VI

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Se fue de ese cuarto con un buen sabor de boca "Serás un gran médico" esas palabras hicieron rebolotear todo su cuerpo, se sintió feliz, muy feliz, nadie en ningún punto de su vida le había dicho eso, todo el  mundo parecia creer que se rendiría y terminaría estudiando como contador, pero ahora Yuuji le decía que si podría.

No sabía que con tan miserables "palabras" lo harían tan feliz, lo llenarán tanto, ahora el quería devolvé el gesto con creses.

Pensó en la promesa, realmente quisiera ver a Yuuji caminar con él, reír fuertemente, hablar con él, jugar todos los deportes. De forma extraña sentía que ya había planeado su vida con el y de otra forma sentía que ya había vivido con el, esto lo encendió, quizás, el sea una persona pasajera para Yuuji pero Yuuji para el era alguien especial.

Estaba en su habitación, en su cama, solo y tranquilo. Pensó en Yuuji, de nuevo, pensó en su cabello, de un color rosa palo extraordinario como quien lo portaba, las pecas de Yuuji esas constelaciones talladas perfectamente en su piel, sus ojos, eran como la dulce y deliciosa miel o como el tan codiciado oro, eran especialmente ordinarios y eso le encantaba y por último sus labios. Inconscientemente tocó los suyos añorando besarlo.

Se levantó de un movimiento rápido, se paro y empezó a dar vueltas por toda la habitación. Acababa de imaginarse a él en una vida con Yuuji mientras se besaban ¿Ya había enloquecido finalmente? Claro que el Itadori le parecía atractivo pero, pensar en eso y no sentirse tan culpable.

Ahora pensó en la cara sonrojada de Yuuji y el se sonrojo más, se avergonzo, pensar de esa forma de una persona tan pura ¿Que clase de mierda era?

Su teléfono sonó, miró el contacto y era Suguru. Contestó.

--¿Si? -- Habló primero.

--Satoru, ya casi no hablamos -- Suguru le reprochó.

--Nos vemos todos los días en el hospital --Respondió.

--Si, pero no es lo mismo --

No entendía a que punto quería llegar.

--No te entiendo Suguru ¿Pará qué me hablaste? -- Le confesó.

--Eres mi amigo ¿No te puedo hablar? --

Era un gran punto, hace mucho que no se llamaban por teléfono, el solo pensaba en Yuuji todo el día y Suguru era lo bastante olvidadizo o no le importa a tanto, de cualquier forma tenían tiempo sin hablar así.

--En fin -- Retomo la conversación --Vamos a comer -- Invito.

Lo tomo por sorpresa, pero tenían mucho de no verse y ya empezaba a sentir que se estaban dejando de lado mutuamente aparte eran las dos de la tarde, así que una comida con su mejor amigo no haría daño.

--Claro ¿Por qué no? --

--Bien, pensé que me rechazarías, en veinte minutos en el restaurante de siempre -- Después de eso Suguru colgó.

El restaurante estaba a diez minutos a pie, por lo cual tenía tiempo de ponerse algo más cómodo.

Ya habían pasado quince minutos, esta vez no llegaría tan tarde, ya empezaba a sentir hambre.

Salió de su departamento y camino hasta el restaurante. Era un restaurante, no muy famoso y no muy grande pero de igual forma agradable, al que siempre iban para todo. De pronto divisó el gigantesco cartel de comida rápida, más específicamente hamburguesas.

Antes de llegar se detuvo en una tienda donde vendían dulces, comprando una paleta.

Reviso su celular eran 2:30 «Buen tiempo» pensó.

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