Del odio al amor, eso siempre decían todos, pero ytikcauQ estaba cansado, el estaba perdidamente enamorado de Uzul, pero este siempre que le veía solo pensaba en la forma de matarle ya que lo odiaba con todo el alma.
¿por qué seguía luchando por qué...
Jamás en la vida hubiera imaginado encontrar la felicidad, estaba destinado hacer infeliz a vivir solo, sufrir por algo que no hice, asta que llegaste tu, llegaste con esa sonrisa esas bromas pesadas esas malas palabras siendo tan sincero y diferente a todos, ahí estuviste cuando nadie más estuvo.
Todos tenemos miedo, siempre pensamos que talvez no somos lo suficientemente buenos para alguien, talvez miedo al rechazo o miedo de lastimar a esa persona como nos lastimaron, pero por qué no intentarlo, puedes perder como puedes ganar, nadie sabe si no lo intentas.
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Un castaño se encontraba en medio del bosque camino al pueblo, el día de hoy llegaron dos nuevos héroes, no era algo que le emocionará la verdad después de todo sabía que serían una sopa de veneno para el, unas piezas más en su tablero de ajedrez, al llegar a las primeras casas noto a una joven pareja, la cual estaba tomada de las manos mientas sonreían, soltó un suspiro, talvez podria parecer el villano pero en el fondo muy en el fondo su sueño era poder tener lo que nunca tuvo, una familia normal, sacudió su cabeza como negación para seguir su camino, al llegar ya todos estaban ahí saludando a los nuevos, este solo miraba de lejos asta que su mirada se cruzo con la de aquel azabache, sus miradas estuvieron fijas por un pequeño momento pero para ellos fue una eternidad, el castaño no quería apartar la mirada, quería seguir mirando aquellos hermosos ojos, asta que sintió como el azabache rápidamente miro hacia otro lado.
Todos se habían marchado después de saludar y poner TNT por todo el pueblo, Uzul caminaba tranquilo hacia su casa asta que escucho pasos tras de él, al voltear miro como alguien se escondía tras de un árbol, podía ver qué era el nuevo, así que simplemente finjio no verlo para seguir caminando, podía escuchar sus pasos tras de él, pero no les tomo importancia, asta que se paró de repente, así sintiendo como alguien se golpeó contra su espalda volteando la mirada hacia el, el cual ahora tenía una máscara, eso le provocó enojo y decepción al castaño, realmente quería ver su hermosa mirada, el azabache se acomodo el gorro para pararse firme noto como este saco algo de su bolsillo entregándolo al castaño el cual lo tomo con duda, al ver que era se llevó la sorpresa que era un pequeño dulce ¿Que mierda? Pensó el oji rubí, jamás había comido uno en su vida ni siquiera sabía que era, y el azabache pareció notarlo.
─ ¿Jamás había comido un dulce? ─ agrego para sacar otro pero ese tenía un color diferente
─ Uhm....no...además quien mierdas eres, como se que esto no tiene una sustancia rara? ─ el castaño trato de ocultar sus ciertos nervios.
─ ¡Cómo que nunca comiste un puto dulce! Vives bajo una piedra o que pinche viejito! ─ este estaba casi gritando cosa que al castaño no le gusto mucho
─ Escucha ¿si me como esto dejaras de joderme? ─
─ Juro por la virgencita de Guadalupe que te dejare de molestar, si comes el dulce también juro que no le puse nada, ni siquiera agua de calzon! ─
