𝐶𝑎𝑐𝑒𝑟𝑖𝑎.

450 76 48
                                    

¿¡TODOS AQUÍ SON IDIOTAS!?

Primero, ¿¡DE QUIÉN FUE LA PUTA IDEA DE FUNDAR UNA ALDEA ESCONDIDA ENTRE LAS MONTAÑAS Y UN BOSQUE QUE TIENE UN MALDITO HOMBRE LOBO!?

Segundo, ¿¡POR QUÉ NADIE QUIERE IRSE DE ESTE MALDITO LUGAR!? ¿¡SOY EL ÚNICO PENDEJO CON ILUSIONES DE IRSE!?

Tercero, ¿¡POR QUÉ LE HAGO CASO A LA GENTE MÁS ESTÚPIDA QUE YO!?

¡LITERALMENTE ESTOY CAMINANDO A MI PUÑETERA MUERTE, GRACIAS QUE UN HIJO DE SU PINCHE MADRE DIJO: "HAY VAMOS A CAZAR A UN LOBO" COMO SI FUERA LO MÁS FÁCIL DEL PUTO MUNDO!!

JAJAJAJAJAJAJAJAJA.

Nada mejor que gritar internamente mientras caminas en medio del bosque a oscuras, con sólo una puñetera lámpara de farol alumbrando, para cazar a un animal asesino. Casual, como si fuera un martes por la tarde en misa.

——Quita esa cara. — Escuche decir a mi lado. Era Canadá, se notaba nervioso por la forma en que sostenía una antorcha.

— ¿Qué cara? Así es mi cara tarado, no tengo otra. — Pregunté serio.

— Esa cara que pones siempre cuando sabes que vas a tener razón, no quiero morir esta noche. Ni siquiera eh tenido una relación estable, quiero tener por lo meno-. — Lo interrumpí antes de que terminara.

— Can, eres como mi hermano menor, pero no me quiero enterar de tu vida sexual. — Sí lo quiero, pero no a tal punto de que me cuente sus fantasías sexuales.

— ¿Quién está hablando de sexualidad? Yo a lo que me refiero es que quiero un mapache.

¿Qué acaba de decir?

— ¿Qué?

— Sí, me encantaría tener uno, son criaturas fascinantes, tan tiernas y lindas, lo llevaría a todos lados. ¡Se llamaría Karl!

Olvidaba que Canadá a veces se comporta como un niño de seis años.

— Oh wow, que lindo, sueño, espero que podamos salir vivos de aquí para que lo cumplas, maple.

¿Qué? Estaría mal decirle que presiento que no vamos a salir de aquí.

En especial yo.

He visto en dos ocasiones al animal y no me ha lastimado, si alguien se entera, me tacharan de brujo.

— Oigan dejen de susurrarse cosas, nos harán blanco fácil. — Hablo Chile a nuestras espaldas.

— Blanco fácil a la chingada, para estar seguros debimos habernos quedado en la aldea.

Dije molesto, susurrando a gritos.

— Imposible teniendo que obedecer a un maldito egoísta que maneja a la gente como se le da la gana. Es igual que la señora Francia. — Mencionó el chico que estaba al lado de Chile. — Sin ofender, joven Canadá.

— No te preocupes...... Eh, no se tú nombre. — Contestó el canadiense dudoso y avergonzado.

— Ucrania, hijo de la señora Therd, nos vimos en el funeral de tu madre, ayude a cargar el ataúd. No pude darte el pésame, lamento lo de la señorita Nueva Zelanda.

Ah claro, el era el hombre que cargaba un lado del ataúd durante el funeral.

Wow, si se parece mucho a su hermana, juraría que no se parece en mucho a su madre.

— Am, gracias joven Ucrania.

— Que lindo que ya se conocen, ¿Nos callamos para no ser devorados por el lobo? — Mi hermano siempre fue alguien serio y de carácter simpático.

𝐸𝑙 𝑐ℎ𝑖𝑐𝑜 𝑑𝑒 𝑙𝑎 𝑐𝑎𝑝𝑢𝑐ℎ𝑎 𝑦 𝑒𝑙 𝑙𝑜𝑏𝑜 𝑓𝑒𝑟𝑜́𝑧.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora