Bertram había alcanzado el puesto de Divino General, sin embargo, me centré en la actividad de Tarja Cibet.
Ella vive muy cerca de la finca Svet, y también de varios senadores del Consejo Supremo.
Tarja es joven, debe de tener unos treinta y dos años. No está casada, aunque mantiene una relación un tanto inusual con el senador Vehovec.
Deben de ser amantes a escondidas, ya que han mantenido bastantes encuentros. Algunos podrían considerarse citas, y varios han terminado en eso.
El ambiente que rodeaba a la Presidenta del Consejo Supremo era agridulce.
Sin embargo, comenzó a tensarse cuando bastantes empleados de la oficina de correos de Cibetlo, ubicada en el sector suroeste de la ciudad, fallecieron.
Instituciones tales como el Primer Departamento de Investigaciones o la Primera Organización de la Salud entraron a la escena.
Se determinó que la causa de muerte de los empleados fue por una bacteria llamada Bacillus anthracis.
Carbunco, en pocas palabras.
Un día, Tarja recibió una carta que poseía muchos datos falsos acerca del remitente. No obstante, ella decidió abrirla de todos modos.
La leyenda era: "Las personas como tú, no deberían existir". Estaba escrita con una máquina de escribir, no fue un manuscrito.
Tarja le dio nula importancia a la carta. La rompió, y luego la quemó en su chimenea.
Ese día, Mikhail fue a visitar a Tarja.
Él llegó bastante bien vestido, algo bastante inusual, ya que él acostumbra a usar ropas informales.
Apenas Tarja abrió la puerta, él se arrodilló, y sacó de su bolsillo una caja con un anillo.
Ella estaba emocionada, y llegó a llorar.
—¿Te gustaría casarte conmigo, Tarja? —Decía Mikhail con una sonrisa gigantesca en la cara.
—¡Sí! —Respondió ella casi al instante.
Todo el día lo pasaron juntos. Sin embargo, abandoné la casa porque hacía muchísimo calor, tanto así, que ambos se quitaron todas sus ropas.
El ambiente que rodeaba a la Presidenta del Consejo Supremo era alegre.
Sin embargo, ella cayó enferma el día siguiente.
Tenía fiebre. Le costaba bastante respirar, y tosía violentamente.
Mikhail se preocupó bastante, así que llamó al Hospital General de Cibetlo.
—Buenos días, me gustaría pedir una ambulancia para mi prometida... Ella posee dificultades para respirar, además de que tose de una forma un tanto espeluznante.
La persona del otro lado del teléfono comenzó a hablar, y Mikhail tan solo se limitaba a escuchar.
—Sector suroeste de Cibetlo, en la finca Cibet. La numeración es de 1103.
La persona volvió a hablar. Aunque, esta vez Mikhail no escuchó. Él tomó el teléfono, y lo arrojó violentamente hacia la pared.
Luego, él comenzó a gritar histéricamente. Después, a llorar con bastante intensidad.
Seguramente, Tarja fue contaminada con aquella bacteria.
Aquella bacteria es increíblemente contagiosa, y produce la muerte en muy pocos días.
Mikhail intentó cuidar de Tarja. Él no podía abandonar el hogar, y tampoco Tarja.
Si no querían matar a una calle entera, claro está.
Pasó un día, y Mikhail también cayó enfermo.
Tarja comenzó a empeorar. Cuando inhalaba, un extraño silbido acompañaba su respiración.
Luego, sus extremidades comenzaron a tornarse de color azul.
Finalmente, ella sufrió del choque séptico que generalmente conduce a la muerte.
La Presidenta del Consejo Supremo había muerto.
Mikhail se deterioró a un ritmo inusualmente rápido, y adquirió todos los síntomas de Tarja.
Y tras una breve e inútil lucha contra la infección, Mikhail sucumbió ante esta.
El Senador Mikhail Vehovec había muerto.
Lamentablemente, Tarja había abierto la carta que estaba contaminada con la bacteria.
Las muertes de Tarja y Mikhail sirvieron para iniciar una extensa investigación acerca del perpetrador del ataque.
Casi todas las pruebas conducían a una senadora, y esa era Juno Coeli. Ella recibió la cadena perpetua, y fue transportada hacia la Sexta Cárcel Femenina, ubicada en el Sexto Distrito.
Lo más incriminatorio fue su profesión, ella es microbióloga. Además, ella publicó unos cuantos artículos en una revista, y todos ellos trataban la investigación con respecto al carbunco.
Ella había viajado al pequeño pueblo de Vetlina, ubicado a unas cuantas horas de Cibetlo. La ubicación de Juno coincidía con el sitio donde fue enviada la carta.
Sin embargo, la investigación arrojó una única prueba que no determinaba a Juno como la culpable.
Karla Gairs también viajó al pueblo de Vetlina, en el periodo de tiempo donde fue enviada la carta.
Decidí preguntarle a Khaos, él seguramente sabe.
—Supongo que te has enterado del asesinato de Tarja Cibet y de Mikhail Vehovec.
Pasaron unos instantes hasta que él respondió.
—Sí, lo estuve observando todo. Y gracias a esto, pude determinar que el ser humano es alguien increíblemente astuto.
—¿Por qué?
—Fue Karla, ella envió la carta. Juno tan solo actuó como cebo, ya que ya estaba levantando bastantes sospechas con respecto a su desempeño en el Consejo Supremo.
—¿Qué? ¿Realmente fue Karla? ¿Ella cultivó las bacterias?
—Sí, ella fue, con ayuda de Juno obviamente. Sin embargo, Karla cometió casi en su totalidad el crimen.
—Estas hijas de puta... Tarja era una de las pocas que pensaba como yo... Y la asesinaron por querer hacer bien las cosas. Además, justo ella se había comprometido con Mikhail... ¡La felicidad estaba llegando a su vida!
—Hmm, sigues siendo increíblemente ingenuo, Zeus.
—¿Por qué?
—¿Ahora entiendes por qué hice estallar a este planeta hace más de doscientos años atrás?
—N-No...
—Es porque la humanidad es una peste que debe de ser erradicada.
Él tiene razón...
La humanidad sigue cometiendo los mismos errores de siempre.
—Momento, Zeus, esto aún no termina.
—¿Por qué?
—¿Quieres saber lo que dijeron esas dos zorras cuando se enteraron del fallecimiento de Tarja?
—Bueno, si posees esa información, entonces sí.
—"Finalmente nos hemos quitado a esa molesta piedra en el zapato".
Qué frustrante...
Me gustaría poder hacer algo, esta sensación de impotencia es insoportable.
Sin embargo, solo me puedo limitar a observar.
Las cosas en la Neo Terra están transcurriendo de forma caótica.
Aunque eso ya no importará luego.
Porque el fin está cerca.
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Todo se trata de balance - Acto 1
General FictionUn arcaico y complicado conflicto deriva en la creación de un mundo utópico, pero a su vez, azotado por las consecuencias de una macabra y fatal guerra que estuvo a punto de exterminar a la humanidad. Vestigios de aquella disidencia aparecen mucho t...