Capítulo 15

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ARTURO

Volví a casa más tarde de lo que había planeado, quizá una parte de mí esperaba encontrar a Lola durmiendo. No es como si hubiese hecho algo malo, tomé la decisión correcta e hice lo que tenía que hacer, era parte de mi trabajo y no podía simplemente pasarlo por alto solo porque estaba con ella ahora, eso no hablaría bien de mí, y tampoco podía contarle, era una conversación privada, así que lo alejé de mi mente y traté de no pensar en eso.

El ruido de la habitación me hizo pensar que quizá Lola estaba viendo una película de terror, y efectivamente el televisor mostraba eso, pero ella estaba en la cama leyendo otra vez ese libreto. Su cara se iluminó cuando me vio llegar, se paró en la cama y prácticamente saltó hacia mí, por suerte era liviana y pude sujetarla sin problema.

—Vas a arruinar mi columna.

—Te extrañé muchísimo, ¿por qué llegaste tan tarde? Y ni siquiera llamaste —habló rápido mientras me llenaba la cara de besos.

—La reunión se extendió más de lo que esperaba.

—Estaba muriendo por verte, mi amor —dijo con total efusividad.

—Yo también —la besé, pero la solté de vuelta sobre la cama.

—Ven acá, te estaba esperando.

—¿Puedo al menos quitarme la ropa?

—Mmm —fingió pensar—. ¿Vas a bailar para mí?

—No soy yo la bailarina profesional aquí, lo que me recuerda que no he recibido ningún baile privado en todo este tiempo.

—Deja que te ayude, mi amor. Quiero consentirte.

Fue exactamente lo que hizo, con su ayuda pude quitarme la ropa más rápido y subir a la cama con ella, al menos esta vez recordamos usar protección y al ser tan tarde no demoramos en caer dormidos.

El programa se tornó mucho más tenso, había un desgano generalizado con presentaciones mediocres que resultaron de lo peor, me sentí fastidiado de no ver mejoría y mi humor ciertamente no fue el mejor, a diferencia de Lola que parecía disfrutar extenderse demasiado con sus críticas, perdiendo su tiempo porque no estaban aplicando nada, era inútil que le diera mil vueltas a algo en lugar de decir simplemente que cantaban horrible, fue algo que nos hizo discutir en el panel.

Tener diferencias de opiniones era algo normal, lo que me frustraba era que Lola terminara enojada conmigo de verdad.

—Es que no puedes tomarlo como algo personal —le insistí.

—¡Lo tomo como se me da la gana! —contestó de mala manera, haciendo un nuevo berrinche mientras caminábamos en el pasillo.

—¿Qué pasa Lolita? —se acercó Alán y le puso el brazo encima de los hombros—. No dejes que este engreído te haga enojar.

—Todos me hacen enojar.

—Vamos a tomar algo, así se te pasa.

—En realidad me pidió que la llevara a su casa —dije en un intento de deshacerme de Alan.

—No he pedido nada. Me voy en taxi. Y no quiero hablar con ninguno de ustedes.

Al menos hizo que Alan la soltara, no resistía verlo acercarse a ella, pero no podía evidenciar mi molestia.

—Debe ser una fiera en la cama —dijo Alan mordiéndose el labio mientras la miraba alejarse.

Me interpuse en su visión, molesto por el comentario fuera de lugar que él acababa de hacer.

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