Destiny

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—¿Disculpa? —Lena la miraba sin entender a qué iba su pregunta.

—Sí, ya sabes —movió sus manos sobre el volante—, todos los pasajeros tienen una historia del por qué piden un viaje —la atractiva ojiverde suspiró desganada presintiendo que no iba a callarse.

—Perdí mi tren, ahora estoy viajando contigo a la casa de mis padres. Cada año en Noche Buena hacen una gala con personas importantes —Kara asintió mirando cada gesto de disgusto que hacía—. Este año en particular va a ser diferente, mi padre va a jubilarse. Esa misma noche anunciará quién será el nuevo CEO del bufete, lo peor es que plantea dárselo a mi hermano y yo soy mejor abogada que él —concluyó irritada.

—Aah, ya veo —enseguida comprendió que su arrogancia abarcaba grandes escalas, se quedó en silencio.

—¿Cuál es tú historia? —preguntó por cortesía, en realidad no le interesaba la vida de Kara.

—Oh, mi historia es obviamente diferente a la tuya, por supuesto —la abogada no le prestan mucha atención, solo fruncía su ceño contestado algunos correos—. Mi hermana y yo crecimos en Midvale, nuestra madre nos sacó adelante sola. Hace unos años ella murió de cáncer —desvió su mirada a la abogada, esta vez notó cierta empatía en sus ojos—. Entonces, mi hermana y yo nos mudamos a National City, compartimos departamento, pasamos Navidad viendo maratones de películas navideñas y, desde luego una pequeña cena —Lena asintió regresando su mirada a la carretera nevada, eran tan contrarias.

—¿Qué es esto? —bajó la visera parasol mirando el pequeño recorte de un camión y se lo mostró.

—Oh, ese es mi sueño —sonrió ilusionada—, tener un camión de comida, llegar a las personas facilitándoles la vida a través de mis platillos. Ya sabes, poder ver sus rostros felices por comer algo delicioso y sin tantos costos.

—¿Por qué Pan Pita? —le pareció algo ridículo el nombre, miró a Kara incrédula.

—Es como Peter Pan, sabes —puso la direccional intentando doblar—. Quiero llegar a todos los rincones, hacer "volar" a las personas con buena gastronomía.

—¿Por qué no Pangea?, estaría refiriéndose a abarcar todos los lugares en uno solo, suena más creativo —criticó devolviendo el trozo de papel a su lugar—. Deberías considerarlo si algún consigues comprar uno —Kara se mordió la lengua, no le agradaban las personas así.

—Vaya... —sonrió forzadamente—, lo tendré en consideración —eso significaba que no le importaba nada su opinión.

—De nada —sonrió altanera haciéndola casi rodar los ojos—. Genial, lo que faltaba —Kara la miró leyendo un mensaje—. Mi madre me acaba de poner que mi hermano llevará a mi cuñada y sobrinos, estarán recogiéndolos —tomó su móvil casi destrozando la pantalla para contestarle como si eso estuviera incluido en su conversión retraída—. De acuerdo, madre, yo llegaré con una sorpresa para ustedes —contestó en voz alta molesta.

—Parece que no te gusta estar en familia, sin ofender —escuchó como resoplaba—. Veo que no te llevas con tus hermano, ¿algo sucedió en particular?

—Mi hermano mayor y yo éramos muy unidos, lo hacíamos todo juntos —recordó sus buenos momentos—. Pero todo cambió desde que nos graduamos en diferentes años en leyes. Comenzamos a ser muy competitivos, a él siempre le molestó que fuera más exitosa —Kara la miraba dudando de que eso fuera verdad—. No puedo permitir que mi hermano sea el CEO, yo estoy más capacitada y tengo mayor razonamiento. Mi padre debe estar considerándolo solo porque tiene familia y yo no tengo.

—¿No crees que por algo pasan las cosas? Todo pasa por un razón en específico.

—No me digas que eres de las creyentes en el desatino y esas cosas —se burló mirándola, justo eso le había dicho Samantha días atrás—. Yo no creo en el destino, cada quién se construye su propio camino —Kara suspiró lentamente, pensaba que a veces la belleza no lo era todo si se tenía un carácter como el escremento.

A Christmas ProposalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora