No fue un viaje largo, tan solo se requirieron veinte minutos para poder llegar hacia el edificio del Consejo Supremo, ubicado en el centro de la ciudad de Cibetlo.
Es común pensar que el nombre de aquella metrópoli viene del linaje Cibet, pero su origen etimológico recae en la palabra "Svetlo", que significa luz en un antiguo idioma llamado eslovaco.
De hecho, los apellidos Cibet y Svet poseen el mismo origen etimológico, ambos son un derivado de la palabra Svetlo.
Tarja se detuvo justo antes de entrar al edificio, e interrumpió el extenso silencio.
—Lamentablemente, el señor Zdravko y la señorita Mira deberán ingresar al apartado de los espectadores. Los muchachos serán ubicados en el sitio de los invitados.
Mira, que estaba mirando el edificio, volteó para responderle a Tarja.
—Oh, no se preocupe señorita, nosotros iremos a nuestro hogar... Behemo, asegúrate de venir a nuestro hogar cuando termines, me gustaría pasar tiempo de familia contigo y con Bertram—Exclamó ella un tanto apenada.
Behemo asintió fríamente, y tanto Zdravko como Mira abandonaron el lugar.
—Ya me oyeron, ustedes serán parte de esta sesión extraordinaria.
—De acuerdo...—Dijo Bertram tímidamente.
—Perfecto.
Tras las palabras de Tarja, ingresaron al edificio.
Es increíblemente extenso, hay bastantes oficinas donde trabajan incontables funcionarios.
Tarja caminó rápidamente hacia un pasillo, y los muchachos intentaban emular su rápido andar, fallando constantemente.
Ella está caminando tan rápido que incluso yo me estoy quedando atrás, así que revoloteé con más fuerza.
Al escuchar los tenues zumbidos, Tarja volteó a verme.
Su mirada severa se topó con la mía, pero tras unos instantes, dejó de observarme.
Ah, ya veo, ella es una Entidad Especial...
El largo pasillo finalmente los condujo hacia una gran puerta brillante, y Tarja la abrió bruscamente.
Los tres habían llegado a la sala donde se desarrollan todas las sesiones senatoriales.
Sin embargo, faltaba más de una hora para que la sesión comenzase, y esto se veía reflejado en la cantidad de senadores en la sala.
Tan solo Mikhail Vehovec y Karla Gairs se encontraban presentes, los demás aún no llegaban.
Tarja sonrió bastante al ver a Mikhail, y la expresión dura de este, se ablandó.
—Buenas tardes, estimados—Les dijo Tarja a los únicos dos senadores que se hallaban en la sala.
—¡Buenas tardes, su señoría! —Dijo Karla alegre.
Mikhail no se limitó a responder, tan solo miró a Tarja con una mirada extraña, entre soberbia y seductora.
—Buenas tardes—Le dijo a Tarja a los funcionarios que se encontraban en el salón, que no eran pocos.
Tarja caminó un poco, y se sentó en su silla, ubicada detrás de una tarima.
En una esquina de la sala, había un sitio donde se encontraban bastantes sillas, seguramente para los invitados.
—Siéntense ahí, chicos.
Bertram y Behemo acataron la orden rápidamente, y se sentaron donde les indicó la Presidenta.
El tiempo nuevamente transcurría lentamente, hasta que comenzaron a llegar los senadores.
Félix Nunav fue el siguiente en abrir la puerta. Saludó a los presentes, incluidos Bertram y Behemo, y se sentó en su silla.
Pasaron unas horas, y la cantidad de personas en la sala crecía.
Juno Coeli, Joao Rideján, Kasper Cieślak, Yegor Lodes, y finalmente, Lorna Sukors.
Habiéndose ubicados todos en sus respectivos asientos, Tarja inició la sesión extraordinaria.
ESTÁS LEYENDO
Todo se trata de balance - Acto 1
General FictionUn arcaico y complicado conflicto deriva en la creación de un mundo utópico, pero a su vez, azotado por las consecuencias de una macabra y fatal guerra que estuvo a punto de exterminar a la humanidad. Vestigios de aquella disidencia aparecen mucho t...