Cap. 11 - Determinación

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En una enorme y lujosa sala de monitoreo estaban dos tipos de edad mayor viendo a través de unas pantallas la grabación de la pelea de Bright y Win. Estaban cómodamente sentados en unos enormes sillones que eran igual de ostentosos que el resto de los muebles de la habitación.

- "¿Puedes creer que éste muchacho haya hecho todo eso solo para venir por él?"- dijo uno de ellos refiriéndose a Win.

-"...¿Será eso lo que le llaman "amor"?"- le contestó el otro.

Ambos rieron maliciosamente. Tenían planeado volver a separarlos.

Y esta vez sería la definitiva.

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-Win-

Seguíamos acostados, mirándonos a los ojos. Tú jugabas con mi cabello.

-"Y ahora, ¿qué sigue?" - me preguntaste tranquilamente.

Lo primero fue que P'Eed pudiera verte de nuevo. Lloró al verte y no pudo evitar abrazarte. Tú permaneciste tranquilo a pesar de que debió desconcertarte bastante ya que no la recordabas.

Lo siguiente era que nuestro círculo más cercano, nuestras familias, volvieran a saber de nosotros.

Sería un tremendo shock para todos.

P'Eed se encargó de hablar con ellos, pidió ayuda a terapeutas de confianza para darles la noticia y que pudieran procesarlo lo mejor que pudieran. Todo esto sería un proceso largo.

También les hiso saber que ya estábamos buscando justicia para los que te habían hecho esto. Lamentablemente esta justicia no se podía dejar a manos de los medios legales que realmente estaban comprados y se movían a manos de este tipo de gente con poder. Tendría que ser justicia por parte de alguien más poderoso que esta gente. P'Eed tenía el contacto de esa persona, era precisamente quien había pretendido ser mi "dueño" para que yo pudiera participar en las peleas.

Tenía que ser muy cuidadoso con cada paso que daba, no quería abrumarte. Había visto películas en las que los personajes pierden la memoria como "Votos de amor" y hasta "Rápido y furioso" y siempre había un momento en que los personajes se alejaban de su pareja por sentirse presionados a regresar a una vida que no les resultaba familiar.

Yo había tenido más suerte que en esas películas pues te habías vuelto a enamorar de mí casi de inmediato, pero aun así no quería confiarme demasiado.

Sobre todo trataba de ponerme en tu lugar, en lo que pudieras estar sintiendo.

En algún punto te dije que si querías hablar de lo que había sucedido mientras te tenían secuestrado yo estaría dispuesto a escucharte, me abrazaste y me dijiste "gracias" en voz baja.

Me encargaría de que tú también recibieras ayuda profesional, al igual que yo. Porque lo que habíamos pasado había sido algo muy duro, pero finalmente habíamos salido de todo eso.

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