Capítulo VI

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Aleksey

La observé subir por las escaleras. Es el mejor culo que he visto en mi vida, pensé. Perfectamente redondeado, firme con unas delgadas y delicadas piernas para completar. Definitivamente es una belleza, me dije. Subí detrás de ella y me senté muy cerca a pesar de que había bastante espacio para hasta cuatro personas. Podía notar su nerviosismo y aunque le dije que no iba a hacer nada para incomodarle, me estaba costando muchísimo contenerme para no hacer lo que se me pasaba por la mente en ese momento.

Jace con las mejillas ligeramente rosadas, sus grandiosos labios entreabiertos y con esa mirada en sus ojos en este colchón donde podíamos divertirnos mucho. De verdad me era difícil dominarme. En ese momento sentí esa sensación de nuevo, era algo así como un enlace entre ambos. Nunca había sentido nada así antes por lo que lo interpreté como una gigante tensión sexual. Jadeó y yo me pase la lengua por los labios.

-Entonces Jace, ¿qué quieres hacer?- pregunté mientras me iba inclinando sobre ella lentamente.

Respiraba aceleradamente, sentía su aliento en mis labios como una seductora caricia. Podía ver la punta de su lengua entre los dientes y entonces no me contuve más, aprisioné su boca con la mía. Dio un respingo y entreabrió los labios por la sorpresa, así que introduje mi lengua en su boca muy lentamente. Primero le roce los dientes y después la deslice sobre su paladar a lo que ella soltó un gemido. Ese sonido fue como un detonador, sentía la creciente erección contra mis pantalones y en ese instante la tomé por la cintura y la tumbé contra el jergón dejándola atrapada entre el y mi cuerpo. Se tensó por un momento pero luego se relajó y continuamos con ese juego de la unión de nuestras lenguas. Mantenía una mano en su cintura y la otra la coloqué encima de su cabeza, acariciándola y sintiendo la suavidad de su cabello cobrizo. Dirigió sus manos a mi pecho y las mantuvo ahí por unos instantes, luego las pasó por mi espalda, por último las dejó en mi pelo jaloneando un poco al principio y seguidamente me acercó la cabeza más a su boca. Le quité el suéter por la cabeza en unos segundos y quedó en el vestido celeste de tiras delgadas. Puse una de mis manos en sus hombros y acaricié su piel suave y blanca con algunas pecas diminutas. Liberé su boca por un momento y me deleité mirándola hasta que su rostro se tornó escarlata. Iba a besarla otra vez pero oí una melodía proveniente de abajo.

Se deslizó debajo de mi cuerpo y bajó las escaleras después de respirar profundamente. Me quedé mirando el sitio donde acababa de estar debajo mío, inspiré hondo y me senté. Había estado con muchas mujeres antes pero nunca había sentido algo como esto, ella era distinta de todas las demás. Su inocencia me desarmaba, la conocía de hace tres días y ya pensaba en ella constantemente. Sacudí mi cabeza para alejar esas ideas de mi mente, ella era una chica más y ya estaba. La iba a besar otra vez y quizás llegaríamos a más, después de eso no volvería a verla igual que con todas las otras.

-Hola Tim- oí su voz abajo, era su celular lo que sonaba. Me molesté al oír el nombre del chico con el que había estado hace un rato, me irrité más porque fue él quien nos interrumpió- Supongo que hablaste con mis primos y que por eso me preguntas donde estoy...- a él que carajos le importaba donde está.

La escuché reír y bajé las escaleras lentamente sin hacer ruido. Estaba de pie en la puerta viendo la fría noche, el cabello, ligeramente despeinado después de lo sucedido arriba, le caía largo por la espalda. Era como estar contemplando una divinidad. Oí su risa nuevamente y volví a sentir irritación. Él la hacía reír y eso me molestaba. Deseché esa sentimiento rápidamente, ella no era más que otra chica me recordé.

-La verdad es que me entretuve viendo unas cosas de camino a casa y luego pasé a comer algo en un restaurante de camino- le estaba mintiendo a él también, sonreí levemente -vi que la tormenta ya estaba cerca por el televisor y decidí quedarme en un hotel, estaba todavía largo de casa.

Un Amor ProhibidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora