Epílogo

997 161 32
                                    

Un año después, concentrada haciendo lo que más amaba, Kara disfrutaba del ligero viento helado que empezaba a sentirse en el centro de National City, eso solo podía significar una cosa, Navidad y fin de año se acercaban—incluyendo tormentas de nieve—, eso le indicaba que pronto debía salir a vacaciones después de trabajar casi sin parar durante todo el año. Bueno, exageraría si fuese así, designó dos días libres para pasar con su novia; ya fuese a salir a cenar, o pasar una noche entera viendo series y películas—entre otras cosas—. Porque sí, oficialmente Lena Luthor, esa hermosa abogada, cuyo pasado no quería acordarse, era su novia de hacía ocho meses.

Le seguía pareciendo poco realista como todo ocurrió entre ellas hace casi un año, jamás creyó que aceptar un viaje la llevaría a conocer al amor de su vida. Pero, como todo, nada fue sencillo, debían enfrentarse a muchos fantasmas, ejemplo; las mujeres que Lena conoció y se llevó a la cama para dejarlas abandonadas en medio de la madrugada. Agradecía que su novia no fuera hombre, porque comenzaría a pensar en un hijo no reconocido, terminando de hacer los pedidos—trabajaba sola—, notó gracias a sus buenos reflejos que alguien se acercaba.

—Bienvenida a Pan Pita, ¿qué orden desearía tomar? —preguntó sin levantar aún su mirada.

—Me gustaría una orden de muchos besos, abrazos para llevar a mi despacho si es posible —Kara esbozó una sonrisa tonta levantando su vista, se encontró a su novia mirándola divertida—. Hola, cariño.

—Hola, amor —siguió sonriendo como tonta mirando lo guapa que estaba ese día con ese  vestido color lila, se inclinó lo suficiente para darle un casto beso sobre sus labios—. Traje esto para ti, pensé que hace mucho no te regalo flores —sacó el ramo que tenía detrás de su espalda.

—¿Qué sucede, Lee? —arqueó sus cejas divertida, sabía que algo le escondía—, dime lo que necesitas decirme —le entregó los pedidos a sus clientes y tomó el dinero de estos mismos—. Muchas gracias por su compra, caballeros —les sonrió despidiéndose con su mano.

—Nos vemos el otro viernes, Kara —se despidió el líder del pequeño grupo de ejecutivos que amaban sus almuerzos saludables y ricos.

—Me da gusto ver que cada vez más frecuentan Pan Pita —sonrió su novia enorgullecida mirando a los ejecutivos irse—. A este paso pronto tendrás que abrir un restaurante, cariño.

—Mhm, quizá en un futuro  —sonriendo comenzó a limpiar el mostrador conectando sus miradas—. Dispara, ¿necesitas que asistamos a alguna cena?

—Sí y no —se rio subiendo el pequeño escalón quedando a su altura—, amo que me conozcas tan bien —tomó su mano dándole un beso en el dorso—. Esta vez no se tratan de negocios, sino de nuestra familia —Kara asintió prestándole atención—. Lex se casará de nuevo con Eve, van a renovar sus votos matrimoniales en Navidad.

—¡Eso es fantástico! —sonrió ampliamente alegre por su cuñado—, me alegra que tu hermano haya escuchado nuestros consejos, amor —unió sus cejas ilusionada—. Solo así los Luthor quitan ese gesto amargado y sombrío —entrecerró los ojos mirando a su novia reírse de su payasada.

—Oh, no tengo la menor duda —inclinó su rostro robándole un beso bien recibido, después de ser profundizado algunos segundos —Es demasiado sexy que hagas eso —casi con voz ronca hizo referencia a que en cada término de ese tipo de beso, Kara terminaba mordiéndose su propio labio inferior.

—Échate la culpa, tengo como novia a una mujer poderosa y sexy —coqueteó guiñándole el ojos antes de alejarse—. Regresando a la boda, no veo cuál sea el problema, nena.

—Es problema dependiendo de como lo veas, cariño —recostó su rostro en la palma de su mano—. Nos quieren a todos los Luthor juntos en la mansión desde este fin de semana hasta Navidad.

A Christmas ProposalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora