𝐸𝑙 𝑐ℎ𝑖𝑐𝑜 𝑑𝑒 𝑙𝑎 𝑐𝑎𝑝𝑢𝑐ℎ𝑎 𝑦 𝑒𝑙 𝑙𝑜𝑏𝑜 𝑓𝑒𝑟𝑜́𝑧.

𝐹𝑢𝑛𝑒𝑟𝑎𝑙.

Llegó la hora acordada por la familia inglesa para el funeral, nos alistamos para llegar presentables.

Llegamos a la iglesia, se nos permitió la entrada, en el centro estaba un ataúd de madera de ébano, rodeado de arreglos florales y velas, sobre los pies de la gran caja de madera, se encontraba la señora Francia.

Una mujer de cabello largo rubio y rizado, ojos grises y piel blanca; vestía un vestido largo negro.

Lloraba sin consolación alguna, en el lugar donde reposaba el cuerpo de su hija.

En una de las bancas de la fila principal, estaban sus tres hijos y esposo. USA y Australia, reposaban sus cabezas sobre los hombros de su hermano, quien las abrazaba, los tres parecían tener los ojos rojos e inchados por el llanto.

El señor UK tenía la mirada perdida en el ataúd, no emitía sonido o movimiento alguno.

Nos acercamos a los chicos.

- UK. - Lo llamó mi padre, él inglés al ser llamado levanta la mirada.

- Spain. - Contestó, se levantó y saludo a mi padre de un abrazo con palmadas en la espalda.

- Lamentamos mucho su perdida.

Afirmó papá separándose.

- Nuestro más sentido pésame. - Dijo mamá, Chile y yo solo hicimos una pequeña reverencia.

- Gracias.

El padre entró a la sala, todos tomamos nuestros lugares, la misa dio comienzo.

La señora Francia se aferraba a su marido, tenía la mirada gacha y su cuerpo temblaba debido a los espasmos del llanto.

Paso una hora y la misa terminó, las personas se acercaban a dar el último adiós al cuerpo de la chica, pues pronto el ataúd sería llevado al cementerio donde se le daría el descanso eterno.

Salimos por la puerta, había comenzado a bajar la temperatura, era tradición que cuando alguien falleciera, sus familiares cargarán su ataúd en dirección al panteón. El resto de la gente llevabamos velas, rodeando la gran caja.

Eso se hacía con el fin de que el alma de la persona encontrara el camino de la luz y el descanso eterno sin perderse.

Chile y yo íbamos tomados del brazo, mientras, papá llevaba abrazando a mamá.

Finalmente llegamos al cementerio, al llegar al lugar electo para sepultar a la femenina, el señor UK, Canadá, Colombia y la otra persona que no reconocía; bajaron el ataúd.

El padre tiro un par de gotas en la gran caja, dando así la última oración, los señores encargados lo sujetaron con cuerdas, y lo fueron bajando al ollo.

Al estar en el fondo, las dos hermanas de la difunta, tiraron un par de rosas blancas.

Los hombres empezaron a cubrir el agujero con tierra.

Era extraño, creo que no había muerto por causa del lobo desde lo de Venezuela, ¿y ahora de repente mata a Nueva Zelanda?

¿De qué servía ofrecerle tributo, si nos va a seguir atacando?

Pareciera como si buscará conseguir algo, pero ¿qué podría ser?

- México, ¿Por qué no vas a dar una vuelta con los hijos del señor UK? - Me saco de mis pensamientos mamá, no me había dado cuenta que USA, Canadá y Australia estaban con nosotros.

- C-Claro.

- Sería buena idea, vamos chicas. - Las ánimo el castaño, la rubia asintió.

- Me niego. - Intervino la morena. - No podemos dejar a mamá.