Los compromisos con ajenos no es divertido, la gran mayoría logra acabar en buena relación, los otros simplemente no pueden decir lo mismo, y otros, que amaban desde el minuto cero, el que ahora sería por siempre su destino..
Swift y Stanford llegaron a la práctica establecida por el general, una que, por lo visto, era bastante popular, tanto con los caballeros como con las doncellas, ya que había una gran cantidad de estas en la parte inferior de los muros, mirando desde la seguridad de una reja.
—Vaya que tiene popularidad. —Dijo Nathan con una sonrisa mientras se despojaba de la capa y de su armadura— Es muy diferente a nuestro castillo.
—¿Podías llamar a ese lugar un castillo? —Preguntó David, mirando con cautela al de ojos rojos— Este parece solo un juego de niños.
—¿Por qué tanta mala cara? —Dudo al ver la mirada de su compañero— No me digas que ya viste un contrincante.
—No es eso. —Rodó los ojos despojándose de su capa— Solo me da curiosidad, es todo.
—¿Recuerdas a qué te llevo la última curiosidad? —Sonrió burlón
—¿Por qué no te largas a entrenar? —Lo miro con molestia— Te están viendo desde hace rato.
—Lo se. —Comento orgullo mientras se alejaba, dirigiendo a un soldado de banda naranja.
Sanford rodo los ojos, mientras miraba la ruta de su compañero, odiaba cuanto este se comportaba de manera arrogante ante el público, y si bien solo lo hacía para molestar, sabían que le daba tan buena imagen ambos, haciéndolos lucir bastante apuestos.
Pero para esos momentos, no era necesario tal escena.
Pasaron un par de horas.
David se había sentado en la sombra, mientras veía el entrenamiento desde lejos, varias doncellas se acercaron varias veces, unas por curiosidad, otras para ver si necesitaba algo, otras para asegurarse de que no estuviera mal, pues su cara no mostraba mucha seguridad o confianza, y otras simplemente intentaban coquetear con él.
Y no sabían cuan harto estaba de todo eso, no lo habían dejado ni un segundo, y ya se había hecho tediosos todo eso.
—Caballero Sanford dígame. —King llegó a su lado junto a unos caballeros— ¿Por qué no está en el entrenamiento?