Amor en la cancha

Yo no seré futbolista 1/3

Para Carolina, qué pasó por mi vida siendo un huracán y se fue sin hacer ruido.

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-¿Podés dejar de gritar? Tengo que terminar de leer esto para pasado mañana.

Lionel agitó frente a la cara de su novio Los seis libros de la república con una mano, mientras que con la otra acomodaba mejor los lentes de pasta negra que habían bajado un poco sobre el puente de su nariz.

-Está jugando tu selección, pulga. Por eso me emociono -Respondió Ochoa dejando sobre la mesa de centro la lata de cerveza a medio tomar de la que había estado bebiendo.

Pudo notar en la mejilla izquierda de su novio la marca típica de la almohada cuando has estado durmiendo un rato, así como sus ojos adormilados que conocía tan bien a base de despertar a su lado desde hace un año, cuando habían decidido aprovechar que los dos eran foráneos para irse a vivir juntos a un departamentito de tres por tres.

Leo no respondió, solo fue a sentarse junto a su novio en el sillón aún con su libro entre las manos.

-¿Quién quieres que gane?

-Países Bajos- Respondió Messi solo por llevar la contra a su novio.

-Pero si eres argentino, che.

-No me imites el acento, a vos no te sale.

-Típico de RI querer que ganen los europeos.

-Típico de antropólogo querer que gane el Abya Yala.

Memo se acercó a dejarle un beso en la mejilla a su novio, Messi sonrió y le regresó el beso.

-¿Te imaginas que fuéramos futbolistas? -Preguntó el Memo.

-Ni en mil años, en ningún universo voy a jugar futbol.

-Pues yo digo que en alguna vida jugaste, te pareces un chingo a Andrés Cuccittini. Y yo me parezco al portero de la selección mexicana, a Francisco Magaña.

Messi bajó el libro de nuevo y miró atento el televisor, en busca del futbolista que su novio había mencionado.

-¿Quién es Cuccittini?

-El 10

-No me parezco, tiene cara de pendejo.

Memo siguió viendo el partido mientras su novio leía, y de vez en cuando, cuando el mexicano no lo veía, bajaba un poco el libro para enterarse de lo que sucedía en el terreno de juego.

-Si fuéramos futbolistas yo sería mejor que tú- Dijo Memo cuando terminó el partido declarando el pase de Argentina a semifinales.

-Yo no jugaría futbol, pero si lo hiciera, ten por seguro que sería el mejor del mundo.