Jeff The Killer, Jane The Killer, Homicidal Liu. Después de compartir un pasado traumático, los tres se ven conviviendo en una misma casa mientras intentan solo existir con lo que les dejó su vieja amistad adolescente.
Mientras Jane está convencida...
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•Maratón navideño/Capítulo 11 "Inicio del héroe".
Los días nublados solían ser sus favoritos, fríos, húmedos pero no lo demasiado como para tener que quedarse en casa, salir a jugar con su hermano o su vecina, poder correr de los abusones que buscaban hacerle la vida imposible y tener una tarde agradable bajo las nubes. No a todos les gustaba, parecían días tristes, amenazantes con llover, pero para él eran una razón más para que se sintiera satisfecho de donde se mudaron. Le gustaba ir a un parque infantil con su hermano mayor, Liu, y jugar a la pelota.
Ese día su padre estaba en casa, pero había aprovechado para ir al parque solo. Solo, ya no podía ir de otra forma, su hermano estaba en el reformatorio al defenderlo y cargar con la culpa de apuñalar a uno de sus abusones en defensa propia. Su vida en ese momento estaba peor que el cielo: Los acosadores buscaban venganza y le perseguían a todas partes intimidándole hasta que el afectado se recuperara; su padre se ensañaba con él más que nunca, tenía dos moretones en las piernas, el ojo morado comenzaba a volverse amarillento regresando a su color natural, se sentía avergonzado de donde había tenido sus manos; por otra parte, sus brazos ardían al contacto del algodón en las heridas que se produjo él mismo.
—¿Jeff? ¿Estás aquí?
Odiaba su nombre, el nombre que su padre le dio. Estaba acurrucado bajo el tejado de los juegos de niños, la voz femenina y dulce de Jane le alertó y se encogió intentando ocultarse mientras bajaba la capucha de su sudadera aún más. Tenía los ojos rojizos, llorosos e hinchados, no se dejaría ver de tal forma.
—Que te he visto.
La chica castaña trepó hasta donde él estaba, encontrándose al Jeff de apenas 13 años con un aspecto que le causó pena instantánea. Jane sabía que su amigo sufría de muchos problemas con su padre, escuchaba los gritos y más de una vez le avisó a su padre de ello, que para eso era policía, pero solo le respondía lo mismo siempre:
"Cuando reciba un aviso de los adultos, podré actuar."
Patrañas, mentiras, solo estaba evitando la realidad, no quería ayudar a ese niño al pensar que no era estable. Ella lo conocía, Jeff no era malo, solo tuvo mala suerte.
—¿Qué te pasa? ¿Es por Liu?
Nombrar a su hermano mayor solo hizo que gimoteara un poco, secando sus lágrimas. No era exactamente eso, pero lo echaba de menos, intentaba mantener la esperanza de que saldría pronto.
—N-No es eso...es mi padre.
—Oh...
Bajó un poco la mirada para después solo abrazarlo, no podía hacer mucho más. El ojiceleste cerró los ojos sintiéndose reconfortado en su cuello, era una chica bien educada por unos padres amorosos, cosa que dentro de él solo despertaba una molestia, ¿Eran celos? Su madre sí era amorosa, pero su padre...sería más feliz si Peter no existiera.
