Le pedí a mi hermana que le dijera a papá que Elliot y yo estamos en el hospital.
—¡Hijo!— Mi madre se levanta como un resorte de la silla donde estaba sentada. —Oh, hijo mío—, exclama con voz ahogada y abre los brazos y, por primera vez en toda mi vida, entro en ellos con gran placer y me abraza. Me trago mi emoción y me aferro al refugio de ella, sintiéndome más que agradecido y aliviado después de ese horrible despertar.
— Mamá —susurro con voz trémula.
— Gracias a Dios estás bien, recé mucho para que volvieras a mí, ¿dónde está tu hermano? ¿Estás bien? ¿No les pasó nada?— Dice y se aleja un poco de mí, mirándome de pies a cabeza, examinándome con los ojos.
Sus ojos están llenos de lágrimas, su rostro brilla con emoción y alivio.
— Elliot está en una de las habitaciones, no se encuentra muy bien — le respondo en un susurro.
— ¿Que le pasó a tú hermano? El está bien ¿Verdad?—
—¿Que le sucedió?— Pregunto haciendo caso omiso a su pregunta mientras mi mirada se dirige a mi esposa —¿Está inconsciente?— pregunto preocupado.
Mi Ana está pálida. Tiene los ojos cerrados como si estuviera durmiendo.
— Está sedada, se puso histérica... — Me responde mi madre — Dime, ¿qué le pasó a tu hermano? ¿A qué habitación lo han llevado?— Añade preocupada.
— Y el bebé, ¿está bien? —murmuro, mi madre no se sorprende, por lo que deduzco ya sabe que Ana está embarazada.
—El bebé está bien. —
—Oh, gracias a Dios.— Una ola de alivio me recorre como un ciclón.
Me acerco a mi esposa, tomo su mano y le beso los nudillos. Perdóname. Perdoname por todo.
—Hijo, por favor dime dónde está tu hermano—, insiste mi madre con un tono preocupado.
— Me imagino que lo llevaron al quirófano para sacarle la bala.—
—¡¿Bala?!— Ella grita asustada: —¿Le dispararon a tu hermano? ¿Dónde?— agrega, aterrorizada.
— En el muslo. No puedo decirte mucho, necesito estar con Ana, ¿cuándo despertará?—
— Cuando pase el efecto del sedante, iré a ver si mi hijo está bien — me aprieta el hombro — no te imaginas la felicidad que siento al tenerte aquí, aunque por otro lado me preocupa tu hermano.
— Estará bien, Elliot es fuerte — respondo — también me hace feliz estar aquí después de lo que pasamos, pero ya habrá tiempo para que se enteren del horrible despertar que tuvimos Elliot y yo.—
Pongo mi mano sobre la de ella y la aprieto.
— Te quiero mucho mamá — me sonríe, sé que casi nunca le digo que la quiero, pero después de lo que pasé, creo que debería ser más demostrativo y cariñoso con mi familia.
— Yo también, y no te preocupes por Ana, se despertará pronto y estará feliz de verte— mmm, eso espero. — Felicidades por el bebé, vamos a celebrarlo ¿Verdad?— Asiento no muy seguro, tal vez debamos esperar los primeros meses antes de dar la noticia, — ahora tengo que saber cómo está mi hijo mayor, nos vemos luego— se da la vuelta y camina hacia la puerta.
Pongo toda mi atención en mi esposa.
Muevo la silla donde estaba sentada mi madre y me siento al lado de Ana. Tomo su mano con ternura, feliz de ver que está cálida. Le apreto suavemente, con la esperanza de despertarla.
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MI DULCE REDENCIÓN
FanfictionLuego de abandonar a Christian, Anastasia trata de rearmar su vida, pero sé da cuenta que no puede hacerlo sin él. Intentarán acercarse nuevamente , pero ¿Será tan fácil? ¿Cómo se tomará él, los motivos que llevaron a Anastasia abandonarlos? Una ex...