2. ¿Me das un abrazo?

29 6 0
                                    


Dejun se encontraba sentado en una jardinera esperando a sus amigos. Hacía frio y las vacaciones de invierno estaban a unos días de iniciar. Eso lo tenía bastante emocionado, pues después de tantos meses viviendo en Corea iba a poder regresar a su país junto a su familia, aunque fuera solo por unas semanas.

- Jun. ‒ Escucho la voz de Shuhua, por lo que levantó la mirada y observó a sus amigos, que acababan de sentarse a su lado. ‒ Estábamos hablando de ir al cine el viernes ¿Quieres ir? No vamos a vernos en todas las vacaciones. ‒ La taiwanesa hizo un pequeño puchero y Dejun solo negó mientras reía.

- No lo sé, tengo que pedir permiso. Tal vez pueda convencer a mi mamá de que me lleve.

- Si, tienes que convencerla, incluso puede hablar con mi mamá, ella dijo que iba a esperar cerca del cine en lo que nosotros vemos la película. ‒ Dejun pensó que seguro con eso convencía a su madre, así que asintió hacia la emocionada chica.

- Genial. Jinyoung, tu si vas ¿Cierto? ‒ Preguntó la chica a su otro amigo, quien inmediatamente asintió.

Continuaron platicando unos minutos hasta que la campana que avisaba el fin de su descanso comenzó a sonar. Los tres se pusieron de pie y se dirigieron a su aula para poder tomar su siguiente clase. Dejun iba caminando un poco distraído, por lo que no se dio cuenta de inmediato que sus amigos se habían detenido, cuando lo notó, se acerco de nuevo a sus amigos que no estaban solos, se encontraban con una linda chica pelinegra que nunca había visto.

- ... por eso quería pedirte que hoy me esperaras unos minutos después de la salida, juro que no voy a tardarme y después podemos caminar como siempre a casa. ‒ Alcanzó a escuchar que la pelinegra le decía a su amiga. ‒ De verdad que es muy importante que me reciban esa tarea, sino no me quedaría.

- Voy a esperarte, como quiera no me gusta caminar sola a casa. ‒ Su amiga contesto con una pequeña sonrisa, fue después de eso que la pelinegra finalmente reparó en su presencia y la de Jinyoung. ‒ ¿Son amigos tuyos Shuhua?

- Si, son Dejun y Jinyoung, van en mi clase. ‒ Ambos murmuraron un pequeño hola a la amiga de Shuhua, quien les sonrió como respuesta.

Ella iba a contestar cuando a su espalda comenzó a escucharse un poco de alboroto, ella se giró y los cuatro fijaron su mirada en dirección a las personas que estaban provocando tanto escándalo. Se trataba de un trio de chicos que estaban persiguiéndose dentro de un salón mientras otros gritaban cosas que no podía comprender del todo bien. Trato de enfocarse en los chicos que se movían de un lado a otro dentro del salón y entonces reconoció una cabellera rojo brillante. El en realidad no se había vuelto amigo de Yuta después de que lo conoció, pero siempre que este lo veía caminando por los pasillos o pasaba a su lado solía sonreírle y saludarlo. Al principio a Dejun le pareció un poco extraño, pero con el pasar del tiempo se fue acostumbrando e incluso de vez en cuando se permitía devolverle el saludo.

Continuaron observando unos minutos, hasta que uno de los chicos salió disparado del aula y se colocó detrás de la amiga pelinegra de Shuhua para esconderse. Esta comenzó a reírse, hasta que Yuta se paro frente a ella y el otro chico se aferró aún más a ella.

- Soojin, solo estábamos jugando, lo sabes. ‒ Dijo el pelirrojo a la chica, que solo atino a soltar un suspiro y cruzarse de brazos, antes de que el chico que se encontraba a su espalda saliera corriendo del lugar.

- Seguro que sí. Yuta, si siguen molestándolo van a meterse en problemas. ‒ La pelinegra pasó un brazo por los hombros de Yuta y lo atrajo un poco hacia ella. ‒ ¿Por qué lo estaban persiguiendo esta vez?

- De verdad estábamos jugando, además, nosotros no hicimos nada, el solo comenzó a correr cuando nos vio y pensamos que era una invitación a jugar. Auch! Soojin. ‒ La chica le había dado un pequeño pellizco en el brazo al pelirrojo. ‒ Ya no vamos a acercarnos más a el si eso te deja más tranquila. ‒ Dijo el chico con una sonrisa, para después ponerse de frente a los otros tres chicos, Yuta ensancho su sonrisa y sacudió su mano para saludarlos. ‒ No sabia que tu novia estaba aquí, Soojin.

- No soy su novia. ‒ Se apresuro a decir la pequeña Shuhua.

- Te creo. ‒ Se burló Yuta y luego miró a Dejun por unos segundos. ‒ Hola Dejun. ¿Acaso no tienen clase? ‒ Los tres amigos se miraron recordando que hace unos minutos que debieron de haber llegado a su aula. Shuhua se despidió de Soojin e iban a comenzar su camino nuevamente cuando Dejun sintió una mano que se posaba en su hombro. Giró para ver a Yuta parado frente a él.

- ¿Qué pasa? Tengo que llegar a mi clase. ‒ Dijo el chino de manera algo apresurada, Yuta rio al escucharlo.

- El pellizco de Soojin me dolió un poco, ¿Me puedes dar un abrazo? ‒ Dejun lo miro como si se estuviera volviendo loco, pero ni siquiera alcanzó a responder cuando los delgados brazos de Yuta rodearon sus hombros. Se quedo quieto en lo que procesaba lo que estaba pasando y finalmente subió solo una de sus manos y la posó en la espalda del chico. Se quedaron en esa posición unos segundos, hasta que el pelirrojo finalmente lo soltó y se alejó un paso. ‒ Adiós, Dejun. ‒ Fue todo lo que dijo, para después girarse y entrar nuevamente al salón donde se encontraba antes, dejando a un Dejun completamente confundido.  

Je te dédie la lune (Yuxiao)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora