Bebé - beso su clavícula - quiero que te relajes, voy a entrar, respira profundo - le dio un beso de piquito en sus labios - si tienes dolor muerde mi hombro, de acuerdo.
Mmmm - gimió en acuerdo el castaño - abrió sus ojitos sorprendido al sentir como la punta del miembro del azabache se abría paso en su conducto anal.
Le hizo caso al azabache mordió su hombro fuerte al sentir como se abría paso en sus entrañas, sus ojitos se pusieron acuosos al sentir un ardor que le quemaba por dentro.
Ambos respiraban agitados, uno al sentir como sus caderas eran abiertas por el enorme y robusto pedazo de cielo que entraba en él.
Mientras que el azabache apretaba hasta sus dientes, al sentir la estrechez tan calidad y húmeda que envolvía tan deliciosamente su pene.
Bebé - respiraba profundo - estás tan maldita mente apretado, que siento que me asfixias - hablaba entre dientes.
El azabache le dio tiempo al castaño para que se acostumbrara a su gran tamaño.
Ya puedes moverte a..amor - susurro tímidamente el castaño.
El azabache sonrió orgulloso al escuchar la manera tan íntima y bella que había sonado la forma en que su doncelito le habló.
Amor - susurro suavemente y entre una linda sonrisa dándole una estocada que hizo que el castaño gimiera deliciosamente - eres tan delicioso bebé.
Tomo sus caderas de una manera fuerte e hizo que el castaño sacará su rostro de su cuello y tomó sus labios en un beso suave.
Las caderas del doncel se movían al mismo compas de las estocadas del azabache, después de un largo año dónde se habían conocido y sus sentimientos eran fuertes, ahora se habían convertido en uno solo, estaban enlazados y dándose mucho amor.
Ambos se olvidaron del lugar donde se encontraban y disfrutaron de sus cuerpos al máximo.
El azabache a pesar que no tenía la experiencia suficiente en ese tema, ya que ambos eran vírgenes en ese momento.
Pero él, le había pedido ayuda en ese tema a dos personas de confianza para él, aunque esas personitas le habían preguntado ah qué se debía eso, no les dijo el motivo alguno, eso quedaría solo para él.
Fue así como el sabía que hacer en esos momentos, estaban disfrutando de este momento tan íntimo para los dos.
Te gusta bebé - cuestionaba agitado.
Si, amor, mmmm rico, aaaah mmm, más Sean.
Mmm, estás tan apretado y delicioso bebé, no quiero parar aún.
En la silenciosa noche solo se podía oír los gemidos de amor de ambos, así también los chapoteos del agua cuando sus pieles chocaban al compás de sus movimientos pélvicos.
Después de un tiempo de estar haciendo el amor y poniéndolo de diferente poses, no había necesidad de una cama para hacerlo de diferentes formas y disfrutar juntos un momento tan exquisito.
Te amo mi amor - susurraron ambos al momento que tuvieron su orgasmo, fue tan intenso que sentían todo su ser temblaba de la emoción, era así como se sentía ser uno solo, era así como se sentía el amor, estaban más que feliz en ese momento.
Ambos estaban sonrojados y se sentían tímidos, luego de terminar su larga sesión de amor y caricias, tenían sus frentes aún juntas, sonreían felices.
Se dieron otro par de besos más sin separarse aún, seguían abrazados.
Cómo te sientes amor - cuestiono el azabache abrazándolo fuerte.
Mmmm muy feliz amor - sonrió tímido abrazándose a su cuello.
Cuando sus respiraciones empezaron a calmarse, el azabache ayudo al castaño a lavarse.
Ambos se limpiaron y estuvieron entre besos, caricias y abrazos otro momento más, luego se cambiaron y el azabache tomo en sus brazos al castaño en estilo princesa.
El azabache buscaba la manera que nadie los viera, hasta que fue a dejarlo a escondidas hasta la tienda de campaña dónde dormiría con sus compañeros.
No quería soltarlo, no quería que se fuera de sus brazos, se sentía tan completo, que su corazón rebosaba de paz y alegría.
Que duermas bien bebé, mañana por la mañana te traeré un té, espero que pienses en mi, te amo - susurro suave y beso sus labios, luego lo puso de pie esperando que el entrara para irse de vuelta a su tienda de campaña.
Lo que el azabache no sabía era que con la persona que estaba pasando su momento más feliz aún era menor de edad, si el supiera quizás no lo abría tocado hasta que fuera mayor.
Quien sabe que le sucedería si Yizhou oh Ziteng, se llegarán a enterar, sin contar Fanxing y Haoxuan, lo perseguirían todos por quitarle la pureza a su leoncito.
Ya en su cama en la que compartía con tigre, el leoncito no podía dormir de la emoción, su corazón aún se sentía emocionado y acelerado por lo que había echo momentos atrás.
Sentía su rostro caliente y sonrojado de la timidez, había echo el amor con el hombre de su vida, sabía que su padre no se lo perdonaría por hacer tal acto antes del matrimonio, pero el realmente no quería casarse con el hijo del señor Cheng.
El había descubierto que amaba con todas sus fuerzas a Sean, lucharía por su amor y sabía que el azabache también lo haría no lo abandonaría por nada del mundo.
Aunque sentía su cuerpecito algo adolorido y no decir que su parte íntima dolía y ardía por las actividades recientes, pero su felicidad era aún más grande, no importaba, tendría que mantener esto en secreto de sus amigos.
Sabía que si ellos se daban cuenta, castigarían a Sean fuertemente, pensando en eso no se dio cuenta el lindo pucherito que formó en sus labios color cereza.
Al día siguiente cuando se despertó sentia su cuerpo como si le hubiera pasado por encima un gran batallón, se sentía desfallecer, su parte trasera íntima dolía a mares, sentía que sus caderas estaban rotas.
Se hizo el fuerte cuando se levantó, sus ojitos se llenaron de lágrimas del ardor y dolor que sentía en esos momentos, debía mantener sus emociones controladas cómo su mami le había enseñado.
Nadie podía darse cuenta de sus intimidades, tampoco quería meter en problemas a Sean, ya le debía mucho, le debía su vida por dos ocasiones consecutivas, a él no le gustaba estar en deuda con nadie.
Se levantó y caminó con un gran esfuerzo para no demostrar como andaba de ahí, no sabía que explicación daría.
A lo lejos pudo ver cómo sean venía hacia el con una linda sonrisa en sus labios y un vaso en sus manos, el se sonrojo al ver su rostro y recordar sus actividades la noche anterior.
WangYi - susurro suavemente su nombre, debía protegerlo, sino quería perderlo debía seguir tratándolo de igual manera - ten te traje este té, es bueno para bajar la inflamación y calmar los dolores, lo necesitarás - le guiño un ojito haciendo sonrojar aún más al castaño.
Gracias Sean - trato de responder sin nerviosismo.
Fueron a la mesa con los demás a desayunar, el té era muy bueno, tiempo después de tomarlo sintió gran mejoría.
Luego de un tiempo de descanso ellos fueron a su lugar de entrenamiento, debían seguir sus funciones, lo hicieron solo por un par de horas, deberían preparar todo porque en un par de horas ellos harían una emboscada en la parte oeste de su territorio.
Sus informantes, les habían dado las coordenadas y la estructuración de la tropa de los Zu al oeste de su nación.
Sean y WangYi, habían creado un plan maestro y así poder salir victoriosos en esta batalla.
Lo hicieron tal como lo planearon, los agarraron desprevenidos, en esos momentos las tropas de los Zu, estaban celebrando el cumpleaños de uno de sus líderes.
La misión salió bien, tal cuál estaba planeada, tuvieron bajas de nuevo, aunque salieron victoriosos, perdieron a otro del grupo, está vez habían perdido a He Yubin y otros cinco más soldados habían caído ante el enemigo.
Otro amigo más, que el castaño había visto morir, no pudo evitar que las lágrimas de sus ojos salieran como ríos.
Pudo ver la sonrisa de felicidad de Yubin cuando dijo sus últimas palabras.
Sub comandante gracias por todo, por cuidar de mi, no esté triste, que me reuniré con mi tío una vez me vaya de aquí - tomo su mano fuerte dando el último suspiro de vida.
Su corazón se rompió, no quería más muertes, no quería ver cómo sus compañeros perdían la vida.
Regresaron con un sabor agridulce en la boca, habían salido victoriosos pero perdieron parte de su gente.
Y como siempre los intactos ayudaron a los más heridos y los recogieron en carretas y caballos al igual a los caídos.
Al llegar a la base militar fueron a dar su informe, Dylan no está muy contento con todo lo que sucedía.
Durante todo este año jamás escucho un solo error de WangYi y Sean, aunque el la llevaba más contra WangYi, había algo en ese chico que le hacía hervir la sangre en rabia.
Debía de buscar la manera de deshacerse de él, había usado todas sus ideas y nada salía bien, al contrario el siempre sabía ganar las cosas a su manera.
La cremación de los cuerpos siempre era muy doloroso para todos.
Luego de esa nueva victoria, el castaño y el azabache fueron ascendidos de nuevo.
Está vez sería muy diferente, los habían separado, cada uno tendría un grupo a quien comandar, serían diferentes tácticas y forma de trabajar.
