Excusas || Messi x Ochoa

X

— ¿Estás en celo? — pregunto sabiendo la respuesta, el omega del rizado empezaba a tomar control afectado por las feromonas del alfa. Recibió un beso por toda respuesta, pero la intensidad con la que lo besaba, su aroma mucho más fuerte que de costumbre incluso llegando a ser algo dulce, le confirmaba su pregunta.

Las manos del argentino se aferraban a las caderas de otro, pegándolo a su cuerpo, subió una de sus manos a los rizos del omega e intensifico más el beso, su sabor dulce hacía delirar al alfa, creía que nunca se cansaría de probarlo, lo condujo a la cama y lo coloco encima de él, el omega se dejaba guiar con facilidad, las feromonas del más bajo quitaban todo rastro de razón, llevo sus manos a los muslos del mexicano, había notado que eran una parte sensible, la tela le molestaba, su piel ardía rogando contacto con la de el moreno, detuvo el beso y se deshizo de la playera del otro, quien hizo lo mismo con la de el alfa.

Trazo un camino de besos y caricias por el pecho del omega, sintiéndolo encorvarse para darle mayor acceso, dejo marcas en sus clavículas, el calor en su parte baja había aumentado considerablemente, el omega empezó a moverse, sus caderas iban en un vaivén que solo conseguía ponerlo más húmedo y le robaba jadeos al alfa. Lionel jugaba con el elástico del pans del rizado, cuando recibió un asentimiento por parte del otro introdujo su mano acariciando el miembro del omega.

— Quiero tenerte, hacerte gemir mi nombre — el alfa soltó entre jadeos dejando más marcas en el cuello del omega

Unos minutos más tarde toda su ropa estaba regada por la habitación, el rizado se encontraba encima del alfa llevando el ritmo, todo lo que se escuchaba eran respiraciones agitadas y gemidos, las manos del alfa se posaban en los muslos del otro deslizándose hacía sus glúteos o caderas cada tanto para indicar el ritmo que deseaba.

Andrés cambio de posición colocando al omega debajo y situandose a sus espaldas sujetando sus caderas, volvió a introducir su miembro en la entrada chorreante del omega y comenzó a dar embestidas lentas haciendo sufrir a Guillermo.

— Más... rápido — jadeo el otro, al ver qué no tenía lo que pedía, movió las caderas provocando al otro logrando su cometido, las embestidas se hicieron más rápidas y bruscas, encontrando su punto dulce, lo que ocasionó que gimiera alto haciendo saber al alfa que tenía que repetir la acción, varias embestidas más fueron suficientes para que el omega llegará al orgasmo, pero el alfa no se detuvo, poco después sintió la base de su miembro hincharse provocandole un tirón al omega, y luego un gemido cuando por fin llegó también al orgasmo, nunca se había sentido tan lleno, su omega ya había declarado a ese alfa como suyo.

Lionel los acomodo del lado de la cama que estaba limpio, dio varios besos en la nuca y hombro del otro.

— ¿Podés alcanzar las toallitas que están en el buró? — susurró, Guillermo estiró el brazo alcanzandolas, se las entrego al alfa, quién tomó algunas para limpiar el cuerpo del otro — listo, descansa sí quieres.

El omega se pego más al cuerpo del alfa y se quedó medio dormido, Lionel no podía dormir, sus encías dolían, había querido marcar al omega, pero no quería que fuera bajo la influencia del celo, se aseguraría de que el mexicano también lo quisiera para poder hacerlo.

Media hora después pudieron separarse, Ochoa se giro intentando acurrucarse en el pecho del argentino, quién lo abrazo y le dio un beso en la sien, ambos cayeron profundamente dormidos.

Por la mañana Guillermo estaba despierto de nuevo, su cuerpo dolía pero se sentía feliz, a decir verdad, su omega había esperado tiempo por eso, era una de las razones por las que a su parte racional le molestaba el argentino, dejo un beso en el hombro del alfa y en seguida lo sintió moverse.