Los compromisos con ajenos no es divertido, la gran mayoría logra acabar en buena relación, los otros simplemente no pueden decir lo mismo, y otros, que amaban desde el minuto cero, el que ahora sería por siempre su destino..
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Jude se encontraba justo en aquel gran muro, mirando que todo a su alrededor estuviera en óptimas condiciones, pues las vibras y aires que soplaban no le resultaba nada agradables.
Ahí fue cuando lo vio.
Uno de tanto hombres que huían de algo, pero él no, él parecía perdido, parecía estar hablando con los de su tropa, para nada parecía funcionar, todos pasaban de largo sin tomarlo o prestarle el más mínimo de atención, cosa que parecía molestarlo más no animarlo a nada.
Una vez solo, Jude aterrizó enfrente de él, junto a sus acompañantes quienes lo rodearon por instinto.
—Ante la ley y las órdenes de su alteza el futuro rey el del imperio, quedas bajo arresto..—Murmuró, mirándolo con atención, el muchacho levantó las manos, se veía decepcionado.
—Lo lamento~ —Susurro.
Jude lo miro con atención, le daba bastante curiosa esa repentina acción y toma de palabras, miro como lo tomaban de las manos y lo guiaban hacia el palacio, miro a su alrededor, únicamente quedaban ellos, el resto escapó.
❤️✨❤️✨❤️✨❤️
—¡Agarramos a este intentando huir! —Contó Jude tirando al muchacho que vio camino al castillo.
Axel lo miro con atención, su salón estaba repleto de sus guardias, todos mirando y amenazando al muchacho con armas filosas y miradas de muerte, el segundo principe también se encontraba, pero él solo se metería si llegaba a ser necesario.
—Habla ya... —Jude lo empujó con su bastón.
El moreno lo miro, soltando un gran suspiro asintió y miro al principe.
—No puedo decir que estoy orgulloso de lo que hize alteza, entrar a un castillo a plena noche e intentar herir a la princesa no estaba en mis planes... —Contó, mirando con decepción a los lados— Pero tenía que seguir órdenes...
—¿¡De quién!? —Grito Axel, haciendo que él salón quedará en un silencio sepulcral.
El moreno negó, ocultando su mirada ante él.
—Lo lamento, pero si hablo, mi cabeza rodará...
Axel tan solo aprento el agarre de su trono, incapaz de hacer algo por ayudar a su princesa.
—¡Mételo al calabozo! —Grito, poniendo de pie— El resto estará vigilando toda la noche, cualquier rastro o persona rara debe ser informada de inmediato.
—¡SI SEÑOR! —gritaron los guardias al unisono para salir corriendo del gran salón.
Los príncipes abandonaron el salón, mientras los guardias más cercanos a sus altezas los miraban, ambos se encontraron con la capitana de las sombras, quién se veía bastante alterada y asustada, a sus espaldas sus dos acompañantes, luciendo igual de asustada que ella.
