P1. C1. Escena 2.

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Hace bastante que no venía a este lugar, a la Neo Terra.

Podemos observar todo desde arriba, pero no voy a negar que es mucho más interesante bajar de vez en cuando. Además, abajo podemos presenciar muchas más cosas que ahí arriba.

La vida de las deidades como nosotros puede llegar a ser increíblemente aburrida, quizá es bueno mezclarse en el entorno humano de vez en cuando.

Mi aspecto es bastante engañoso. Aparento ser una abeja de color blanco cuando bajo a espectar, pero soy mucho más que eso.

No puedo morir, y tampoco cansarme. Puedo volar amplias distancias en poco tiempo, además de tener una visión y audición impresionantes.

Puedo hablar, aunque solo a través de telepatía.

Tras transcurrir unos seis minutos, pude arribar a la ciudad de Zeusgrad.

Ya la he observado antes, pero es totalmente distinta a como la conocí yo.

Ahora es mucho más grande, además de moderna. La locomoción está presente en cada rincón, y también es así con la tecnología. Hay bastante gente transitando en las calles de la ciudad, incluso si la luz del alba todavía no ilumina este lugar.

La humanidad se ha recuperado totalmente de aquella catástrofe, incluso me atrevería a decir que han progresado más que antes.

¿Cómo se llamaba ese astrofísico? Aquel que propuso una especie de escala para medir el avance de la humanidad.

Bah, no puedo creer que lo haya olvidado. Él era uno de mis referentes cuando estaba vivo, no puedo olvidarlo con tanta facilidad.

Los recuerdos de cuando era humano se mantienen difusos, solo los eventos más importantes se muestran de vez en cuando frente a mí.

Él me lo dijo cuando yo apenas había llegado.

—Tu memoria será restaurada cuando tu alma quede totalmente limpia. Lo que has generado es imperdonable, desviaste totalmente el destino de la humanidad. Bueno, ustedes dos, debería decir.

Es cierto, él estaba conmigo cuando llegué.

Para limpiar mi alma, debo de guiar a los demás espíritus al purgatorio, a aquellos que no están del todo expiados como para entrar al paraíso, y a las personas que no están tan sucias como para entrar al infierno.

Aunque, el lugar que manejo junto a esos tres es especial. Según sus palabras, era un sitio solo para los linajes sumamente importantes, o las figuras influyentes. También acoge a las llamadas Entidades Especiales.

Varios senadores han terminado aquí, incluso personajes cuya familia es sumamente desconocida.

Me había sumergido en mis pensamientos, es por eso que no pude presenciar que la mañana ya había llegado. Zeusgrad ya estaba empezando a despertar, y eso se veía reflejado en el considerable aumento de las personas que caminaban en las calles.

Volé rápidamente hacia la finca Theos, ubicada en el noreste de la ciudad.

Las actividades ya estaban comenzando en la finca, ya que había llegado justo al momento en el que las luces habían comenzado a encenderse.

Me dirigí hacia donde estaban los dos muchachos, afortunadamente su ventana estaba abierta.

Behemo ya se había despertado, y estaba sentado en una silla leyendo una especie de libro, mientras que Bertram seguía durmiendo plácidamente.

Pasado un rato, Behemo cerró su libro. Se acercó a la cama de Bertram, e intentó despertarlo suavemente.

—Bertram, despierta. Son las siete de la mañana, las criadas ya tienen servido el desayuno. Sabes que no me gusta hacerlas esperar.

Todo se trata de balance - Acto 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora