Media hora desde la mordida
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JongHo intentaba consolar a su novio, el mayor se encontraba en estado de pánico. El más alto no quería que se dañara a sí mismo, y aunque su brazo dolía, lo rodeó con ambos en un abrazo, atrayéndole a su pecho. YeoSang intentó modular algunas palabras, pero fué inútil, lo único que salía de su boca eran balbuceos inentendibles.
Los demás estaban en una situación cercana a la del castaño, YunHo se había dejado caer en el suelo, se encontraba sentado, con la vista fija en el suelo, jugando con sus propios dedos, siendo víctima de su propia ansiedad y miedo. SeongHwa había comenzado a llorar y abrazaba a HongJoong, aferrándose al chico, este mismo sólo podía rodearlo con sus brazos, en busca de consolarle un poco, aunque trataba de demostrar calma, en su rostro se notaba su preocupación y tristeza. WooYoung sostenía en sus brazos a Minying, el pequeño dormía plácidamente, ajeno a su entorno, sin notar que su cuidador comenzaba a soltar algunas lágrimas, San lloraba desconsoladamente, pero aún así, se acercó a su novio, para abrazarlo con fuerza.
-Chicos... Sé que no es una petición coherente, pero podrían acompañarme hasta que bueno... Ya saben- Pidió el menor, arrepintiéndose al ver a su novio, que había comenzado a calmarse, comenzar a temblar como el papel, aferrándose a su espalda -Lo siento, bebé- Murmuró en su oído, colocando sus manos en su espalda, para acariciarle en forma de arrullo.
-No es necesario que lo pidas, Jonggie, nadie te abandonará- Susurró YunHo, su voz tenía un tono amargo, tratando de sonar suave, como si le lastimara aceptar que en algún momento tendría que dejarlo solo, a fin de cuentas, JongHo era como su hermano menor.
-Lo sé... Sólo que... Lo siento si suena egoísta, pero no quiero pasar mis últimas horas con ustedes llorando- Los miró apenado.
Yeo se separó de su cuerpo, mirándolo sorprendido, hasta él se sorprendió de sí mismo. JongHo tenía problemas para comunicarse, y que lo hiciera en este momento, significó mucho para el mayor, él sabía lo mucho que se le dificulta y lo mucho que intenta mejorar.
-Sí... Está bien, Jonggie- Besó sus labios, sintiendo la sal de sus propias lágrimas. El menor le rodeó nuevamente con sus brazos, sonriendo levemente.
-Podemos jugar en el patio, a Minying le encantará el columpio, podemos hacer un picnic- Anunció YunHo sonriendo.
-Está bien... WooYoung y yo debemos darnos una ducha, huelo la sangre en la ropa de WooYoung desde aquí-.
El chico asintió repetidas veces, le entregó el bebé a YunHo, y caminó junto a San a buscar algo de ropa para él. HongJoong hizo lo mismo con SeongHwa, debía encontrar algo que no le quedara enorme. Mientras tanto, el resto salió fuera.
Luego de un baño, se unieron a los demás, que preparaban el lugar donde tendrían su picnic.
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Dos horas desde la mordida
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HongJoong vigilaba a JongHo de cerca, lo había estado haciendo desde la última hora, estaba más pálido, su tono cálido de siempre comenzaba a desaparecer, y el mayor sabía qué significaba eso, la infección comenzaba a hacer efecto, aún le quedaban unas horas de vida, pero la mordida haría su trabajo tarde o temprano.
San interrumpió al resto, aclarando su garganta y sonriendo maliciosamente -Woonnie está orgulloso de mostrar qué aprendió a decir- Anunció, y su sonrisa cambió a la de un cómplice. Todos dirigieron su atención al zombie, que se acomodó en el lugar y sonrió.
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𝑰 𝒎𝒊𝒔𝒔 𝒚𝒐𝒖, 𝒉𝒐𝒏𝒆𝒚
Random∆ Una pandemia de un nuevo virus, convierte a las personas dentro de Corea en zombies. Cinco amigos y el hijo de uno de ellos, aún con el dolor de las pérdidas, tratarán de sobrevivir hasta que los países vecinos manden su método de salida: Un helic...