Dreams

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Terminó de repartir los bocadillos recién preparados a cada invitado con una pequeña sonrisa, escuchaba de fondo como el anfitrión deleitaba a los presentes con su magnífica voz acompañada de un fino piano. Todos estaban reunidos en la lujosa sala de estar que fácilmente podría abarcar dos veces el departamento que compartía con su hermana, Alex. Regresó a la cocina en búsqueda de los últimos bocadillos antes del plato fuerte; la cena a penas estaba empezando y le gustaba mantener el mayor orden posible. Su verdadera pasión era cocinar a pesar de haberse graduado como periodista—aunque esta le gustaba también—. La atractiva rubia, ojiazul, atlética y dulce Kara Danvers disfrutaba mucho de la época navideña, era su favorita, recordaba con cariño las tradiciones que su madre, Eliza, les inculcó desde pequeñas. Se mantenía positiva recordando por qué seguía en pie y lo que su progenitora le decía cuando estaba triste por no conseguir lo que quería tan pronto como deseaba.

Su sueño era adquirir su propio camión de comidas, viajar a varias partes de National City, o Metrópolis, deseaba conectar con las personas a través de sus platillos y sacarles una sonrisa. Con la esperanza de poder cumplirlo, consiguió ser la chef personal del cantante Winslow Schott, le gustaba su trabajo a pesar de estar soportando algunas egocentridades del artista. Esa misma noche planeaba pedirle un pequeño patrocinio para comprarse finalmente el camión, su móvil comenzó a sonar, limpiándose rápidamente sus mano lo sacó y atendió sin mirar la pantalla, sabía que se trataba de su hermana.

—Hola, Alex —saludó colocándoselo con cuidado entre su oreja y hombro.

—¿Cómo vas, hermanita?, ¿ya le pediste el camión a Winn? —su pelirroja hermana siempre enérgica se encargaba de hacerla reír.

—No, aún no lo he hecho —sonrió ansiosa—. Sinceramente espero que acceda, es una oportunidad para cumplir mi sueño.

—Cruzo los dedos para que así sea —la escuchó suspirar del otro lado—. Avísame si necesitas algo, estoy alistándome para irme a ver con las chicas.

—Está bien, diviértete y salúdalas de mi parte —terminó la llamada negando con su cabeza, suspiró esperanzada continuando con su trabajo.

Minutos después alzó su mirada cuando escuchó la puerta abrirse, era el representante del cantante, este le sonrió acercándose.

—La cena está siendo un éxito, los invitados aman tu comida —el hombre le sonrió colocando sus manos sobre la encimera.

—Me alegra escucharlo, nunca pensé ver a un anfitrión deleitar a sus invitados con su voz mientras cenan —soltó una pequeña risa mirándolo.

—Sí, mi representado es único, le gusta regalar momentos exclusivos con su voz —encogió sus hombros mostrando orgullo—. Por cierto, esta será la última vez que necesitemos tus servicios. Winn saldrá de gira, durará un mes —el rostro de Kara cayó, pero intentó no reflejarlo en él.

—Oh —fue lo único que acató decir observando como el hombre sacaba de su saco un sobre.

—Winn se alegra mucho de que no le pidieras ningún favor, como comprar el camión. Así que te dio un poco de dinero extra en tu liquidación —Kara tomó el sobre dándole una sonrisa fingida, su sueño volvía a estar lejos, pero no se rendiría.

Una hora más tarde llegaba a su departamento compartido, dejó su abrigo colgando en el perchero, se dirigió a la cocina. Sacó su alcancía, ahí estaban todos sus ahorros y colocó los billetes que había designado adjuntarle. Miró a través de la ventana, todavía era temprano, podría hacer algunos viajes y ganar unos cuántos dólares más, su segundo empleo era ser conductora de Uber.

—Hey —saludó Alex mirándola extrañada de verla cabizbaja—, ¿qué sucedió?, ¿no quiso ayudarte?

—Ni siquiera tuve la oportunidad de preguntarle, Alex —se rio irónica—. Me liquidaron, parece ser que se irá de gira un mes completo y no ocupa de mis servicios —su hermana rodó los ojos.

A Christmas ProposalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora