X I V

1.1K 135 25
                                    

Una semana más tarde estaban de vuelta en el consultorio.

— Bien, veo que estás mejorando, reducire más la dosis hormonal, tal vez la siguente vez ya pueda suspenderla por completo. — Habló la doctora con una sonrisa.

— Que bueno, ah...tengo una pregunta — Memo se pauso esperando que le dejara continuar, al recibir un asentimiento por parte de la mujer continúo — Mi celo fue hace al rededor de una semana, pero fue extraño, duro apenas unas horas, fue un día a lo mucho y solo se intensificó unos instantes, lo demás solo tenía molestias, ni siquiera note que podría estar llegando mi celo

— Mmh, lo más probable es que sea por las hormonas, al final tu sistema aún se está acostumbrado de nuevo a funcionar naturalmente, pero pueden influir otras cosas, te haré estudios de nuevo para asegurarnos de que todo esté bien. — Sonrió y vio que el alfa se encontraba ansioso detrás de ellos — Me doy cuenta de que ya tienes alfa, sonará a indiscreción pero creo que es necesario, — Se dirigió esta vez al argentino —  ¿Tú ya tuviste tu celo?

— Ya, de hecho fue hace unas semanas, ¿Por qué? 

— ¿Y lo pasaron juntos?

— Sí — Respondido Guillermo ruborizado, el argentino se acercó hacia él por fin.

— Cuando encuentras a tu pareja sus ciclos se pueden emparejar, el ciclo de Guillermo llevaba retrasado ya un tiempo, hay un 90% de probabilidad de que le haya afectado y mezclado con su condición, se diera ese celo tan raro, de igual manera, mandaré a hacer estudios, nuevamente.

------------------- [⚽] -------------------

Dos meses después los futbolistas se encontraban en el mirador de su primera salida juntos, los menores habían ido a buscar comida mientras que los mayores disfrutaban de la vista, y de su compañía, cómo aquella vez.

Los estudios habían arrojado que todo estaba en orden y de hecho para sorpresa de todos incluso el útero del omega se estaba recuperando, aún así su condición no había cambiado.

— La vista me sigue gustando, nunca me cansaré de estar aquí — Habló Memo con una sonrisa

— Lo mismo digo, sigue igual de hermosa — Lionel respondió mirando al rizado, que ahora podía reclamar como suyo, este se giro para notar que el argentino lo estaba mirando a él y sin poder evitarlo sus mejillas se tiñeron de rojo — Me gusta cuando te pones colorado

— Cierra la boca, eso mismo dijiste la otra vez.

— Y no mentía, ni ahora, me gustas Guillermo. — Lionel poso su mano sobre la mejilla del otro y luego se acercó robándole un beso que solo incrementaría el sonrojo del mexicano.

— Estoy feliz de estar contigo aquí nuevamente, hace un año no podía siquiera escuchar hablar de ti y míranos ahora, siendo pareja — Entrelazó su mano con la de el argentino — tenemos a dos chicos bajo nuestro cuidado, y uno de ellos nos llama padres.

— Eres todo lo que necesitaba Guillermo, todo lo que una vez soñé, y aún que ya estemos emparejados por el lazo quiero dar otro paso con vos — Lionel se inco sobre su rodilla sacando una cajita roja de su pantalón, en su interior se encontraba una argolla dorada con un pequeño zafiro — ¿Te casarías conmigo? ¿Puedo ser tu esposo? 

Los ojos de Guillermo se cristalizaron, no sabía cómo reaccionar así que solo atino a ofrecer su mano para que colocará la argolla, él alfa lo entendió, sus manos temblaban mientras lo colocaba, se puso de pie y él rizado lo atrajo de inmediato para besarlo, era un beso lento, dónde se escapaban sonrisas y se mezclaban las lágrimas.

Excusas || Messi x OchoaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora