𝑶𝒍𝒅 𝑶𝒎𝒆𝒈𝒂 [MobRei]

°18°

"Decepción"

...

El alfa caminaba tranquilo por los pasillos. Estaba yendo a su oficina, después de aquel discurso necesitaba un poco de tranquilidad y liberación de los olores que hubo en aquella sala. 

Hacía apenas unas horas de su anuncio y la ciudad se estaba convirtiendo justamente en lo que esperó. 

En todo un caos. 

En todo aquel caos que sus padres le dijeron que era merecedor. 

Pero a pesar de que iba tranquilo, la repentina sensación de que alguien estaba tras de él lo invadió. 

—¿Qué quieres?— Preguntó a quien quiera que estuviera atrás. — La operación ya inició ¿no deberías estar atacando?— El hombre rio con soberbia. 

—Los espers terroristas de la “garra” llevan 20 años preparándose pero aún tienen cadencias—. Afirmó mientras le daba una calada a su cigarrillo y expulsaba el aire. —Experimentan con espers artificiales  y buscan por todo el mundo… no han hecho más que “fortalecer” su ejército—. Touchirou iba a continuar con su andar, suponía que es hombre se trataba de algún infiltrado así que se lo dejaría a alguno de los súper 5. O al menos iba a hacer, ya que no pudo evitar sentirse ofendido al escuchar el tono que el extraño usó con él.

Más porque noto que no tenía olor, lo que lo planteaba como un beta, un beta que le habló como si fueran iguales, y eso no le gustó.  Fue así que el alfa decidió darse la vuelta para confrontar al otro hombre.

—¿No estás de acuerdo con tu recompensa…? ¿O dudas de nuestro plan?— El esper empezó a reír. 

—Dios… en serio con esto estoy a nada de sentir pena por ti… tu falta de información es tu perdición anciano … no solo eres consciente de que el gobierno te espía, sino que no conoces la identidad del tipo que tienes en frente—. Touchirou solo lo miró indiferente. 

—Déjame adivinar… eres un asesino y te envío el gobierno…—. El nombrado amplió más su sonrisa.

—Sip, los otros mercenarios quizás ya están acabando con los tuyos mientras hablamos… pero bueno… no importa, lo que importa es que fuiste traicionado antes de poder probar el sabor de la victoria–. El hombre soltó su cigarrillo, el cual cayó al suelo, donde lo pisó para apagarlo. —No habrá ni un puto párrafo de ti en los libros de…—.

Pero no terminó de hablar porque la repentina sensación de tener a alguien detrás lo invadió.  Rápidamente se dio la vuelta solo para encontrarse con un hombre que por su ropa y aspecto en general  podría ser confundido con alguien sin hogar.

—¿Le mentiste al presidente Suzuki?— Preguntó el extraño con un tono de verdadero asombro que quizás en otra ocasión habría parecido gracioso. —Eso no es bueno… ¿sabes que pensarán de ti los demás?—

El beta sin vacilación se puso en pose de ataque cuando el otro terminó, solo para posteriormente dar un ligero salto y soplar con todas sus fuerzas, haciendo que de su boca saliera un humo blanco, el cual le dio de frente al otro macho quien por lo visto no tuvo mucho tiempo para pensar, ya que de a poco el extraño humo comenzó a endurecerse haciendo así una especie de pared, la cual los separó.