Capítulo 6

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En un suave susurro en su mente le comento a su mami que está en el cielo, que hoy por primera vez sintió maripositas en su vientre, al igual que su mami cuando le comento como se sintió cuando se dieron su primer beso con su papi.

Una lágrima traicionera se deslizo por sus mejillas sin querer pero llevaba en sus labios una hermosa sonrisa e iba con todo a defender a su nación y así mismo también a su primer amor.

Parecía como si ese beso le hubiera dando el combustible necesario para impulsar aún más sus fuerzas y poder sacar toda la ira que no pudo con el mayor Dylan.

Cuando llegaron al lugar donde se estaba llevando a cabo la batalla todo fue un caos empezaron a pelear con sus espadas, aún en su caballo.

Hubo un momento en que ya no podía así y los tres se bajaron y era como si sus caballos entendieran el momento, porque se fueron hacia las caballerizas a esperar a sus dueños.

Sean, dio una sonrisa ladina al ver al dueño de su corazón que había regresado, eso lo había motivado aún más.

Una flecha hizo un pequeño rasguño en el rostro a Haoxuan, al ver eso WangYi, con un elegante movimiento le cortó la cabeza al soldado.

Por un momento se quedó observando a su alrededor y ese fue el momento exacto dónde vio como una espada era atravesada en la espalda de Jin Ling y lo observó de lejos con lágrimas en sus ojos.

Pudo escuchar el grito de dolor que dio su otro amigo Guocheng.

Hermano, hermano - gritaba fuerte queriendo llegar hacia el, pero una flecha lo hirió en un costado y cayó.

Ese día tuvieron muchas bajas, el enemigo al darse cuenta se fueron con una sonrisa en los labios.

Ante sus ojos había muerto su amigo, esa imagen no podía olvidar, al ver cómo se Hiba el enemigo corrieron ayudar al necesitado.

Lo más curioso fue que ni sus luces del comandante mayor Dylan, pero no tenía cabeza para eso en esos momentos, debían auxiliar a Guocheng lo más pronto posible.

Y así mismo a recoger el cuerpo inerte de Jin Ling, quitaron las placas de jade de los soldados caídos, luego por la noche el mismo ritual, lavar las plaquitas y cantarles en honor a los que dieron su vida defendiendo a su nación.

Esa noche Sean y WangYi no pudieron hablar solos ni aclarar nada sobre el beso que se habían dado, en medio de su dolor el castaño se alejo con los demás.

El azabache aún estaba pensativo sobre sus sentimientos y sobre como era que había sucedido esa emboscada, tampoco se acercó al castaño con tantas cosas en mente.

Al día siguiente no hubo entrenamiento, entre ellos mismos daban los primeros auxilios a sus compañeros.

Por la noche Sean y WangYi, se juntaron un momento para alimentar a Portador de luz y cazador de luna, ambos estaban en un cómodo silencio.

Portador de Luz - le susurro suavemente el castaño y al mismo tiempo acariciándolo - sabes ahora entiendo muchas cosas y el porque papá me dijo la última vez que estuvimos juntos, que en la guerra no se debían tener sentimientos.

Si bello caballo le acaricio su mejilla con su hocico, como si el entendiera lo que el otro le hablaba.

WangYi se sentía muy triste y su corazón dolía mucho, había Sido poco el tiempo que había podido compartir con Jin Ling, pero le había tomado un gran aprecio.

Era un muy buen amigo, por un momento se sentía culpable y sin fuerzas, porque su mente lo traicionaba, gritándole que quizás el comandante Wang Dylan, tenía razón.

Sería posible que eso no sucediera, si el no hubiera desobedecido esa orden, por más que Fanxing y Haoxuan, le habían dicho que el no tenía la culpa, su sensible corazón aún no aceptaba la perdida de su amigo.

El azabache por un momento, al lograr escuchar esas palabras, se quedó sin hacer ningún movimiento, pudo escuchar aún lo que el castaño le dijo muy despacito a su caballo, pero no dijo nada.

El tiempo pasó tan rápido, hacía un año ya desde que habían salido de su hogar y la guerra no cesaba, día tras días iban perdiendo más de sus hombres.

El trío de amigos se volvió aún más fuerte su hermandad, Haoxuan gano dos hermanos de corazón.

Los sentimientos entre Sean y WangYi, poco a poco iban creciendo aún más, pero ningún de los dos se había atrevido a dar un paso más allá ni tampoco habían vuelto a besarse luego de aquel fatal día donde perdió la vida su amigo.

Hoy era un día especial para WangYi, hoy cumplía 16 años, solo Fanxing lo sabía, habían quedado que entre ellos lo iban a celebrar, pero ya no pudieron por el fuerte entrenamiento que recibieron se sentían algo exhaustos.

Pero eso no era el caso del castaño, él como todas las noche a altas horas de la noche fue a las aguas termales a tomar un baño, ya que no lo hacía cuando iban los demás, por temor ah qué alguien más lo descubriera.

Pero hubo alguien que no le importo la hora también y se metió a bañarse, para su sorpresa encontró al hermoso doncel con su espalda desnuda y sumergido en el agua, lavando su blanquecino y suave cuerpo.

Sean sintió como una corriente viajaba por todo su cuerpo, llegando a la parte sur, dónde más se concentro, sintió su túnica apretarse en esa área.

Su boca se secó, hacía hasta lo imposible por poder tragar saliva pero no había poder humano que le permitiera tal acto.

Sus ojos estaban hipnotizados viendo semejante belleza como un cuento de hadas, de esos que su madre siempre le contaba.

Cómo si fuera en automático sin perder tal vista, de a poco se fue quitando prenda por prenda y caminando hacia donde se encontraba la llave que lo llevaría a tocar el cielo y visitar el paraíso por un momento.

Entro suave al agua, acercándose siligiosamente al castaño, este dio un brinco al sentir otra presencia, pero su respiración se entrecorto al reconocer quién era la persona que iba hacia él.

Dio un suspiro profundo y su cuerpo tembló como una hoja en el viento fuerte, al sentir como dos fuertes manos se envolvieron en su pequeña cintura.

Y cómo su blanca espalda quedó pegada al pecho duro y fuerte del nuevo intruso que estaba tan maldita mente caliente y delicioso.

Sintió como la lengua del azabache lamió parte de su cuello hasta llegar al lóbulo de su oreja y dio una suave mordida.

Causando que las esbeltas piernas del hermoso doncel se aguadaran que sino fuera porque él, le tenía su cintura fuerte hubiera caído al fondo de las aguas termales.

Sean - salió una suave y temblorosa voz de esos deliciosos labios rojizos y entre abiertos.

Mmmmm - gimió suavemente el azabache aún besando su cuello - WangYi - susurro con una voz ronca y profunda el azabache.

Sean - gimió suave el castaño, cerrando sus ojitos y dejándose llevar, dándole un poco más de acceso a su cuello al azabache.

El azabache paro sus besos y trago fuerte al escuchar como el castaño había gemido su nombre, lo cual causó que su pene se pusiera aún más duro que una roca y su espada.

WangYi, se que mereces mucho más que esto, que mereces estar en un palacio como un príncipe y disfrutando de este momento en un lugar mucho más adecuado, te mereces todo - dio otro beso en su cuello y sus grandes manos acariciaron suavemente la piel tan pecaminosa de sus caderas.

Pero la verdad que ya no soporto más - dijo el azabache suspirando muy profundo y acercando aún más su cuerpo a esa bella obra de arte, no había espacio alguno donde pudiera pasar la más mínima gota de agua que escurriera de sus rostros.

El castaño trago fuerte y chupo sus labios con su lengua dándoles una suave mordidita al sentir un gran bulto y duro que presionaba en la línea que dividía sus montículos curvados que parecían un melocotón recién cortado.

Duro y suave, pudo sentir como dentro de el había como un fuego que se estaba encendiendo y se esparcía como un río de lava por todo su cuerpo concentrándose en su lotito escondido.

Sintió como si un líquido salía de entre sus duraznos, algo en su paraíso escondido empezó a querer pulsar, como si necesitara que algo mucho más grande y grueso lo poseyera para sentirse lleno y satisfecho.

No quizo decir nada, tuvo un poco de miedo al saber la reacción del azabache si le comentaba lo que sentía, como si sintiera que el otro pensaría que estaba urgido por él.

Quizás si lo estaba pero no sé lo quería decir abiertamente.

Mira como me tienes - hablo roncamente el azabache dando una estocada en sus duraznos.

Aaaah - gimieron ambos al mismo tiempo al sentir algo delicioso.

WangYi por favor - suspiro profundo - déjame comerte en este momento, se que no es el lugar correcto, pero ya no puedo esperar más - le dio una pequeña mordida en su clavícula dejando una marca en él.

Quisiera poder hacerlo en un área donde todo mundo pudiera ver qué ese bello doncel le pertenecía solamente a él y nadie tenía porque verlo ni acercarse.

WangYi no soporto más y en un rápido movimiento se dio la vuelta y colocó sus manos en el fuerte pecho del azabache acariciándolo tiernamente.

Ambos se encontraron con sus miradas, sus ojitos brillaban más que las estrellas en el cielo, se podían ver hasta el alma en esos momentos, había deseo y amor.

El castaño se veía aún más hermoso que la diosa Venus, parecía una de esas muñequitas que tenía sus mejillas con un sutil sonrojó que lo hacía verse muy tentador y pecaminoso.

Todo aquel que pudiera verlo se sentiría tentado, era como un llamado al pecado, pero el azabache se sentía feliz al saber que solo el tenía esa oportunidad.

Sean - susurro suavemente el castaño cerrando sus ojitos y sus mejillas y orejitas se sonrojaron - hazme tuyo por favor - susurro causando una sonrisa ladina en el azabache.

Los ojos de Sean brillaron llenos de lujuria y lamió sus labios saboreándose al castaño.

Eres tan hermoso WangYi - dijo roncamente.

Coloco sus manos bajo sus muslos y elevó un poco al castaño haciendo que este enrollara sus esbeltas piernas en su cintura y colocará sus brazos en su cuello de una manera tan tierna e íntimamente quedaron aún más pegados el uno al otro.

Estás seguro de lo que dices bebé - le beso y mordisqueo su mandíbula bajando hasta su garganta en su manzana de Adán.

Si, solo - mordió su labio inferior queriendo retener un gemido que no pudo - por favor se cuidadoso, soy virgen - dijo tartamudeando y temblando por las emociones que las caricias y besos del azabache le provocaban.

Sean sonrió en medio de los besos que repartía entre la mandíbula, su cuello y clavícula - no te preocupes bebé seré muy cuidadoso contigo, haré que sientas tan delicioso, que pedirás más.

Y lo beso en sus labios luego de varios meses de no probarlos, no era que no quisiera hacerlo pero debía estar seguro de lo que sentía, no quería lastimarlo, no que alguien más se diera cuenta y le hicieran daño a su doncel.

Los besos y caricias subieron de intensidad, ambos parecían que se querían comer, parecían como si estuvieran en un desierto y esos besos eran el agua de varios días de sed.

Mmm - gemía entre besos el castaño y empezó hacer movimientos con su pelvis provocando aún más al azabache.

Bebé - susurraba entre gemidos y besos el azabache - no tientes mi cordura, no podré soportar más y debo prepararte - lo volvió a besar en sus labios, sacándole uno que otro gemido y suspiro, dándole pequeñas mordidas en sus labios.

Bajo una de sus grandes manos acariciando suavemente ese duro durazno que le provocaba se le hiciera agua la saliva de solo imaginarse el sabor tan exquisito que tendrían.

Los apretó delicadamente, luego soltó una mano y con la otra lo afianzó fuertemente, provocando que el castaño se pegará aún más a su cuerpo, parecían que no eran dos sino un solo cuerpo.

Con la mano suelta, busco suavemente el miembro del doncel y lo acaricio provocando un gemido tan delicioso en los labios de su bebé.

Caricias suaves de arriba hacia abajo le daba y besaba su clavícula dándole suaves mordidas, sintió como su bebé empezó a temblar y sus movimientos pélvicos se hicieron más erráticos.

Sintió como el castaño tomó sus labios con más fuerza en un beso lleno de mucha intensidad, tragándose un gemido algo fuerte en ese beso, sintió como su mano se llenaba de un líquido algo viscoso.

Supo que ese era el momento exacto, para poder prepararlo y así ser uno solo, su miembro dolía por añorar la calidez de las entrañas de su doncelito.

Bebé, relájate pro favor te voy a preparar - susurro y beso tiernamente sus labios.

Mmmmm - gimió con algo de dolor frunciendo su ceño, al sentir como la punta del dedo del azabache se abría paso en su lotito escondido.

Le decía así en su mente, porque su mami de esa manera lo llamaba cuando le hablo de ese tema que sintió avergonzado delante de él.

Sentía entre un ardor y dolor, algo incómodo al principio cuando el azabache lo preparaba, luego de un rato pudo sentir como entro otro y lo abría en forma de tijera.

Empezaba a acostumbrarse, pero a pesar de todo se sentía muy nervioso de solo recordar el tamaño y grosor del miembro del azabache.

Trago fuerte y sintió su rostro calentarse por sus pensamientos algo sucios, enterró su rostro en medio de cuello.

Un tercer dedo lo hizo temblar de placer, al sentir como la punta de las yemas de los dedos de Sean, rozaban su punto dulce dentro de él.

Luego de un tiempo sintiendo que ya estaba lo suficientemente preparado, saco sus dedos y tomo su miembro para acariciarlo y poder ingresar en él.




Un Guerrero DoncelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora