13. Invítame a salir.

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Dejun se alejó un poco de los puestos y el ruido, nunca le habían gustado mucho los festivales escolares y además era el último día de escuela antes de las vacaciones de invierno, él hubiera preferido pasarlo en su casa, pero Karina le había insistido bastante para que fuera y bueno, ahí estaba.

Lo peor era que su amiga había desaparecido hace un rato junto con otras de sus compañeras, le había dicho que eran "cosas de chicas" y que no iba a tardar, pero ya había tardado demasiado. También había buscado a Chenle, pero no había señal del chico por ningún lado.

Resignado se sentó en una de las bancas, permanecería un rato ahí y luego volvería a adentrarse en el caos para buscar a sus amigos, si, justo eso iba a hacer. Tanteo su bolsillo para sacar su celular, pero este no se encontraba ahí, seguro Karina se lo había llevado también. En lugar de su teléfono se encontraba el pequeño espejo de la pelinegra, Dejun lo tomo y lo acercó a su rostro para poder mirarse.

La noche anterior la había pasado en casa de Karina, pues ella quería arreglarlo para el festival. En realidad no había hecho mucho, solo había alaciado su cabello, sombreado un poco sus ojos y colocado tinta en sus labios, pero ahora que lo observaba más de cerca, tenía que admitir que le gustaba como se veía, lo hacía sentir lindo.

Guardo nuevamente el espejo y echo su cabeza hacia atrás, mirando al cielo, hoy no había tantas nubes, estaba muy despejado.

- ¿Qué estas haciendo aquí? ‒ El chino dio un pequeño brinquito en su lugar, mirando al chico a su lado, no había notado en que momento Yuta había llegado junto a él.

- Nada realmente, allá había mucho ruido, necesitaba un descanso. ‒ Murmuro con calma, volviendo la mirada al cielo una vez más. Espero unos segundos a que el mayor respondiera, pero Yuta no lo hizo. Dejun frunció el ceño y giro su cabeza una vez más hacia el mayor, se sonrojo cuando sus miradas se conectaron, porque Yuta ya lo estaba viendo. ‒ ¿Qué? ‒ Pregunto un tanto abochornado.

- Te ves diferente, tienes ojos bonitos ¿Te lo había dicho antes? ‒ El chino se sonrojo un poco más y negó con la cabeza, terminando con la conexión de miradas y causando una risa en el japonés. ‒ ¿Y Karina? ¿Por qué no esta como chicle pegada a ti?

- Ella tenía que hacer "cosas de chicas".

- Oh, ya veo. Y te dejo a tu suerte en un lugar en el que no querías estar.

- No es tan malo. ‒ Dijo encogiéndose de hombros y Yuta se puso de pie, Dejun pensó que el japonés iba a irse, pero en su lugar le extendió la mano.

- Ven conmigo, busquemos algo interesante para hacer.

- No vas a llevarme con Jaehyun, ¿Cierto? ‒ No tenía ganas de lidiar el día de hoy con los sentimientos del rubio.

Yuta negó con una sonrisa en su rostro, aun así Dejun lo miro con un poco desconfianza antes de aceptar su mano. Yuta tiro de el entrelazando sus dedos y comenzaron a caminar de vuelta al festival. El más bajito se sintió un poco nervioso, sabía que Shotaro aún era el novio de Yuta y quizás no le iba a agradar mucho verlos de la mano, pero decidió que si a Yuta no le importaba tampoco era su asunto.

El japonés lo arrastro hasta el auditorio, donde todo mundo se encontraba bailando. A Dejun no le gustaba bailar y ni siquiera sabía hacerlo, sin embargo permitió que Yuta lo guiara hasta una de las esquinas del lugar, donde no había tanta gente concentrada. Una vez ahí Yuta tomo su otra mano y comenzó a moverlos al ritmo de la música, solo balanceándolos de un lado a otro. El chino se mordió un poco el labio, siguiendo al pelirrojo, rogando por no hacer alguna tontería y dejarse en ridículo.

Je te dédie la lune (Yuxiao)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora