Excusas || Messi x Ochoa

V I I

La cena de esa noche transcurrió en un ambiente extrañamente familiar, Ochoa y Messi intentaban hablar de temas banales para evitar las preguntas que venían esquivando desde la tarde, pero las miradas curiosas y burlescas de los menores no les ayudaban.

— Me gustaría llevarlos a conocer más la ciudad, ya que es su primera vez aquí y solo conocen los alrededores de la casa y el club, ¿Les parece? — Lionel logró encontrar un tema que distrajo a los menores, al parecer.

— Sí, sí, ¿cuándo iremos? — Chávez habló aún con comida en la boca, pidiendo perdón con la mirada cuando Guillermo lo miró disgustado.

— El fin de semana. — Todos asintieron y el silencio volvió a reinar, Lionel busco con la mirada ayuda de parte de Ochoa, parecía que Kevin iba a hablar cuando lo interrumpió. — Quiero llevarlos a Horta-Guinardó.

— Sí, fui una vez al mirador que está ahí y tengo ganas de visitar el Laberinto de Horta, podríamos ir a esos lugares. — Ochoa se apresuró a contestar, el argentino asintió mientras que los menores solo los veían con burla.

— Estoy de acuerdo. — Kevin volteo a ver a Luis quien le alzó las cejas para que preguntará — ¿En serio no nos van a...

— Bien, ya acabé, necesito descansar, nos vemos mañana — Lionel interrumpió y se puso de pie, después de recoger y limpiar sus trastes, se despidió de ellos y subió ignorando la mirada asesina de parte de Ochoa.

— Padre, cuéntanos qué pasó en la tarde — Luis habló sentándose en la silla que había desocupado el argentino.

— No pasó nada, y no me llames así para conseguir algo, chamaco. — Guillermo le dio un sape y se paró, se dirigió a lavar sus trastes seguido de los dos chicos. — Que chismosos son, nos interrumpen y encima quieren que les cuente.

— O sea que sí paso...iba a pasar algo — se corrigió Luis mirando a Kevin quien le dió un golpe — ¿Ora qué?

— Si no se te hubiera roto el pantalón, no hubiéramos llegado tan temprano

— No es lo que están pensando par de... Solo estábamos hablando de cosas importantes cuando llegaron — Ochoa empezaba a sentir su rostro caliente, tenía que salir de ahí ya.

— ¿Y por eso estaban tan cerca cuando sueles evitar su contacto y estaban todos rojos? — Se burló Luis recibiendo un golpe en el hombro de Ochoa.

— Cállate, me voy a mi cuarto también, — Se dirigió a las escaleras pero antes de subir se volteo — recogen por dios, son peores que los niños chiquitos.

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El fin de semana llego y los futbolistas ya se dirigían a su destino, irían primero al mirador.

Su estadía ahí estaba siendo agradable, el ambiente era cálido. 

— Las vistas son hermosas, estaba empezando a olvidarlas — Ochoa habló más para sí que para los demás, pero el argentino lo escuchó.

— Sí, la vista es hermosa — Habló en voz baja, el portero volteó a verlo y se sorprendió al notar que él argentino lo estaba viendo a él, su cara se puso caliente de inmediato así que regreso su vista al paisaje — Me gusta cuando te pones colorado — Susurró con una sonrisa

— Vámonos — Luis se dirigió en voz baja a Kevin, estaba aún lado de Memo así que escucho todo, su amigo lo miro confundido — Vámonos — repitió jalando al otro.

— Vamos a buscar algo de tomar, ya volvemos. — Kevin aviso, sin recibir respuesta de los mayores solo se dio la vuelta y se retiraron — ¿Por qué siento que nos ocuparon de excusa para tener una cita?