Un Amor Prohibido

Capítulo I

Jace

Rusia: 14 de Enero, 2018.

        Me desperté sobresaltada, miré el reloj, vi que eran las cinco y media de la mañana. Había tenido una pesadilla, lo raro era que no lograba recordar sobre qué. Sabía que había sido una pesadilla por la manera tan repentina de despertarme y porque sentía mi corazón acelerado, además estaba sudando y hacía frío afuera. Me quedé mirando a Rex, estaba completamente dormido. 

        Rex era un Husky-Siberiano, solía dormir conmigo desde que era un cachorro. Encendí mi lamparita en la mesa de noche junto a mi cama, decidí vestirme para ir a cabalgar un rato, me gustaba salir antes que el sol saliera porque el clima era mucho más fresco y me gustaba ver el alba. Me vestí con unos jeans, una blusa de manga larga, me puse mis botas de montar color café chocolate y una chaqueta a juego. Tomé una goma para el cabello, me hice una trenza, pensé que debería de cortármelo un poco, ya lo tenía por debajo de la cintura, hasta las caderas y cada vez era más trabajo cuidar la melena. Tomé mi capa azul y salí de mi habitación con Rex acompañándome.

        Llegué al establo y después de colocarle la silla a Dawn, mi yegua pura sangre color negro, me encamine hacia fuera. Monté a Dawn y se puso a galopar de esa manera tan elegante suya. Rex y Dawn eran más que mis mascotas, teníamos años juntos ya y podía ver como a ambos les empezaba a pasar factura los años transcurridos. Rex seguía igual de vital que hace años, un perro saludable, pero hacía una o dos paradas para  tomar aliento en las caminatas que antes no hacía y tenía el lomo con canas por aquí y por allá. Dawn en cambio era una yegua aún en su mejor época, pero claro un animal como ella podía alcanzar fácilmente los treinta años de edad. Este último mes le había dejado crecer las crines más de lo usual y le tenía trenzas a lo largo de toda la crin, parecía un caballo digno de una elfa, sonreía para mí cada vez que lo pensaba. Curiosamente, la mancha que tenía en el pecho desde potrilla había crecido con los años y se había extendido hasta debajo de la mandíbula de la yegua, dándole un aspecto divertido, como si hubiese tomado leche entera y le hubiese escurrido por toda el hocico hasta su panza. Ambos eran animales preciosos, o así lo afirmaba yo y eran de mis compañías favoritas.

        Llegamos rápidamente al bosque cubierto por la nieve. El sol iba saliendo a espalda nuestra iluminando todo a su paso, calentando un poco el ambiente. La luz del alba le confería un aspecto místico al bosque, con toda la neblina que quedaba de la noche anterior y las tonalidades iridiscentes que adquiría la nieve con los rayos del sol que poco a poco se asomaban, más y más... Arribamos a la zona del bosque donde me gustaba admirar la vista. Era algo así como un acantilado desde donde se podía admirar la belleza arquitectónica de Rusia y el paisaje que la rodeaba, si me daba la vuelta podía ver el sol saliendo y sus rayos colándose entre las ramas de los árboles. 

    Podía imaginar por horas acontecimientos de vidas pasadas viendo las casas abajo del acantilado. Escuchaba el río correr abajo de donde me encontraba y el viento fresco corría feroz alrededor nuestro. Podía ver la respiración de nosotros tres por el vaho blanco que salía con cada exhalación que dábamos. Sentía la piel de mi rostro endurecer bajo el frío que hacía ahora que estábamos quietos contemplando todo a nuestro alrededor. Me bajé de Dawn y tomé un largo sorbo de agua de la botella que tenía la alforja en la silla de esta. Le ofrecí un poco a Dawn y seguidamente a Rex.

         Me quedé allí por vario tiempo hasta que me dio hambre y regresamos a casa a buen trote, esta vez por otro sendero que nos dejaría recibir un poco más de sol que por dentro del bosque. De vuelta en el establo con Dawn la cepillé por varios minutos, volví a trenzar una de las tantas trencillas que tenía y le puse una manta en el lomo por si acaso del frío, ya había estado bueno con toda la helada de la mañana. Le deje hojuelas de avena con trozos de manzana fresca y me encamine a casa.