14

1.6K 100 82
                                        

[....]

Wanda y los niños finalmente llegaron al departamento, ella curó las heridas en los brazos de MJ aunque tardaría semanas en que se cicatricen, Peter vio el apartamento de la castaña quedándose maravillado ya que el sitio era mejor donde vivía antes con May. Después revisaría la habitacion, ahora lo importante era ver a su amiga.

Ambas féminas están en el sofá donde la mayor usando algodón terminó por limpiar la última herida mientras MJ suspira, de verdad sentía un ardor en cada parte. Wanda cerró la caja del botiquín poniéndola sobre la mesa.

—Listo, ya está —Sonrie Wanda mirando a la chica para después levantarse— Tardará un tiempo que cicatricen, esa desgraciada te pegó fuerte con el látigo.

—No pasa nada, he tenido peores heridas que esta —Respondió Mj a Wanda que prestó atención a lo último dicho por la joven—Agh Igual dolerá mañana.

—¿Estás acostumbrada a que te golpeen? —Preguntó Wanda con algo de sorpresa en su voz y sintiéndose mal por la niña, ¿Tantas cosas le pasó en estos años?

—Si Igual, no se preocupe estaré bien, he estado toda mi vida acostumbrada a recibir golpes —Respondió MJ con una sonrisa.

—Alguien como tu no debería estar acostumbrada a ser lastimada —Dijo Wanda en tono de lástima y enojo por aquellas personas que la maltrataron.

—Bueno a veces hay que afrontar los retos que te da la vida y si alguien sabe de eso soy yo —MJ se recostó en el sofá, chocando su espalda contra el mueble.

La mujer no dijo nada, realmente estaba sorprendida de que una niña como ella fuera golpeada, ¿acaso esa clase de gente se volvieron dementes? Afortunadamente Peter la salvó y eso cualquiera no lo haría, su alumno si que era una caja de sorpresas, no solo es valiente sino un héroe.

—¿Tienes hambre? —Ve a la chica que asintió con cierta vergüenza ya que el estómago le comenzó a gruñirle— Les preparé algo para comer, espera ahí.

—Está bien y gracias por ayudarme señorita.

Agradeció ella completamente sincera, la mujer sí que era alguien buena, no como otras personas que conoció en las calles y Wanda le sonríe levemente— Oh no tienes porque agradecerme, pasaste por muchas cosas al igual que Peter y...si soy honesta ustedes me recuerdan a mi.

—Eh, no entiendo —Preguntó ella confusa queriendo saber un poco pero la profesora se da cuenta que habló de más.

—Nada, olvídalo, iré a alistar la comida.

Wanda fue a la cocina sonriente a preparar la cena que había sobrado de la tarde y la re calentó mientras que el castaño se acercaba donde su profesora quien voltea y mira a este, los dos no dijeron nada, solo se abrazaron como si ellos no se hubieran visto después de años.

El abrazo duró unos segundos entre ambos, de verdad se extrañaron, y se necesitaron mucho este tiempo en el que estuvieron separados pero su vínculo era fuerte y la sola idea de que se separen le dolía tanto a Wanda la cual no sabría si puede aguantar otra vez, probablemente no.

Pero estar junto a ella era lo que importaba.

—Profesora Wanda —Oler el aroma a vainillas de la mujer era exquisito— Creí que no volvería a verla.

—Yo también pensé lo mismo —Susurra ella abrazándolo un poco más fuerte como si su vida dependiera de eso.

La castaña se aparta y con sus manos toca las mejillas de Peter, mirándolo fijamente donde el niño se perdió en los ojos verdes de su maestra— Nunca más nos separaremos ¿de acuerdo? —Dijo Wanda con la voz algo quebrada, no era momento de ponerse tan sentimental pero cedió.

La Profesora MaximoffDonde viven las historias. Descúbrelo ahora