Los compromisos con ajenos no es divertido, la gran mayoría logra acabar en buena relación, los otros simplemente no pueden decir lo mismo, y otros, que amaban desde el minuto cero, el que ahora sería por siempre su destino..
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
—¡Esto es maravilloso! —Grito Celia con emoción— ¡No sabía que había tantos puestos de comida! —Dijo tomando el brazo de Jordán— ¿viste los rollitos dulces?
el caballero a esas alturas no sabía que decir, se miraba tan feliz, tan motivada, recordaba mucho lo que le gustaba ir al pueblo solo para verla feliz, como su mirada se oscurecía cuando se tenían que ir a palacio, ¿Seria así también aquí?
—¿Jordán? —Llamo la princesa, mirándolo con atención.
Hunter también lo miro, tratando de quizás, leer su mente, la cara que tenia se veía tan ¿Distante? ¿Feliz? ¿Aliviado? no sabría decir exactamente qué era lo que le pasaba.
—No es nada alteza. —Sonrió— ¿Que desea probar primero? —miro a un costado— Creo que por allá estaba un puesto de manzanas azules...
—¡¿EN SERIO!? —Grito con emoción, girándose hacia Silvia y la princesa, a quienes tomo de la mano— ¡Vamos!
ninguna se negó ante el jaloneo, y la siguieron, los cuatro caballeros las vieron correr, tres de ellos mantenían una sonrisa en su rostro, la princesa no solía actuar como una niña, y era algo nuevo verla así.
Hunter miro a Jordán, quien parecía molesto, acerco su mano al hombro de este, haciéndolo verlo al instante, el temblar en el cuerpo del muchacho se calmó un poco, mientras su mirada se conectaba con la de él, noto que tenía un brillo, uno raro, Jordán aparto rápidamente la mirada cuando una lagrima se le escapo, haciéndolo alejarse.
—¿Todo en orden? —Interrogo Víctor mirando de reojo la escena, Caleb al costado del príncipe, los miraba con seriedad.
—Lo siento alteza. —Dijo Jordán suspirando para verlo.
Víctor se giró hacia él, paso las manos a la cintura y lo miro con atención, obviamente le mentía.
—¿Y por qué lloras? —Preguntó, caminando hacia él.
—No, yo no estoy~
—No me mientas. —Interrumpió, haciendo que los tres lo mirase— Desde que entramos estas raro, no dejas de ver a tu alrededor con miedo, tienes la mirada perdida, la miras como si le fuera a pasar algo malo y tu fueras el causante de ello. —Culpo mientras se acercaba, tomándolo del hombro— ¿Qué es lo que pasa?
—Alteza. —hunter se acercó— Recuerde que Jordán le dio su vida a la princesa...
— ¡Silencio! —Grito— ¡Habla!
—Alteza... —Jordán bajo la mirada— Siento que piense eso de mí, pero se equivoca, —dijo tomando su mano— Al contrario, me encuentro feliz, de que su alteza no llore cada vez que vea los pueblos...
— ¿Qué? —dudo el príncipe mirándolo— ¿todo esto tiene que ver con el reino de la luna? —jordán asintió— Ese maldito, ¿y puedo saber por qué tu no dejas de llorar?