El principio

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ℕ𝔸𝔻𝕀𝔼 𝔼𝕊 ℙ𝔼ℝ𝔽𝔼ℂ𝕋𝕆 : 𝑬𝒍 𝑬𝒙𝒕𝒆𝒓𝒊𝒐𝒓

ℕ𝔸𝔻𝕀𝔼 𝔼𝕊 ℙ𝔼ℝ𝔽𝔼ℂ𝕋𝕆 : 𝑬𝒍 𝑬𝒙𝒕𝒆𝒓𝒊𝒐𝒓

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| 𝐓/𝐍'𝘀 𝐏𝐎𝐕

Una fuerte luz inundó mi habitación, y aquello significaba solo una cosa, Anne y Luna habían venido como de costumbre a despertarme.
Ellas dos eran las criadas más cercanas a mi, pues me cuidaron desde que tengo uso de razón.

Con algo de cansancio me senté en la cama mientras tallaba mis ojos, tratando de acostumbrarlos a la luz, parpadee un par de veces aún adormecida.

—Señorita ya es hora de levantarse —me dijo Anne con una sonrisa y yo solo la miré—. ¿Pasa algo? —preguntó

—No, nada —respondí para luego sonreír

—Dejen de charlar, hay que prepararla para la escuela, señorita —nos dijo Luna, sería, como de costumbre. Anne y yo asentimos yendo al baño para hacer la rutina que siempre hacía.

Sinceramente no me gusta mucho que Anne y Luna me acompañen al baño, me elijan la ropa, me ayuden a prepararme y todo eso, pero estoy obligada por mi padre.
Cuestión que fui al baño, me bañé, hice todo lo necesario y me cambié.

Mi ropa consistía de un vestido de color azúl arriba de las rodillas, la parte de arriba simulaba un chaleco del mismo color, y la camisa por debajo era blanca con una pequeña corbata blanca amarrada con un lazo; Me puse una pequeña prensa blanca y azúl en el cabello y un flor en mi pecho, como pequeño detalle del vestido. Mis tacones son del mismo color y unas medias un poco más oscuras.
Tampoco tenía mucho para escoger, pues me dirigía a la escuela y ese era el lujoso uniforme que tenía que llevar.

Luego de vestirme, bajé a desayunar para encontrarme con mi padre, serio, en la mesa, comiendo y hablando con un hombre de aproximadamente unos 34 años. Ambos me miraron mientras me sentaba en la mesa para desayunar, era un huevo, unas salchichas, pequeñas rodajas de tomate y unas tostadas, un café recién hecho y un flan como postre a mi izquierda.

—Bueno, Mauro, eso es todo, ya te puedes ir —le dijo serio

—Sí señor —murmuró retirándose.

—¿Ahora no saludas? —me preguntó mi padre

—Pensé que no querías ser molestado, solo eso —le respondí

—Bueno, tienes razón —admitió sonriendo para luego llevarse un bocado de su comida.

Disfrute el desayuno lo mas que pude, y si bien no me encantaba no iba a desperdiciar comida como una niña malcriada, desde siempre cuando como, pienso en aquellos niños que mueren de hambre, aquel pensamiento hace que se me revuelva el estómago pero para mi mala suerte no podía hacer nada por ellos.

Luego de desayunar me tenía que ir a la escuela.

—Bueno, me retiro a la escuela, padre —me levanté de la mesa

ℕ𝔸𝔻𝕀𝔼 𝔼𝕊 ℙ𝔼ℝ𝔽𝔼ℂ𝕋𝕆 | ʀᴏɴᴏʀᴏᴀ ᴢᴏʀᴏ x 𝑭𝒆𝒎!Reader [En Revisión]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora