Capitulo 4 "Una proposición no deseada"

415 32 4
                                    

Ni Morfeo ni Edén hablaron de lo ocurrido cuando regresaron a la sala del trono: Edén estaba demasiado avergonzada de lo ocurrido y dolida, Morfeo no deseaba crearle incomodidad a la mujer por lo ocurrido

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Ni Morfeo ni Edén hablaron de lo ocurrido cuando regresaron a la sala del trono: Edén estaba demasiado avergonzada de lo ocurrido y dolida, Morfeo no deseaba crearle incomodidad a la mujer por lo ocurrido. 
Sueño sabía que por lo descubierto el problema era mucho mas serio y oscuro de lo que parecía al punto de que Lucifer en persona estaba de camino a su reino para hablar personalmente, claramente por como le había afectado a Edén lo ocurrido.
La entrada de Lucifer al reino fue inesperada para muchos, los habitantes solo vieron una criatura celestial volar envuelta en un aura oscura y tenebrosa que provocó a muchos esconderse como si de un depredador cazando se tratará. Ignorando al dragón, Lucifer entró abruptamente al castillo llegando al salón del trono en pocos minutos. A pesar de su paso apresurado mantuvo su compostura en aquel hermoso traje de blanco que hacía su figura mucho mas esbelta, poderosa y divina. Camino hasta Morfeo quien estaba en las escaleras y Edén que estaba bajo esta. Ignorando a Morfeo, Lucifer se acerco a Edén y lo primero que notó fue la angustia, las manos aun temblorosas y con muy sutiles grietas que la muchacha desesperadamente buscaba esconder, a este punto su corona se volvió muy pequeña para no molestar. Con pesar Lucifer la abrazo, Edén correspondió el abrazo escondiendo su rostro en el pecho de su hermano. Lucifer pronunció algo en un lenguaje arcano que Morfeo pudo descifrar fácilmente, decía "Mi pequeña estrellita, ya esta, estoy aquí, mi hermanita" como un pequeño mantra hasta que se separaron.

-No debí de haberte dejado venir...¿Estas bien? .-Pregunto Lucifer tomando discretamente sus manos para con sus poderes hacer desaparecer las grietas de las manos.

-Si...-Carraspeo la garganta.- Pero...el problema es muy serio.

-No es asunto del Infierno.-Dijo de forma directa y hasta algo ruda pero su mirada iba dirigida hacía Morfeo como sus palabras.

-Pero si es mi asunto.-Hablo Edén atrayendo la mirada de su hermana.- Por mi culpa a pasado esto y no puedo permitir que algo así pueda ocurrir...Es mi responsabilidad.

-No lo es, ya no lo es, no puedes responsabilizarte por lo que hagan esos estúpidos.-Respondió seriamente Lucifer.- Además...-Miró a Morfeo con una suave sonrisa.- Estoy seguro de que el rey de la Ensoñación es muy capaz de defender su reino ante tales ataques.

El Eterno la miró seriamente desde su posición, estaba subestimando descaradamente su poder sobre sus dominios con una altanería desagradable. Iba a responder pero Edén fue más rápida.

-El rey no puede detectarlas hasta que ya han hecho mucho daño, pero...yo si las noto.-Dijo Edén mirando a su hermano tratando de hacerle entrar en razón. Sabía que su hermano ahora mismo no iba aceptar ayudar a Morfeo, mucho menos dejarla a ella asumir la responsabilidad de algo que no tenía la culpa realmente aunque ella creyera que si.- Si esa criatura a entrado es por que la Ensoñación es accesible para todos, cada habitante sea de donde sea entra aquí por que todos soñamos, hasta tu.-Dijo mirando a su hermano a los ojos, quien ante tal acusación arrugo ligeramente el ceño.- Cualquier animal o criatura puede entrar, mas si es un ser divino o parte de él puede entrar sin tener que soñar...Y aunque no es mi culpa...siento que si lo es, conociendo a nuestros...A ellos.-Corrigió.- No van a pedir disculpas...

ROTA [NUEVA EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora