El precio De La Hermandad

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Concentración y calma, son cosas que aunque Luz no dominara, eran vitales para ella. Cada pequeño detalle y pequeña pieza debía estar perfectamente puesta. Su cristal Kyber flotaba en el aire mientras las piezas giraban alrededor en una frágil armonía. -concentración- Luz busco en lo más profundo de su mente, finalmente tuvo la imagen que quería. Cada pieza fue puesta y armada en segundos. Formando un improvisado mango de sable luz -¡Sí! Ahora si lo tengo.

-Entonces, ¿se supone que eso es una espada llameante de destrucción masiva?- King observo por más de 15 minutos a Luz armar aquel artilugio con piezas que Eda guardaba como desperdicio humano. El no entendía en lo absoluto el funcionamiento de aquel "mango" de espada. Salvo la breve explicación de que eso era un arma con la capacidad de cortar absolutamente todo.

-No es un arma de destrucción. Es una herramienta. La herramienta ideal de un Jedi. Aunque ahora será aquello que evita que me coman- todas sus aventuras le llevaron a conclusión de que de momento, su electrovara la mantenía a salvo de muchas amenazas, pero necesitaba algo mejor y algo que pueda atravesar la piel del próximo monstro de 7 metros que intente devorarla -ahora, ¡por la Fuerza funcio...- Luz nada más presionar el botón de encendido el mango comenzó a chispear antes de desarmarse en su mano.

-Eso... eso no debía pasar, ¿verdad?

Luz simplemente gruño en derrota, este era la 5 vez esta semana, no sabía por qué, pero cada vez que intentaba rearmarlo, o no prendía, o se desarmaba en sus manos. Se recostó en el piso cansada, ese era las últimas piezas que podían funcionar de las que había a mano.

-Oh vamos no te desanimes, apuesto que este hombre de metal puede ayudarnos- King mostro a la reciente revivida cabeza de un droide de una noche de locura, cuando intento crear su propio ejército y termino en una rebelión y masacre que solo vivirá en su memoria y en la de Hooty-habla traidor- King le tenía cierto rencor. Debido a que fue el quien lidero la rebelión de su ejército y como Hooty lo regurgito cuando intento comérselo, tenía que lidiar aun con él.

 -Btzzz el señor del mal habla. Btzzz pero mis capacidades están limitadas, y la inteligencia de esta Jedi también- el droide dijo mientras chispeaba de su cuello y parte de su cabeza.

Luz atrajo su almohada con la Fuerza para ahogar un fuerte gruñido de frustración. De todas las cosas que podía tener de la galaxia conocida, la voz de esos molestos B1 era de lo que menos quería. De no ser porque King le parecía tener cariño, ella ya lo hubiera estrujado hasta que no quedaran ni los cables.

King pateo la cabeza en enojo, su subordinación no conocía limites -ya me encargare de ti- King fijo su mirada en su amiga que seguía hundida en su derrotas -vamos Luz, llevas mucho de tiempo con eso, es la hora de la comedia de Luz y King- King se abalanzo sobre Luz la cual se asomó su cara de la almohada.

-Hey la comida esta... oh no- Eda al instante de ver como King intentaba meter un cartón de papel higiénico en su hocico supo que llego la "hora divertida" cosa que a pesar de su nombre, duraba más de una hora y Ella no estaba lista para más. Rápidamente, dio medio vuelto alejándose de ambos.

Luz se rio más por el hecho de la negativa de su maestra que al chiste que King estaba contando, sentándose dándole toda su atención a este, rascándolo y dándole mimos -eres el rey de la hora de la comedia.

-Si lo soy.

Desafortunadamente para King la hora de los mimos no duraron, la bola de cristal que Luz ahora usaba como alarma comenzó a pitar, anunciando su hora de ir a la escuela -rayos, se me hará tarde- Luz le dio un beso en la cabeza a King antes de moverlo a un lado para marcharse -intenta no extrañarme en mi ausencia.

Magia ArcaicaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora