La flor y el demonio: Libro 1: La Flor del Desierto Blanco

Capitulo 13: La Tierra del Viento

Bueno, este es el ultimo capitulo de este mini maraton de tres capítulos, (11, 12 y 13)

Por favor ten cuidado y asegurate de haber leido el correcto

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Siegfried, su hermano y erudito principal había muerto de un modo espantoso por accidente.

Ferdinand, su único hijo y heredero, fue sumergido en jureve sin que nadie pudiera ayudarlo más. Había caído envenenado y ningún médico sabía decirle cuánto tiempo estaría dentro o si saldría vivo de ahí.

Si el Zent creyera en los dioses, habría orado con fervor, cuestionandolos por recibir tanto castigo luego de negarle otro heredero sin importar cuánto intentara preñar a todas sus esposas y a su flor. Pero era un hombre sin fé para quien los dioses eran una mera formalidad. Un efímero consuelo para ignorantes y plebeyos.

No, esto era solo mala suerte y nada más.

Luego de ser revisado y medicado. Luego de dedicarse en su jardín, dejando a una de las flores en pésimas condiciones, Zent decidió ponerse manos a la obra. Siegfried era insalvable. Mientras su semilla no encontrará suelo fértil en sus esposas, Ferdinand era todo lo que le importaba.

"¡Quiero una lista con los mejores médicos y expertos en venenos de todo Yurgensmith!" fue la primera orden que dió al volver a su despacho, cuatro días después de la muerte de su hermano "no me importa de que ducado sean, los quiero a todos en la Soberanía lo antes posible".

"¡Cómo ordene, majestad!" respondieron sus asistentes y eruditos, saliendo de inmediato a buscar en los registros de la Academia Real. Solo se quedó con un par de asistentes y eruditos.

"¡Capitán!" llamó el hombre al jefe de sus caballeros, el cual no tardó en ponerse de pie frente a él "quiero que busquen en la memoria de todos aquellos que estuvieron presentes cuando el príncipe fue envenenado. Quiero la cabeza y la medalla bautismal del responsable de que mi heredero esté ahora en jureve, ¿comprende?"

"¡Si, Majestad! ¡Sus deseos son mis órdenes!"

El capitán salió junto con varios caballeros.

Zent respiro, sintiendo que recobraba un poco del control perdido. Quería nombres, quería sangre y lo iba a conseguir.

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Toda la familia archiducal de Eisenreich estaba reunida en la oficina de Aub, Georgine los miraba a todos sin mediar palabra la tensión era bastante palpable en el aire. Lo que hizo que Rozemyne tragará saliva levemente.

"Rozemyne querida por favor", dijo Georgine y la niña se levantó de su asiento entre la archiduquesa y su esposo Dedrick.

"¿Puedo orar por una bendición en agradecimiento por esta reunión fortuita, ordenada por los ríos puros que fluyen de Fluhtrane, la Diosa del Agua?"

"Puedes", respondió Adalbert como el de mayor estatus de todos.

"Oh Flutrane, Diosa del Agua. Que le concedas a la familia archiducal tu bendición", ella dijo y su anillo empezó a brillar una enorme bola de luz verde bolo y explotó cayendo sobre toda la familia archiducal tanto principal como colateral. "Mucho gusto, mi nombre es Rozemyne".

Todos miraban con asombro a la niña, Georgine y Dedrick inflaron el pecho con orgullo paternal, esos dos habían asumido el papel de padres por completo.

"¿Georgine... ¿Ella es tu hija?", preguntó su padre, todos los demás asintieron como si tuvieran la misma preguntá su color de cabello, era parecido al de Adalbert, Georgine y Sylvester así que era comprensible.