Seonghwa tomaba la mano de Minying mientras ambos caminaban silenciosamente por el sendero, el pequeño Minying trotaba felizmente de un lado a otro, tirando de la mano de su padre.
-¡Vamos! ¡Quiero ver a papá!- Minying se quejó, mirando al mayor con ojos suplicantes.
-Lo siento, lo siento, no soy tan rápido como tú- Seonghwa le dijo con una sonrisa.
-No te preocupes, papá. Yo te llevo- Anunció el pequeño de forma infantil antes de comenzar a correr con el más alto riendo detrás.
Cuando llegaron al punto de encuentro, el resto de los chicos esperaban pacientemente por él y Minying. YunHo saludó a ambos con la mano y se acercó sonriendo hacia el pequeño.
-Hey, Minying, ¿cómo estás, pequeño flash?- Preguntó, conociendo el fanatismo del pequeño con dicho superhéroe.
-¡Estoy bien! ¡Papá me compró una nueva camiseta de flash, mira!- El pequeño gritó con su voz chillona, tironeando de su camiseta para mostrarla.
YunHo le dió una sonrisa y se arrodilló para "examinar" la camiseta de Minying. -Me gusta, me gusta. ¿Crees que al tío MinGi le gustará una de Spider-man?- YunHo miró de reojo al más alto y el pequeño soltó una pequeña risita.
-Pero tío Yun, ¡a tí te gusta Spider-man, no al tío MinGi!- Dijo entre risitas, YunHo le dió una mirada cómplice y se levantó mientras desordenaba su cabello, lo que recibió una pequeña queja al respecto departe del niño.
-¿Quiénes vienen?- Preguntó Seonghwa a MinGi, mientras YunHo comenzaba a correr con el niño.
-Todos, San y WooYoung no querían sacar a la bebé por mucho tiempo así que sólo estarán un rato- Explicó el más alto, mirando a su esposo correr con el niño en brazos.
-¿Aún está negado a tener un niño?- Preguntó de repente el mayor y MinGi asintió lentamente.
-Dijo que quería concentrarse en el negocio y que tal vez en unos años, pero con él nunca puedes saber- Susurró el, en ese momento, pelinegro.
El mayor asintió, indicando que comprendía la situación y dando por terminada la conversación. Pronto cuatro figuras más aparecieron a lo lejos y Seonghwa sonrió al escuchar los gritos de WooYoung para llamar su atención. Se giró y saludó de vuelta con la mano, sonriendo al ver a San con un cochecito de bebé por delante, Yeosang y JongHo de la mano y a Wooyoung, todos caminando hacia él, excepto por el de menor estatura que corría.
WooYoung lo abrazó apenas la distancia se lo permitió y Seonghwa sonrió divertido. -¿Me extrañaste, Wonnie?- Preguntó, esquivando un beso en la mejilla de parte del menor con cara de asco.
-El otro día lloró porque los extrañaba- Aclaró San cuando se detuvo junto a ambos. El mayor de todos se burló un poco con una risa nasal y miró divertido a WooYoung.
-Traidor- Se quejó el chico, dándole un suave empujón a su novio.
Yeosang se acercó para abrazar a SeongHwa por un momento y luego trotó hasta MinYing y YunHo, para ofrecerle un hi-5 al más pequeño.
-Woo y yo queremos volver temprano a casa, Yang-Mi está enferma- Comentó San con una pequeña sonrisa, inclinándose un poco sobre el coche de la bebé, SeongHwa asintió y llamó a todos para que lo sigan.
El camino por el sendero fue tranquilo, con algunas bromas y risas, MinYing iba caminando junto al pequeño cochecito y mirando a la pequeña bebé que se encontraba durmiendo, aveces preguntando sobre algo acerca del pequeño humano que según su memoria de niño pequeño, apareció un día de la nada en los brazos de su tío WooYoung.
Cuando llegaron, SeongHwa se inclinó y dejó el pequeño ramo de flores rojas que JongHo había traído en el florero, acomodando las flores con sumo cuidado y dejándoles agua como tenía la costumbre de hacer todas las semanas. Todos se quedaron en silencio por unos minutos, ya sea por respeto o por la tensión que se comenzó a formar en el aire. Todos miraban fijamente el nombre "Kim HongJoong" grabado en la lápida junto a las fechas de nacimiento y deceso justo debajo, sobre el recordatorio de quién era el maravilloso hombre que descansaba justo debajo de ese suelo.
-¿Alguien quiere empezar?- Preguntó suavemente SeongHwa, demasiado pacifico al respecto como para sonar real.
-¿Puedo?- WooYoung dió un paso adelante, mirando a Seonghwa y el mayor le dió una pequeña sonrisa junto con un asentimiento para que empezara.
-Desde que no estás con nosotros han pasado tantas cosas, supongo que los demás querrán contarte las suyas propias pero por mí parte y de San, hace un mes adoptamos a nuestra hija después de un año de espera, es preciosa, sé que te hubiera encantado verla jugar con MinYing como ya lo hace... Siempre fuiste una buena influencia para mí y aveces (solo a veces) extraño tus regaños, me ayudaban mucho a mejorar, seguir adelante y madurar en muchos aspectos. Espero que estés dónde estés, te sientas orgulloso de todos nosotros- Dió un paso atrás y se paró junto a San, el cual le rodeó la cintura con su brazo y dejó su mejilla contra su coronilla.
Sin decir nada, el siguiente en adelantarse fué MinGi, el cual se arrodilló y miró unos segundos al nombre en la lápida.
-Aveces sigo sin creer que ya no estás, y es aún más difícil de creer cuando miro a MinYing y veo el parentesco contigo. No estoy diciendo que MinYing es un idiota, ese eras tú- Soltó una pequeña risa, burlándose de su propio chiste. -Estoy agradecido de tenerlo, de tener a YunHo y de haber escuchado tus consejos sobre cómo decorar un negocio, créeme, YunHo tiene peor gusto que yo- YunHo le dió un leve empujón sonriendo. -No tengo mucho más para decir, Hong. Todos te extrañamos- Dicho esto, se levantó, se limpió las rodillas y caminó hasta YunHo que tomó su mano.
JongHo le dió un leve empujoncito a YeoSang y él caminó hasta quedar de frente a la lápida, soltó un suspiro y miró al suelo.
-Hyung, sabes que no soy bueno con las palabras, es difícil hablar de todo lo que pasó sin llorar... Tenías razón, JongHo es la mejor compañía que podría haber necesitado nunca, hace tres meses estamos comprometidos, nunca había sido más felíz en mí vida, aún así me entristece que no puedas disfrutarla con nosotros... Estoy seguro de que te hubiera divertido ver su cara roja, MinGi se rió de él por dos días- YeoSang sonrió divertido. -No sé que hubiera hecho sin tí en todos esos años, y aunque no entiendo el dolor que SeongHwa debe sentir, eras una figura a seguir cuando éramos adolescentes y te extraño demasiado... Te quiero hyung- Su cara se tornó de un suave rosa por la vergüenza y volvió al lado de JongHo rápidamente.
El único que quedaba era SeongHwa, el cuál ahora miraba a la lápida con la mente en blanco, su cabello perfectamente peinado se movía con el viento de la hermosa tarde, la misma tarde que hace tres años se convirtió en la peor de su vida. Soltó un suspiro y se arrodilló junto a la lápida, sus dedos rozando la piedra con cariño.
-Hong, desde el día que me dejaste fué todo más difícil, el dinero, el trabajo, criar a MinYing, la vida diaria incluso. No podía entrar al cuarto sin la esperanza de verte esperándome, y no sólo fué difícil para mí, MinYing tuvo muchos problemas desde que no estás, su apetito estaba deteriorándose y no dormía bien... Pero no te preocupes, él mejoró muchísimo- MinYing abrazo a su padre y el mayor sonrió, acariciando su cabello. -Tu sueño se cumplió, amor. Es igual a tí, ama pintar, incluso su ropa y escucha los miles de covers que hiciste para mí en nuestra adolescencia, es mí pequeño ángel...- Soltó una pequeña risa y sacudió la cabeza, girándose para mirar al pequeño. -¿Quieres decir algo para papá?- Se giró para mirar a MinYing y él asintió.
-¡Te amo papá Hong!- La tensión del ambiente se rompió por el tierno tono del pequeño y el grupo soltó una pequeña risa compartida.
-Bien, es hora de irnos- SeongHwa se levantó y acarició los castaños cabellos de su pequeño niño. El resto asintió y comenzó a caminar por el sendero de vuelta a la entrada/salida del cementerio.
MinYing corrió detrás de San y se agarró al cochecito, SeongHwa sonrió al oír a su hijo decirle al mayor que era "El guardián de Yang-Mi". Negó con la cabeza y se giró para mirar por última vez en el día la lápida de su esposo. Una sonrisa nostálgica se extendió por su cara y su mano rozó la piedra de nuevo.
-Te extraño, cariño-.
-𝕰𝖉𝖉𝖎𝖊𝕾𝖕𝖆𝖈𝖊
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𝑰 𝒎𝒊𝒔𝒔 𝒚𝒐𝒖, 𝒉𝒐𝒏𝒆𝒚
Rastgele∆ Una pandemia de un nuevo virus, convierte a las personas dentro de Corea en zombies. Cinco amigos y el hijo de uno de ellos, aún con el dolor de las pérdidas, tratarán de sobrevivir hasta que los países vecinos manden su método de salida: Un helic...