toda una reina. Desde sus botas con tacón de punta, hasta su bien alaciado y peinado cabello. Desde cómo la tela rosaba su piel, hasta el intenso labial morado que hacían lucir deliciosamente tentadores a sus labios. Si, definitivamente, lo había dejado sin palabras, al punto que ni siquiera pudo decirle su opinión, cuando ella misma les preguntó cómo lucía.

El joven, cerró los ojos, pasó saliva, y llevando una mano a su cabello, trató de mantenerse tranquilo. Recordar lo imbécil que había sonado, solo le causaba revivir la vergüenza. Habría querido responderle, expresar sin reprimirse, decirle la verdad, decirle que no podía verse más perfecta, pero no lo había hecho, ¿Por qué? Como ya lo había dicho, por imbécil.

Aunque lo cierto es que, no solo se sentía mal por haber tartamudeado, sino también porque él mismo lo reconocía. Era un hipócrita.

Desde haber conocido a Sara, su corazón había quedado cautivado por ella, pero desafortunadamente, la llegada de Inuyasha y su hermano, había cambiado todo en su relación con la chica, pues no fue lento al percatarse que entre Sara y Sesshomaru, rápidamente hubo una atracción mutua. En ese momento, lo consideró apropiado, el tipo era su amigo, y Sara nunca lo había tratado como lo hacía con Sesshomaru a pesar de que ellos ya tenían tiempo de conocerse, por lo que, aceptar su derrota y darles espacio, fue lo mejor que pudo hacer.

Sin embargo, en cuanto apareció Rin y vio en ella y en Sesshomaru, una conexión más allá que atracción física, no pudo evitar sentirse feliz. Porque si, dentro de él, en su egoísmo, se sentía aliviado. Le ilusionaba saber, que en poco tiempo, Sesshomaru y Rin tendrían una relación y así, por fin, Sara sería libre. Libre para él.

El moreno, soltó aire. Lo admitía, era una basura al pensar así, ¿Pero qué hacer? Estaba enamorado de ella.

Entonces, sus azules ojos volvieron a enfocarse en la chica, observó uno de los tatuajes que lucía en sus piernas, y sin evitarlo, sonrió. Pues recordó aquel momento en que, fue él, quien la acompaño a realizárselo.

Flashback:

- ¿Un atrapa sueños? - cuestionó, levantando las cejas.

- Así es... - respondió con entusiasmo. Su amigo, la observó incrédulo. - ¡Es una buena idea! Deja que te explique cómo lo quiero... Será grande, se verá como si estuviera saliendo de una mandala y habrá muchas rosas alrededor. - Bankotsu pasó saliva.

- Ah, ¿No crees que estará muy cargado? Además, ya tienes rosas en la otra pierna.

- Me gustan las rosas... - el moreno suspiró, y tras un momento de considerarlo, agregó:

- Me gusta la idea de la mandala, pero el atrapa sueños... preferiría que lo eliminaras. - Sara frunció el ceño.

- ¿Por qué? Quiero algo que refleje espiritualidad y equilibrio...

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