Capítulo 8.

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Todos estaban tomando chocolate caliente en la cafetería. Harry y Louis seguían tomados de la mano, el primero estaba sorprendido porque el otro no paraba de acariciarle la mano con el pulgar en pequeños círculos.

Los cinco estuvieron conversando hasta que ya iban a encender las luces. Todos se giraron hacia la ventana y todo era muy lindo, se
empezaron a escuchar sonidosnde fuegos artificiales.

—¡Fuegos! ¡Vamos!— Dijo Harry emocionado levantándose de la mesa.

—Hace frío, además, desde aquí se ve un poco.— Se quejó Liam.
Zayn y Niall al parecer estaban de acuerdo con él.

—Joder, aburridos.

—Yo voy contigo Harry, ¿vamos?—Solucionó Louis con una sonrisa.

Ambos salieron a ver los fuegos artificiales, a Harry le encantaba ver esos destellos de luces en el cielo y como se desvanecían poco a poco, aún tomado de la mano del otro. Louis le miraba con aprecio, cuando su amigo estaba feliz, el también lo estaba. Harry miró hacia su amigo y vio como le estaba mirando con felicidad, entonces sin pensarlo le robó un pequeño y rápido beso. El ojiazul se puso completamente rojo, no sabía que hacer en ese momento, pero Harry solo le sonreía.

Louis no sabía que hacer ni como actuar, estaba muy nervioso, feliz, eufórico y sobre todo rojo, muy rojo.

Harry solo devolvió su mirada al cielo, aunque más sonriente.

Hacía demasiado frío así que en cuanto terminó todos volvieron a sus casas.

Como de costumbre, Harry y Louis iban por el mismo camino. Iban hablando sobre lo bonitos que fueron los fuegos y las luces, y finalmente llegaron a la puerta de Louis.

—Hasta luego Hazz.

—Hasta luego— Le respondió seguidamente dejando después un beso en su mejilla, y otro en sus labios.

Y Louis volvió a quedarse rojo y paralizado, Harry soltó una risa nerviosa.

—Bueno ya hablamos Lou, descansa.— Se despidió.

—Sí, claro, hasta otra.— dijo metiéndose en su casa seguidamente.

Niall estaba aún de camino a su casa, junto a Zayn, y le llegaron al móvil dos mensajes.

Louis: QUE HARRY ME HA DADO DOS BESOS ,QUE COJONES

Harry: He besado a Louis. Y por si te interesa, ya sé que me gusta del todo.

—No me lo puedo creer.

—¿Que has dicho?— le dijo Zayn confuso.

—¡Nada! ¡Nada!

—Bueno, en fin, tanto azucar afecta.

Los chicos se fueron a dormir muy contentos, incluido Niall.

A la mañana siguiente Harry se despertó muy tarde a gritos de su madre, ni el mismo supo como pudo dormir tanto. Desayunó, se lavó los dientes y se dirigió a comprar el pan que su madre le había encargado. Entró en el supermercado cuando ahí estaba su amigo el rubio.

—¡Harry!— Saludó Niall.

—Hola, tengo mucho sueño perdón. ¿Qué tal?

—No no, que tal TÚ, que has besado a Louis.

—Bueno, bien, supongo.— Rió.

—Yo se que vas a acabar con él.

—Ojalá, ¿te imaginas?

—No te confíes ehh.

—Ya, ya, bueno, ya me voy.

Harry empezó a pensar si Louis se podría haber sentido incómodo con el beso. A decir verdad, pensaba que ellos dos tenían algo especial, pero no sabía si él quizás pensaba lo mismo. Quería mucho a Louis, no quería que estuviera incómodo en ningún momento. En cuanto llegó a casa tuvo valor de escribirle, tenía que hacerlo.

Lou:)

Lou, estás?

Sip, dimee

Estoy preocupado, no sé si ayer te hice sentir incómodo

No, no, tranqui

Okey, menos mal

Fue una conversación corta pero muy incómoda para los dos. Pero al menos Harry ya sabía que no pasó nada malo.

Esa misma tarde el entrenamiento de Louis era a la misma hora que Harry tenía que ir al conservatorio, y acordaron ir juntos.

—¡Louis baja!!

—¡Voy!— dijo mientras se apresuraba en bajar sus escaleras.— Hola Hazz, perdón por hacerte esperar.

—No importa, esa ropa te sienta de maravilla.

—¿Esta? Ala gracias.

Y esta vez fue Louis quien le agarró la mano, quería ir con él así a todos sitios. Fue un camino en silencio, disfrutando del rayito de sol que había.

—Louis, ahí está Paul, es mejor que me sueltes.— Susurró.

—No, que haga lo que le de la gana.

En verdad Louis tenía un poco de nervios.

—¿Otra vez con el novio? Cada día peor.— Dijo el chico en cuanto les vio.

—Que te calles cuernudo, que no te comes nada.— Le dijo el rizado.

—¡Anda mira! Que el marica habla y encima es gracioso, mira por donde.

—Pero a ti que más te da lo que Louis haga, ¿o te doy envidia? Normal, si a Louis la ropa de baloncesto le queda de locos y tú pareces un saco de patatas. Anda vete a entrenar ya que te hace falta, que en el partido no diste ni una.

—Como se nota que eres un marica.— Dijo yéndose.

—No veas Harry, te pasas. Que cuando alguien le dice que no da ni una, menos hace.

—Pues mejor.

Ambos rieron y se despidieron con un abrazo. Como Harry acababa antes, acordaron en que esperaría a Louis, ya que incluso podía entrar.

La clase había terminado y fue con Louis, le saludó desde las gradas. Diez minutos después terminaron y tuvo que esperar a que se duchara.

—¿Vienes a mi casa?— Propuso el ojiazul.

—¿A tu madre no le importará?

—Mi madre no está, vamos.

Ambos empezaron a caminar hacia casa de Louis.

Empezaron a ver una película, en la cama de Louis tapados, ya que hacía frío. Harry se quedó dormido, para el ojiazul estaba muy lindo. Le dió un beso en la frente y Harry se despertó.

—Uy, lo siento Hazz.

—No importa...

Ambos quedaron mirandose a los ojos, en paz, el rizado le dio un beso.

—Harry?

—Mhm?

—Puedo...?

Louis le devolvió el beso al otro, estaba siendo un beso cuidadoso y lento, hasta que el teléfono del ojiazul comenzó a sonar.

—Contesta Lou

—Sí— dijo alcanzando su móvil avergonzado— Es Liam.— Atendió la llamada de inmediato.— ¿Qué ocurre?... Ostras¿Enserio?... Ay, que lástima, ¿sabes algo?... Cuando sepas me dices.

Colgó la llamada.

—¿Que pasó?

—Niall tuvo un accidente.

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