Una risa escapó de mis labios, mientras el protagonista vomitaba luego de escapar de dos matones.
—Él es genial —murmuré, llevándome una papita a la boca.
—Nara, acaba de vomitar —dijo Masha con asco.
—Lo sé —reí.
—Estás loca —murmuró, por lo que le dediqué una sonrisa.
Como todo domingo, Masha y yo hacíamos pijamadas para empezar el lunes juntas. Algo que inicio al entrar al jardín de niños, por el miedo que nos daba enfrentar una nueva etapa, así que rogamos a nuestras madres para que nos dejaran dormir e irnos juntas. Aunque la tradición paso unos altibajos cuando llego Marla, y Masha quiso pasar más tiempo con ella que conmigo, diciendo que nuestra tradición era patética e infantil.
—Oye.
—Um —dije, sin apartar la mirada del televisor.
Noah Centineo es un actor que no consideraba atractivo, pero su forma de actuar, de hablar y gestos eran en verdad fascinante y encantadores para mí.
—Sé que mañana te vas a sentir muy observada, muchos puede que hasta se burlen y hablen de ti...
—Siempre lo han hecho, ¿Qué diferencia habrá ahora? —pregunté, aun con la mirada en la televisión.
—Nara, sabe a lo que me refiero.
—Estoy bien, Masha — tranquilicé.
Ella soltó un suspiro de frustración y tomó mi rostro entre sus manos, haciéndome mirarla.
—No estás bien, y lo sabes, revise tu closet, solo compraste dos vestidos Nara, uno blanco y otro color verde fosforescente, tú odias los colores fosforescentes y el blanco. Y tus ojos están ligeramente hinchados, y aunque te pusiste de seguro miles de cosas para desinflamarlos y casi lo lograste, para mí, que te conozco de toda la vida, puedo notarlo.
—Sí, odio el blanco y el verde fosforescente, pero decidí darle una oportunidad. Y es verdad que llore, pero ya no lo volveré hacer, así que no te preocupes, voy a estar bien, ya te dije que quien perdió aquí fue él, no yo —aparté sus manos de mi rostro y tomé el control—. Ahora tendré que regresarla, me perdí unos segundos por tu culpa.
Ella me sonrió.
—Ah, eres una pesadilla, Nara.
—Lo sé —sonreí.
Cuando terminamos de ver el tercer capítulo, nos acostamos a dormir, y como era de esperarse Masha cayó en un sueño profundo. Siempre he envidado su forma de quedar dormida de inmediato.
Mientras revisaba Instagram, me llego una notificación a mi correo, por lo que lo abrí, y vi que se trataba de la invitación de Smartdragons, anunciando el campeonato de este año.
Mire sus requisitos, aunque ya me los sabía de memoria, pero siempre esperaba que hubiera algo nuevo, me gustaba la innovación, o ese toque y emoción que te dan las cosas diferentes, nuevas. Pero no, las reglas seguían igual, ni una menos, ni una más.
Solté un suspiro y cerré sesión, porque en esta temporada siempre me llegaban mensajes de jugadores invitándome a sus equipos. Amo jugar, como ganar, pero el anonimato me gusta, siento que es algo solo para mí, no tengo que compartirlo con nadie más, por eso cuando Derex dejo de jugar conmigo no lo resentí, porque siempre me enseñaron a compartir todo en mi vida, pero en ocasiones no quería hacerlo cuando eso era muy especial para mí.
Claro, fui tonta antes, porque compartí el tiempo de Derex con Marla, al ser supuestamente amigos.
Al sentir mis ojos cansados, apagué el móvil y dispuse a dormir, mañana sería un día bastaste agitado. Pero soy Nara Weedgood, podía soportar todo. Y aunque a veces me desmoronara, siempre me reconstruiría. Porque los Weedgood somos indestructibles.
GRACIAS POR LEERME
💋💋💋
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Nara Weedgood
Roman pour AdolescentsLa más bella, popular y deseada de bachillerato nunca es dejada. Pero a Nara Weedgood la dejaron. A las chicas lindas solo les interesa verse bien e ir de compras. Pero Nara también ama los videojuegos. Todos piensan que las populares tienen mucha b...