Capítulo 9

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Se me ocurre cada vez más que tu voz ha comenzado a ser más conspicua y persuasiva en mi cabeza que la mía. A veces esto me preocupa: significa que no hay ningún lugar donde pueda escapar de ti, que incluso mi propio cerebro es inseguro y traicionero (porque seguramente debe serlo, después de todo, siempre pierdo mis propias discusiones contigo). Sin embargo, en otros momentos me gusta, porque significa que puedo llevarte conmigo y, por lo tanto, no me siento tan solo. En esos momentos, tu fuerza y ​​magnetismo se sienten contagiosos, y puedo usar la idea de ti como una armadura. Tenerte en mi cabeza es un secreto fantástico, grotesco, que me fortalece y me sostiene; y el hecho de que mis pensamientos tengan un acento ahumado, se vuelvan filosóficos y desprecien la moral se convierte en el enigma más emocionante que nadie más puede entender o robar.


Efectivamente, sé que todo esto, en conjunto, no puede terminar bien, pero estoy tratando de condicionarme para dejar de preocuparme demasiado por el futuro. ¿Cuál es el punto de? Recuerdo un viejo adagio que mi profesora de matemáticas de la escuela secundaria solía sacar a relucir cuando comenzamos a quejarnos sobre los puntajes de los exámenes y las admisiones a la universidad: " La vida es tan corta, preocuparse es una pérdida de tiempo; podrías irte a casa esta noche y ser atropellado por un autobús." Aunque es cierto que los finales que imagino para mí son mucho más coloridos y horribles que morir bajo las ruedas de un autobús deshonesto. También es más probable que sucedan. En retrospectiva, ese fue realmente un consejo de mierda. Trato de recordar lo que le pasó a ese maestro, y no logro manejarlo. Me gusta pensar que un autobús la atropelló (lleno de estudiantes de matemáticas que reprobaron), pero sospecho que esto es una ironía demasiado grande.


"Cuidado con lo que deseas ." Ese es otro. ¿Quien dijo que? Mi papá, probablemente, tiene la cantidad justa de pesimismo melancólico para él. " Ten cuidado con lo que deseas Hijo, podrías conseguirlo ". No estoy teniendo cuidado con lo que deseo (aunque no hay garantía de que vaya a conseguir algo), y tampoco me importa eso. Hay una espectacular falta de precaución en mis deseos, y me importa una mierda.


¿Qué dijiste? " Me imagino que lo que ves y aprendes toca todo lo demás en tu mente. Tus valores y decencia están presentes pero conmocionados por tus asociaciones, horrorizados por tus sueños. "


Si regresas, si lo haces, entonces me ocuparé de toda la locura, las maravillas y la carnicería desenfrenada que traerás a tu paso. Me ocuparé de ello, sé que lo haré. Sólo necesito que vuelvas primero.


*****


El caso de los escoltas asesinados termina y, contrariamente a las predicciones de Zeller, no es obra de un fanático religioso ni de un cruzado moral, sino de un hombre de mediana edad triste y caído que mató a escoltas masculinos simplemente porque eran vulnerables y fáciles de atrapar (que es exactamente lo que le dije a Jack, y tengo que esforzarme para no andar recordando a todos cuando sacuden la cabeza y dicen " bueno, no lo vi venir "). Se sienta en la sala de entrevistas, salpicando la mesa con huellas de manos sudorosas y sollozando suavemente en una serie de pañuelos que se desintegran. "Nunca quise decir eso", sigue diciendo. Me parpadea a través de sus gruesas gafas de guijarros, suplicante y lloroso. "Solo quería que se quedaran conmigo, pero no lo hicieron. No lo harían, y me enojé, pero nunca lo dije en serio ".


"Parece que va con la defensa de 'No es mi culpa, Su Señoría, fueron malos conmigo'", le dice Sanderson después a Price. Se vuelve hacia mí y asiente brevemente (a regañadientes): "Buen trabajo, Graham. Lo abriste de par en par.


"Qué bastardo más repugnante", dice Zeller con disgusto.


Zeller tiene razón, y la tiene, pero debajo de su desprecio por su pesada torpeza y sus flagrantes insuficiencias, en la vida, en las relaciones, en el asesinato, en todo, todavía puedo ver la simple y sórdida tragedia de un hombre horriblemente solitario cuyo dolor y rabia han cuajado en la crueldad y la violencia sin sentido, sin sentido; donde las vidas de sus víctimas eran todas sagradas y buscadas, hasta que de repente ya no lo eran, y entonces todas eran igualmente inútiles y prescindibles. Física, emocional e intelectualmente sería imposible encontrar a alguien más diferente a ti que este hombre. Y sin embargo, y sin embargo... sé que tú también estabas solo. También querías a alguien que se quedara contigo, alguien que pudiera entenderte y apreciarte. Alguien como yo. Tenías lágrimas en los ojos cuando me apuñalaste. Estaban sin mudar, pero definitivamente estaban allí. Pensaste que me iba a quedar contigo, pero en el último momento te defraudé. Te sentiste traicionado por mí, sé que lo hiciste, pero algo más que eso también: dolor. Herido. Querías que me quedara contigo, y no lo haría.


La forma de mi siempre serás tú Donde viven las historias. Descúbrelo ahora