Cuando todos estuvieron acostados, de madrugada, Alberto y Verónica se encontraron en la recepción del hotel, tal y como habían acorado esa tarde. Querían hablar de todo, y principalmente, resolver sus diferencias. Necesitaban arreglar las cosas, porque eran conscientes de que iban a necesitarse mutuamente a partir de ese día.
Hablaron de todo, de cómo les había hecho la vida maravillosa a cada uno su pequeña. Recordaban con emoción el día que descubrieron que Verónica estaba embarazada, y de cómo se lo tomaron ambas familias. También, del día en que Alicia nació. Ese día. El 3 de febrero de 1.987. Fue un reencuentro muy especial. Ambos coincidieron en que ojalá haberse vuelto a ver por un motivo mucho mejor, como la graduación de Alicia. Lo cierto es que Alberto no sabía muchas cosas de la vida privada de Alicia en el pueblo. Verónica decidió contarle lo de Gabriel, su novio:
- Bueno, em... Hay una cosa que no sabes sobre la vida privada de Alicia.-Dijo, con cierta timidez.
-¿Qué? ¿Es algo malo?
-No, qué va. Bueno, depende de lo que consideres malo.
-Dímelo.
Le costó encontrar las palabras adecuadas para decírselo de una forma suave, para evitar que se enfadara:
-El caso es que había un chico.
-No-la interrumpió.
-Déjame continuar-le reprochó ella.-Verás; se trata de un chico llamado Gabriel. Era de los mejores amigos de Ali. Un día Alicia me contó que Gabriel le parecía guapo, y que con él se lo pasaba genial, que le apreciaba mucho. Vamos, que le gustaba. Se estaba enamorando. Pues un poco después de eso, una noche, vino súper contenta a casa. Le pregunté el motivo, y ella me dijo que Gabriel le había dicho todo lo que sentía por ella, y que estaba muy enamorado, que no podía dejar de pensarla en todo el día.
-Joder, qué preciosidad.-Dijo Alberto, asombradísimo de que Alicia no le hubiera contado nada de Gabriel.
-Bueno-prosiguió Verónica- pues me contó con la cara rojísima de vergüenza que había pasado. Que Gabriel le había dicho que no sabía cómo se lo iba a tomar, si le iba a molestar o si le iba a gustar, pero que no podía esperar. Dicho esto, al parecer...-Rompió a reír y llorar-Surgió. Se dieron el beso más largo y apasionado del mundo, tal como me dijo ella. A partir de ahí, se hicieron novios. Bueno, sólo duraron dos meses, hasta que Alicia desapareció- se le ensombreció el rostro.
Alberto no sabía cómo reaccionar. Por un lado, estaba eufórico de que su hija hubiera podido encontrar el amor, pero, por otra, le molestaba que no se lo hubiera comentado, así que le preguntó a Verónica:
-Y entonces, ¿a mí por qué no me quiso contar nada?- Dijo, con un tono de decepción.
-Pues... Porque quería que fuera una sorpresa para ti. Tenía planeado contártelo cuando vinieras a visitarla en agosto.-Oh, vaya, qué bonita historia de amor. Ojalá estuviera hoy aquí para que viera cómo el pueblo entero se está volcando con nosotros.
-Sí...-De pronto, Verónica recordó al novio de su hija. Le resultaba muy extraño no haberle visto desde que por la mañana se les notificara del hallazgo del cuerpo de Alicia.-Pero me resulta muy raro no haber visto a Gabriel desde esta mañana.
-Estará hecho polvo. Por lo que me has contado, debía estar perdidamente enamorado.
Pasaron charlando un rato más acerca de Gabriel y demás amistades de su hija, hasta que hizo demasiado frío para seguir dando un paseo por los jardines del hotel. Cuando se despidieron, cada uno se fue a su habitación; ambos muy sonrientes. ¿Habría vuelto a saltar la chispa como había ocurrido hacía veintitrés años atrás?

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ALICIA
Mystery / ThrillerAlicia es una chica de 15 años que vive junto a su familia en Burgos. Una tarde de finales del mes de abril del año 2.003, Alicia desaparece sin dejar rastro alguno. La última vez que se la ve, es a las cinco y media de esa misma tarde, paseando por...