La ciudad pasa por su ventana tan rápido que no es capaz de identificar su destino ni el camino que recorre, pero no importa, porque de todas maneras en su cabeza no hay espacio para pensar en el paisaje, en la bonita puesta de sol y los tonos rojizos y amarillos que le daban la bienvenida a la Luna. Tras ese semblante serio y apacible, un millón de preguntas se acumulan impidiéndole concentrarse.
– Joven amo, ¿le gustaría que pusiera algo de música?
–Estoy bien, gracias.
–Si no le molesta, me gustaría refutar. No ha dejado de sacudir su rodilla desde que partimos de la residencia, es una clara señal de que no está bien como dice.
Sabe que es inutil tratar de contradecir a su chofer, así que suspira con pesadez dejando atrás su reflejo en la ventana. Si su padre estuviera con él, lo más probable es que ya habría recibido una reprimenda por ser tan "débil y sensible", pero su ausencia en ese auto le da la libertad de suspirar y titubear a su gusto, solo mostrar fragilidad por unos minutos.
–Creo que voy a vomitar, he olvidado todo lo que tengo que hacer y no estoy seguro de siquiera poder pronunciar una palabra cuando lo tenga frente a mi. Es más, ni siquiera sé si podré actuar con normalidad una vez lo conozca. Voy a hacer el ridículo y dejaré a la familia en vergüenza –Soobin comenzó a divagar meciendo con más ahínco su pie, sabía que a medida que el auto avanzaba, estaba más cerca de su destino, aquel que tanto había anhelado y aún más cerca de conocer al omega con el cual había sido comprometido.
—Ciertamente es un día muy especial por lo que se siente ansioso. Pero no debe de dejar que todo su esfuerzo de años caiga por la borda, confío en que lo hará de maravilla. El joven Jungkook también está animando desde casa.
Si se supone que eso debía calmar sus nervios, falló terriblemente. Ser consciente que no solo tendría a su padre vigilando su ceremonia, sino también a su hermano esperando lo mejor de él desde su casa mientras cuidaba a su omega y su cachorro, sumaba un peso sobre sus hombros.
Por ello, tenía que asumir su responsabilidad de una vez por todas, una vez que bajara del auto el Soobin inexperto y tímido se ocultaría para dejar salir su verdadero instinto alfa. Dudar y temer no era de alfas, tenía que darle seguridad a su omega o de lo contrario este nunca lo iba a valorar como su alfa. Así que una vez el auto atravesó las enormes rejas de la preciosa instalación que era Omegaville, Soobin desechó sus temores y no permitió que la inseguridad resbalara por sus poros. Su control del ambiente debía ser magnífico, después de todo, su omega estaría esperando por alguien que sepa guiar y proteger a su familia para toda su vida.
Su chofer abrió la puerta para él y le alcanzó un par de guantes impecables que no demoró en calzar. Una vez fuera del vehículo y con el aroma a rosas inundando sus fosas nasales, comenzó su caminata, segura e imponente. En la entrada del salón de ceremonias se extendía una pequeña fila de alfas, que como él, estaban emocionados por entrar al lugar.
Los rumores corrían por Alphaville más rápido que la ventisca, alumnos que siendo hermanos menores de alfas ya graduados esparcen los secretos de la ceremonia de emparejamiento, lo glamuroso que era cada omega, la delicadeza de sus rasgos envueltos en final telas y joyas, su aroma suave y embriagante que tentaba a tomarlos a todos y unas cuantas cosas subidas de tono que a Soobin le avergonzaba escuchar, creyó erróneamente que en algún momento escucharía algo sobre la ceremonia en sí, el protocolo, la estructura y si era lo suficientemente grande para dar espacio privado a cada pareja. Porque a él sí le importaba aquello.
No era partidario de las muestras de afecto públicas, en un círculo íntimo era mucho más agradable, pero entendía que debía marcar territorio ya que era el instinto primario de la casta alfa y algo que a la casta omega le gustaba para sentirse protegida. Así que estaba dispuesto a cumplir con todo lo aprendido para esa fecha tan especial con tal de complacer a su omega.
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Bad Sad And Mad (soojun/YEONBIN)
Science FictionLa presentación del segundo género en la adolescencia era más que un cambio físico y hormonal, era un gran paso para decidir su futuro y aporte en la sociedad. Como omega lo que tenía para ofrecer a su país era tan importante y esencial que requería...