Capítulo 26

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El tiempo pasaba tan lento en aquel lugar. Big se sentía incómodo. No encajaba en aquella familia y mucho menos dejaba de pensar en Dragón.

“¿Cómo estará?”

“¿Qué estará haciendo?”

“¿Estará molesto?”

“¿Qué habrá sucedido cuando me esperó aquel día y nunca aparecí?”

“¿Todavía me amará?”

Aquellas eran solo algunas, de las miles, de preguntas que pasaban por la mente de Big a diario.

—¡Mesero, dos limonadas!

Big regresó a su realidad y se apresuró a servir las bebidas. Había conseguido un trabajo en un tranquilo local, pero debido a que se encontraba en la calle más concurrida y parecía ser famosa por su buena comida, Big no podía darse el lujo de tomar un buen descanso.

La comida era preparada y los postres estaban listos para servirse al igual que las bebidas, Big iba de un lado a otro, siempre con una sonrisa en su rostro.

Trabajar le había ayudado a pasar los días, a no pensar demasiado excepto por las noches. Su mente podría mantenerse ocupada, las horas corrían rápido y ganaba dinero que no gastaba por nada del mundo; porque estaba ahorrando para comprarse un teléfono.

Park, el chico que trabajaba en el mismo local y con el cual Big había tenido una rápida conexión, se dió cuenta del gran sacrificio que Big estaba haciendo para no malgastar su dinero. Park era un chico muy alegre y sociable, y cuando salía del trabajo junto a Big, siempre tenía apetito por la comida chatarra, entonces notó que Big no malgastaba por nada.

—¿Para qué ahorras?— preguntó un día Park.

—No lo entenderías.

—Dimelo.

—¿Podrías prestarme tu teléfono?— preguntó Big.

—¿Para qué?

Ambos estaban caminando, Park iba comiendo también, y aunque había invitado a Big, este no aceptó porque estaba cuidando su figura.

—Necesito llamar a alguien.

—Okay...— Park metió sus manos a los bolsillos para sacar se teléfono.

—No, no ahorita, después.

—¿Qué, por qué?

Big estaba pensativo:

¿Cómo podría contactarse con Dragón? No conocía su número de teléfono, se suponía que para eso era el teléfono que Dragón le había comprado, y el cual no alcanzó a recibir. Entonces, Big inmediatamente pensó en George, su hermano.

—Mejor sí, dámelo.

El plan de Big era contactarse con George, porque después de que su hermano lo había abrazado antes de venirse, creía que tendría su apoyo para aquella situación.

Big inmediatamente llamó a George.

[ . . . ]

Dragón: papá me ha insistido en aplicar el examen para su dichosa universidad, pero no te preocupes amor, de aquí no voy a moverme. Te esperaré.

Big: ¿Por qué no lo piensas? Estarás mucho mejor capacitado.

Dragón: lo entiendo y quizás lo pensaría en otra situación, después de todo, no es como si la carrera me gustase mucho.

George no escribió más.

Dragón esperó la respuesta, pero después de un tiempo, envío otro mensaje al no recibirlo.

Big Dragon (Bigdragon)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora