El Hogmanay

El loony Dook, un año antes

La vida no es lineal, ni circular, ni octagonal, tampoco es una montaña rusa como todo el mundo dice, la vida es una mierda, una muy grande y apestosa. Llevo años tratando de ocultar el horrible olor que conlleva vivirla y justo cuando pensé que había encontrado la fórmula secreta para este mal, sale algo y lo termina de cagar más.

Estoy aquí varada en medio de la nada, me siento como aquella chica en aquella película de amor que se encuentra sola, mojada y llorando en medio de la nada, esperando que el príncipe azul llegué a sal...— ¡Ey! ¿Estás bien? —. Parece un chiste malo, pero justo aparece mi príncipe azul o mejor dicho, mi carro azul.  —¿Necesitas ayuda?— Miro directamente al chico que conduce el precioso auto clásico de los 80 y respondo —No, gracias — doy media vuelta y sigo mi camino.

—Bien, solo quiero a clarar que no soy un loco— arranca el auto y comienza a seguir mis pasos ¿Cómo no quiere que piense que es un loco? Camino más rápido.

—No creo en Dios, pero vamos a imaginar que me mandó y soy tu ángel de la guarda, te seguiré.— dice el chico del coche azul, mientras tanto yo hago una pausa, volteo y lo fulminó con mi mirada. — Yo tampoco creo en Dios, pero si en los psicópatas, así que vete o llamaré a la policía.

—Okey, llámala, me sentiré más seguro dejandote en manos de un policía que aquí sola— Apaga el auto, se baja y saca de su sudadera una cajetilla de cigarros —¿Quieres? en lo que esperamos a la policía—  Estoy demasiado cansada de caminar y de vivir como para seguir peleando con ese imbécil, y como dicen por ahí, si no puedes con el enemigo, unetele.

—¿Quien eres?— pregunto tomando un cigarro y colocándome a su lado.

—Lucas, voy camino a celebrar el año nuevo a algún bar ¿Quieres venir?—Dice brindándome su sudadera. Yo solo asiento con la cabeza, tomo la sudadera y subo al auto.

Sin duda hay dos opciones, este es el inicio de una película romántica o una de crimen. La verdad no tuve que esperar mucho para averiguar que tipo de película iba a comenzar a protagonizar o a antagonizar. Fui con Lucas al bar más cercano y platicamos por horas sobre quién era él y quién era yo, honestamente hablé más yo que él y como no hacerlo si acababa de enterarme que mi madre había fallecido y mi hermano me había dejado barada en medio de la nada.  Había mucha historia que contar, al menos de mi parte y es que Lucas parecía una caja gigante de secretos que no quería ser abierta.
"Soy Lucas, vivía en Colorado con mi papá, pero decidí venir a esta hermosa ciudad a visitar o a vivir coni madre. Mi relación con ninguno de los dos es buena, por ello estoy aquí, en este feo bar con una desconocida", "salud" "salud", "salud" "¿Qué planes tenías está noche" "yo te llevo". Esas son las pocas cosas que recuerdo de aquella noche, después de eso, solo recuerdo haber amanecido en casa de Ka

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— ¿Nimue?... ¿Dónde habías estado? Te llamamos toda la noche — me susurra a llantos Rory, la pequeña hermana de Ka; a primera instancia no se que es lo que me saca de onda, si estar sentada en el sofá de la casa de mi mejor amiga o que Rory me viera y comenzará a llorar.

— Tu hermano nos llamo...nos contó lo de tu madre y....tratamos de localizarte...Ka no está...bueno...no hay nadie... Es que... Pedro está en el hospital, ayer tuvo un accidente, al parecer un carro lo tiró de la moto. — esas últimas palabras me congelaron el cuerpo entero, mientras veía llorar a Rory pasaron por mi mente algunos flechasos de la noche anterior, flechasos nubosos,  sin sentido, algunos con sangre, otros de gritos. Mi madre estaba muerta y el novio-hermanastro de mi mejor amiga estaba en el hospital y algo dentro de mi sabía que era mi culpa.

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En Escocia e primer día del año suelen sumergirse en agua helada, está tradición inicio como una cura para la resaca y termino convirtiéndose en una celebración para iniciar el año bien, en mi caso este nuevo año sin darme cuenta había recibido mi Loony Dook, pero en lugar de agua helada fueron lágrimas de dolor, seguidas de culpa, amargura y un sin fin de preguntas sin respuestas.

Sólo tres días después de año nuevo y posterior de sepultar a mi madre, una triste noticia rompió el corazón de mi amada Ka, su novio-hermanastro había fallecido, el accidente que tuvo dejo daños irreparables.  Pedro era el eje de unión de la familia de Ka; cuando Ka era una bebé perdió a su papá por culpa del cáncer, así que creció solo con su madre, así fue hasta que entró a la primaria y se hizo amiga de Pedro, quien en realidad era un año más grande que ella, pero por cuestiones de logística termino en el mismo grado que Ka.

La amistad de Ka y Pedro rompió tantas barreras que terminaron juntando a sus padres viudos y formando una nueva familia, tan solo un poco después llegó Rory y al pasar los años y al no tener ningún vínculo de sangre, Ka y Pedro se hicieron novios, se graduaron de la universidad y Pedro tuvo que irse a otro estado a hacer un posgrado. Pese a cualquier pronóstico la relación de Ka y Pedro seguía en pie y más fuerte que nunca.

En año nuevo Pedro volvía a casa para pasar su última semana de vacaciones junto a su novia y familia, pero su historia termino antes, alguien lo había golpeado con un auto azul y se había dado a la fuga. Y yo sospechaba quien podría ser ese alguien.