Por la noche volvían a verse en el mismo lugar, en las aguas termales cuando todos dormían, habían echo de ese lugar su nido de amor.
Estaban abrazados, sentados en una roca, viendo el cielo estrellado, Sean sentado en la roca y WangYi tenía su espalda sobre el pecho del azabache, mientras esté aferraba sus manos en su cintura.
El castaño suspiro profundo, rompiendo el silencio - Nos dieron como recompensar el ser generales de nuestro propio batallón - quedó en silencio de nuevo viendo el cielo - pero me preguntó quién los compensará a todos ellos que han dado su vida por su nación.
El azabache no supo que responder solo apretó un poco más su abrazo.
Cuando mamá estaba vivo y yo era pequeño, el siempre me decía que cuando una persona moría se iba para el cielo, pasa de ser una persona hacer una estrella en el cielo.
El sonrió dándole un beso en su mejilla, quedando de nuevo en silencio disfrutando de su compañía.
En otro lugar llegaba un soldado a informar al líder de los Liu, lo que había sucedido esa tarde con el escuadrón de los Zu.
Líder Liu Hai Kuan - se puso de rodillas ante él - Sean y WangYi, generales del ejército imperial Xiao, han derrotado a Sushe en el área oeste de la frontera.
Jajajaja - reía sacartico el líder Liu, se levantó de dónde se encontraba para sentarse bien en su trono - acaso el imperio Xiao, entrena a sus generales para convertirlos en fieras y máquinas para matar - grito molesto Hai Kuan.
Nadie respondió nada, todos a su alrededor se quedaron en silencio, le tenían miedo a su líder, luego de su padre el tomo el mando y era un hombre frío y despiadado.
Líder, no cree que dividir nuestras tropas es la causa de tantas muertes y que los Xiao nos estén venciendo - hablo molesto uno del consejo.
Que has dicho maldito - grito enojado con mucha rabia Hai Kuan.
Recuerde líder lo que su padre siempre decía, un lobo no puede matar una fiera, pero una manada de lobos puede hacer de su presa a esa fiera - recito con mucho orgullo, otro integrante del consejo.
Todos admiraban la valentía de estos hombres de enfrentar a su líder, todos tenían miedo hasta de respirar al estar cerca de él.
Hai Kuan observó detenidamente a todos, se recostó en su silla de nuevo.
Hace cientos de años que mi difunto padre fundó nuestra nación, la nación Liu, conforme pasa el tiempo, toda nuestra raza se extingue.
En aquellos tiempos de nuestros antepasados, nosotros los Liu tendríamos que haber llegado al otro del imperio y saber gobernar a todas las naciones, el territorio Xiao nos pertenece.
Si no fuera porque él difunto padre del emperador Darren, el señor Xiao Ming, nuestras tierras fueran más fuertes, pero el traicionó a mi padre y le quitó el ochenta por ciento de nuestro territorio.
Convirtiéndolo así en la nación Xiao, pero no peleamos solo por eso, debemos vengar la muerte de mi padre, Liu Feng, es por eso que exigo se entrenen bien nuestras tropas y conquistemos la nación que un día nos quitaron y así mismo quiero me traigan la cabeza de ese tal WangYi por ser una piedra en mi zapato.
Grito alterado y muy molesto el líder, como era posible que un simple mocoso, estuviera estorbando sus planes, había mandado investigarlo desde que escucho su nombre.
Ni siquiera la persona que tenía infiltrada podía quitar de su camino ese estorbo, acaso que tendría que ser el, que tendría que ir en persona para arrancarle la cabeza.
Hermano - le hablo suave y acariciando su brazo un bello jovencito que se caracterizaba por sus hoyuelos al sonreír - cálmate por favor - le sonrió.
Suspiro profundo haciéndole caso a su medio hermano, eran solo de padre, tenían diferente madre, pero siempre lo había protegido.
Hermano, ansió poder ser la emperatriz del imperio Xiao, así se nos haría más fácil recuperar nuestra nación - dio la idea el joven Zu Zhan Ji.
Liu Hai Kuan abrió sus ojos en sorpresa, eso no se lo esperaba, a pesar que era una excelente idea, el no pondría en riesgo la vida de su hermanito.
No, le prometí a papá y mamá que te protegería a toda costa hermanito - acaricio su rostro con amor.
Pero quiero ayudarte, no quiero que solo a ti te quede el cargo de todo esto hermano - hablo desanimado y con un puchero en sus labios el joven Zu.
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Un Guerrero Doncel
Historical FictionEn desacuerdo con el echo que su enfermo padre, al ser el único varón de la familia, deba cumplir con el mandato imperial de ir a la guerra. El joven Yibo, decide disfrazarse como soldado, con la ayuda de la vieja armadura de su padre e integrarse d...