Todo se trata de balance - Acto 1

P1. Capítulo 4: Deceso... O quizá. Escena 1.

Tengo la sensación de que hay más cosas que observar, aunque no sé cuáles...

Ah, sí... Tengo que ver cómo reacciona la nación ante la inminente defunción de Moros.

Es inusual que un Divino General fallezca en mitad de su mandato, ha pasado tres o cuatro veces.

Claro... Si excluimos a Claude. Él obtuvo el "título" de Presidente, más no el de Divino General.

Bertram tiene diecisiete años, y Behemo dieciséis. Así que, habrá una breve pausa, ninguno de los dos podrá asumir inmediatamente, debido a que aún no poseen la mayoría de edad impuesta por la legislación.

Entonces, la persona que ascenderá al poder en aquel periodo de tiempo, será Tarja Cibet, la Presidenta del Consejo Supremo.

Ha habido excepciones a esta regla. Por ejemplo, cuando Kesny Svet falleció apenas transcurridas unas semanas desde que asumió, fue reemplazado por Takir Glacier. El Jefe del Quinto Distrito hace ochenta años había recibido educación similar a la de un Divino General, por ende, desempeñó bien esta tarea hasta que su sucesor estuviera capacitado.

No obstante, la situación ahora mismo es compleja... Si Tarja llega a asumir, entonces el panorama se volvería complicado.

De darse, todas las dificultades que ella sufriría, serían por un motivo ajeno a ella. La sangre que carga fue compartida por un completo bastardo, Zerjhan Cibet.

Zerjhan ha sido el político más corrupto que ha habido en los casi trescientos años de existencia de la Neo Terra. Habiéndose consolidado como Presidente del Consejo Supremo a base de sobornos, comenzó a manipular los referendos del Consejo Supremo, e incluso frenó las ascensiones al poder de varias figuras opositoras a él.

Lo único que le interesaba era el dinero, todo lo que obraba era en base a eso.

"Si me pagas lo suficiente, haré esto por ti".

Él falleció a los ochenta y siete años, rodeado de toda su familia.

Nunca recibió un castigo... Al menos en vida, ya que, al ser juzgado, se dictaminó que su alma sería eliminada.

Sin embargo, todas las adversidades que debió haber sufrido él, las terminaron sufriendo sus descendientes.

Kafka Cibet, aquel que escribió "El manifiesto Theos", tuvo que sufrir bastante para publicar su obra. Fue rechazado por veintiséis editoriales, hasta que la Editorial Vehovec, la más reconocida a lo largo de la nación, se apiadó de él, y publicó su libro de mierda.

Bueno, quizá eso es ser bastante injusto con Kafka. No era un mal tipo, pero su obra resumía a la perfección su pensamiento pútrido.

Lo que ha quedado en la memoria del ciudadano son aquellos cuatro fragmentos, que han sido los más "moralmente aceptables" que escribió.

Lo demás... Párrafos y párrafos de mierda.

Alabanzas a Claude y a Zerjhan. Propuestas extremadamente gráficas y detalladas acerca de cómo eliminar el linaje Doow y el Weyb, debido a que provenían del Daimon. Y muchas más cosas, generalmente falacias que intentaban manchar la imagen de figuras prominentes, como Eirene.

No hubo miembros destacados del linaje Cibet hasta Tarja, e incluso naciendo tuvo dificultades.

Su madre falleció mientras daba a luz, y ella estuvo a punto de hacerlo.

Ella asistió a la escuela normal, a la que van todos, a excepción de los Jefes de Distrito y el Divino General.

Sufrió muchísimo, gracias a sus compañeros, que se mofaban de su situación.

En algún momento, fue instruida por el legendario Aleksei Vehovec. Escritor prodigio, y un historiador intrépido.

Le enseñó acerca de su linaje, y cómo sus ancestros habían manchado su apellido para siempre.

Fue entonces cuando ella decidió obrar de forma totalmente contraria a como lo había hecho Zerjhan, y pensar de forma distinta a como lo había hecho Kafka.

Como era hijo de su mentor, ella conoció a Mikhail Vehovec.

Gracias a los contactos de Aleksei, pudo impulsar su carrera política junto a la de Mikhail.

Él terminó siendo diputado en el Tercer Consejo Distrital, debido a que nació en Weyburg. Mientras que ella acabó adquiriendo el título de diputada en el Primer Consejo Distrital, porque sus orígenes se remontan a la ciudad de Régerov.

Y tras muchísimo tiempo, ambos se reencontraron, gracias a que fueron electos para ascender al Consejo Supremo.

...

Las vidas humanas son increíblemente interesantes.

Después de todo, yo fui uno, es por eso que me interesa.

Comencé a sentir algunos zumbidos.

Eso puede significar tres cosas. La luciérnaga está intentando contactarme, o quizá lo está haciendo Del.

Y en el peor de los casos... Claude es el que quiere hablarme.

Estuve esperando a que la voz llegara a mí.

Y finalmente ocurrió.

—¿Vas a volver? ¿O te quedarás allí abajo sin hacer nada?

Era Del, mi superior.

Tch, supongo que la luciérnaga no le explicó acerca de mi estancia acá abajo.

—¿Ocurre algo, señor?

—Creo que Khaos fue firme al comunicártelo. Incluso tú se lo preguntaste.

Khaos...

Es increíblemente extraño oír ese nombre...

Por supuesto, le dije a Khaos que lo dejaría de llamar así. Él hizo lo propio, y mencionó que jamás se volvería a referir a mí como...

—¿Y bien? ¿Te decidiste, Zeus?

Así... Él dijo que no volvería a llamarme por mi nombre real nunca más.

Tanto Khaos como yo decidimos abandonar la antigua forma en la que éramos referidos. Yo en vida fui Zeus Theos, aquel que inició la macabra guerra que terminó con la detonación del arma.

Y Khaos Daimon, el "Infame Comandante", fue el encargado de ponerle fin a aquella guerra. Llevándose bastantes almas en el proceso.

Es poético. Yo, Zeus Theos, dirigí el inicio del fin de la Antigua Tierra. Mientras que Khaos Daimon, la luciérnaga, la deidad del paraíso; selló el destino de la Antigua Tierra, y dio el primer paso para que fuera la Neo Terra.

Ambos hemos cumplido nuestra promesa de abandonar nuestros nombres y títulos, pero a Del no le importa mucho esto.

Supongo que como dejó de ser humano hace más de mil años, ya no entiende estas cosas que son exclusivas de ellos.

Y seguramente, yo también deje atrás mi humanidad.

—Iré enseguida. ¿Ya ha llegado Hesperis?

—¿No es obvio?

—Disculpe... Llegaré en breve.

Dejé apresuradamente la finca, y me dirigí al "Campo Inmortal".