SS Justus: El Bello Durmiente

369 32 4
                                    

¡¡¡HOY HAY MARATÓN!!! SI INGRESARON DIRECTO A ESTE CAPÍTULO REGRESE HASTA EL NUMERO 14 PORQUE PUBLICAMOS CUATRO CAPÍTULOS.

----------------------------------------------------

"Mi señora, he llegado" dijo en cuanto llegó a la cita, su Aub lo había mandado llamar antes de que sonara la primera campanada, él acostumbrado a estás llamadas había ido rápidamente.

Él servía a la familia ducal de manera indirecta, desde que se graduó de la real academia, ¿El motivo? Él hacía trabajos para Aub y su esposo, todo bajo la capa de Verbergen, cosas que solo necesitaban de la más absoluta discreción y que si en algún momento lo atrapaban el debería suicidarse antes de que le leyeran la mente.

Estaban en su punto de encuentro normal, lejos del castillo, en una casa abandonada en el bosque de los plebeyos, para llegar a ella era fácil, ya que tanto su casa como el castillo tenían un túnel que los llevaba directamente allí, si alguien se enterara de esto sería un gran escándalo, es por esto que ambos estaban atados a un contrato mágico nivel país donde se nos prohibía hablar sobre esto y nuestras relaciones pasadas o futuras, por qué si, Aub y su esposo también lo habían firmado, diciendo que está relación era de confianza mutua.

"Necesito que hagas un trabajo para mí" había dicho ella.

"Lo que mi Aub necesite" dijo arrodillándose.

"Primero escucha, la tarea que te ordenare es fácil y aunque espero que no lo rechaces, comprenderé si lo haces y no se castigará" insistió la mujer, su esposo estaba parado detrás de ella con una sonrisa de disculpa, Justus ya se había acostumbrado a las locas ideas de su maestra y a las disculpas de su cónyuge.

Esto lo sorprendió, generalmente ella ordenaría y el cumpliría, era la misma relación que tenían desde los últimos años, no preguntó u simplemente asintió, comprendiendo la orden.

"Anoche vino alguien de la soberanía, anda en busca de los mejores médicos, quien sea seleccionado deberá quedarse en la Soberanía de manera permanente aunque no sé por cuánto tiempo, creo que se el motivo, hijo de Zent fue atacado, y está inmerso en Jureve, me gustaría que aceptarás el puesto y lo atendieras" dijo con la tranquilidad de quien lanza una flecha mortal sin saberlo.

"Aub, ¿puedo saber por qué debería asegurar el puesto?"

"Lamentablemente no puedo decirte, al menos no aún, quizás si me traes lo que necesito pueda contarte el secreto..." sonrió mientras dejaba la frase al aire, mi curiosidad solo aumentó, ella sabía cómo atraerme a una de sus locas misiones. La mujer inclinó su cuerpo hacia mí, la sonrisa en su rostro era la misma que puso cuando le presenté las pruebas contra su madre. "Valdrá la pena... es un secreto tan o más valiosa que la piedra Fey del señor del invierno o incluso que la flor que tanto trabajo te costó conseguir para mi".

'Conseguir esa maldita flor fue un dolor de cabeza, Blumens Ranche o Rozemyne como la llaman los plebeyos, es una planta hermosa, pero peligrosa, pensé que moriría más de una vez'

"Acepto, seré Sewheit y Ordosneri para ti" dije rápidamente los ojos de ella brillaron de satisfacción, me mordí la lengua, había caído en su trampa.

Lord Frederick solo se reía atrás de ella, una vez más había caído en las garras de su esposa.

.....

La ida a la Soberanía fue igual de tediosa que siempre, lleno de nobles llenos de sí mismos, la perversión se olía en el aire, sin embargo, esto le servía, los nobles arrogantes hablaban más con algunos halagos derramados en sus oídos, así que fue fácil enterarse de que al parecer el príncipe estaba enfermo, no sabían exactamente de qué, pero casi todo su séquito original fue enviado de regreso a sus ducados, también corría el extraño rumor de que el erudito más leal de Zent había muerto en las circunstancias más extrañas otro de los rumores estaban asociado al palacio maldito, el jardín de Zent, según decían, algunos nobles había visto a dos mujeres correr en persecución con una niña en brazos, el único rasgo distintito era el cabello, algunos decía que era negro, otros que era azul, otros decían que era café. Quienes vieron esto no se quedaron lo suficiente como para dar más detalles, preferían no interferir en los asuntos de la realeza.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Dec 17, 2022 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

La flor y el demonio: Libro 1: La Flor del Desierto BlancoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora