Tuve suerte de sobrevivir los primeros días del apocalipsis, estaba destinado a la muerte de no ser por la ayuda que recibí de un grupo en una farmacia en Macon, fue gracias a este grupo que pude conocer a quien se convertiría en mi compañera en est...
Una semana había pasado desde el incidente de la granja, en aquel tiempo nuestro motel, el refugio que teníamos se había convertido en una zona peligrosa, los bandidos se habían fijado en nosotros y ahora atacaban por las noches nuestras defensas, cada día nos levantábamos con más flechas atascadas en las paredes de la cerca.
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- Creo que cuento 12... - dije en voz alta.
- ¿Seguro? Yo cuento 15. – respondió Carley, era un poco macabro el juego que habíamos creado de contar las flechas que podían habernos asesinado en el ataque de la noche anterior.
- Esas no cuentan, están rotas... -
- Esto me está cansando... mantente lejos de la cerca, este lugar ya no es seguro... - dijo Carley.
- ¿Es necesario? A veces Doug necesita ayuda con las campanas cuando fallan... -
- Si necesita ayuda, yo iré, será mejor que no salgas y te mantengas a salvo. –
Continuamos charlando durante un rato hasta que vimos entrar a Kenny y a Lee, volvían de su viaje a la ciudad y por lo que vi, habían conseguido algunas cosas. Cruzamos miradas por un momento y nos saludamos con la mano, pude notar cómo entraron a la habitación de Lilly para reportarse sólo para segundos después, empezar a escucharse gritos desde aquel lugar.
- No otra vez... - dijo Carley con una cara de cansancio.
- Están peleando más seguido que antes... -
- Así es... y eso que ya peleaban mucho desde antes de la granja. – respondió Carley mientras iba a ver lo que sucedía, obviamente decidí seguirla.
- No podemos cruzar los dedos para seguir encontrando autos abandonados –
- Cada vez que pasa algo lo usas como excusa para irnos del motel, sólo pido una semana de paz, de no escucharte hablar de eso. –
- ¿Sabes cómo conseguimos los suministros? Dejamos a una chica morir ahí afuera. – confesó Kenny.
- ¿Qué? – preguntó su esposa que se unía a la conversación.
- Una chica salió de un callejón y empezó a llamar la atención de los caminantes, estaba mordida y nos dio tiempo para conseguir lo que quedaba de la farmacia. – respondió Kenny.
- ¿Y la dejaste morir como cebo? Dios... ¿Qué está pasando? –
- No estabas ahí, Lilly.-
- ¿No pudieron salvarla? – preguntó Carley.
- No empieces con eso, fue lo más inteligente que pudimos hacer. –
- Que bien que pienses que ser un asesino es inteligente, le das un gran ejemplo al niño que siguió tus pasos en la granja... - dijo Lilly mientras me veía de reojo.
- ¡Hey! No te metas con el niño. – le reclamó Carley enojada.
- No soy un niño. – añadí.
- Mantente fuera de esto, niño. – dijo Carley mientras me daba dos toques a la cabeza.
