♡| ¿Juzgar un libro por su portada?

3K 261 63
                                    

Si era sincero pensaba que sería muchísimo más complicado localizar el poblado que el Profeta había mencionado, en su mente se había pintado un grupo de mercenarios con poderes similares a los de Drako o tal vez los de Juan; pero no. Frente a él se encontraba una pequeña aldea con seis o siete personas recolectando materiales básicos para la supervivencia.

No veía tesoros, por lo que atacar sería una pérdida de tiempo. Además, tres de esas personas eran niños que correteaban con varios perros. No tenía la maldad suficiente para atacar una aldeita pacífica.

—¡Un osito!

La voz de un niño retumbó por las orejas de Spreen, sus ojos viajaron hasta sus pies, observando un mocoso de apenas cinco años frente a él; pronto tenía a los tres niños del poblado rodeándole y observándole como si fuera un ser de otro planeta.

Spreen quiso gruñirles, odiaba sentirse observado como si de un mono de feria se tratase, pero lo que estaba frente a él eran niños sin maldad, sus propios instintos le impedían ser agresivo con cachorros.

—Hola. —se agachó con lentitud, podía notar las miradas de los adultos del poblado clavadas en él, alerta; se movió con calma para mostrar que no era una amenaza. Ósea, sí la era, pero no en ese momento.— ¿Es la primera vez que ven a un oso parlante?

Los niños pronto comenzaron a corretear a su alrededor e intentar colgarse de sus brazos, al parecer no era visto como un peligro por los mocosos y, por la sonrisa de los, supuso, padres de los niños, tampoco por los brujos.

—Niños, no molesten al invitado. —Spreen observó a una mujer acercarse con lentitud, imitando sus acciones para mostrar que no había intenciones de atacar; la dama se inclinó para cargar al más joven de los niños, el que parecía no alcanzar los dos años.— Perdone a los niños señor, no suelen encontrarse con otras personas y, con respeto, mucho menos a híbridos.

—Meh, todo bien. —el oso se enderezó, sosteniendo entre sus brazos a los dos mocosos que reían al verse alzados a una altura considerable. La mujer se notó sorprendida al verse obligada a alzar la cabeza, lo que arrancó una sonrisa egocéntrica al híbrido quien agradecía su genética de oso.— Ustedes son brujos, ¿cierto? En la ciudad dicen que son peligrosos.

—Palabras del Profeta, supongo. —la mujer suspiró con hastío; los tres niños habían saltado al suelo para retomar sus juegos de correr entre los perros y las cabañas del poblado.— Todo lo que no pueda controlar es un peligro para él... Sí, somos brujos, pero nuestro único peligro es que no le obedecemos.

—Hacen bien. Ese boludito tiene problemitas. —Spreen se sintió complacido cuando la dama rió ante sus palabras, parecía un grupo de personas simpáticas; ahora se sentía mal por haber pensado en robarles hasta la ropa interior.

—¿El Profeta ha enviado gente a por nosotros? —la muchacha pronto se mostró preocupada, no le sorprendía que ese hombre hubiera engañado a las personas del pueblo para que los consideraran una amenaza.— No tenemos intención de acercarnos más a su pueblo, solo estamos recolectando suministros para volver a nuestro bosque.

El oso pensó bien su respuesta, decir que no sería una mentira pero tampoco podía tomar las palabras del Profeta como una declaración de guerra ante esa gente. El anciano había dicho que Drako, Zorman y Juan irían a identificar que tan peligrosos eran, no a pelear; pero, claro, ¿podía confiar en ese viejo?

—No estoy seguro. —suspiró, definitivamente no podía tomar como cierta la palabra del Profeta.— Envió a gente pero no puedo decir qué les ordenó hacer, o qué hará él directamente.

La mujer se removió con preocupación, Spreen la vio sumergirse en sus pensamientos, supuso que buscaba idear una forma de actuar ante la situación que se presentaba; el oso mordió el interior de sus mejillas, no le parecía correcto dejar a su suerte a esas personas, y menos a esos adorables cachorros.

—Ey, hagamos algo. —Spreen colocó sus manos en su cadera, enderezando su espalda para transmitirle confianza a la dama.— Son brujos, yo soy guerrero, hagamos un plan o algo para joder a ese viejo. Cualquier cosa, si le causa problemas al Profeta, me apunto.

Se iba a arrepentir de esas palabras.

︶⊹︶︶⠀୨୧⠀︶︶⊹︶

Nota: Ando súper inspirado así que voy a escribir de seguido todo lo que mi mente aguante, espero que les guste la historia.

Mirado por un tuerto | T!SpreenHaremDonde viven las historias. Descúbrelo ahora