"¡Sí, que Messi se vaya de la selección!"
"Es un pecho frío, no lo pueden comparar nunca con Maradona" "Le está faltando el respeto a la camiseta" "Cayó Argentina y Messi anunció que deja la selección"~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~
-Ey boludo, ¡¿qué es esa mierda sobre qué pensás dejar la selección?!- dijo el Kun Agüero sin poder creerlo.
-Ya está Kun, ¿qué querés que haga? Estoy cansado de seguir intentando, simplemente no se me da.
-Vos sí que eres un pelotudo, hemos tenido una mala racha pero eres una pieza esencial en el equipo, no puedes irte así como así, vos no eres así Leo.
-Estoy cansado Kun, necesito estar solo un rato, por favor no me sigas.
Messi salió de la habitación mientras los demás jugadores lo miraron y él los evitó. Estaba cansado, ya no podía seguir más, se sintió un cobarde pero dentro de él creía que rendirse era lo correcto, de todos modos su propia gente lo quiere fuera y no los culpa, han perdido tantas veces que la fé que tenía en un inicio se ha ido.
Sin un rumbo fijo Leo empezó a caminar mientras las gotas de lluvia se colaron entre sus ropas y en lo más profundo de su ser, se sintió patético y decidió que para encontrar consuelo por lo menos un rato necesitaba tomar algo, es por eso que se detuvo en el primer bar que encontró y pidió lo más fuerte del lugar. Cuando la cabeza le empezó a dar vueltas y apenas pudo caminar decidió que ya era suficiente y salió de aquel lugar cómo pudo.
Las piernas le temblaban y el esfuerzo físico de los anteriores días le pasó factura, sin poder continuar terminó derrumbándose en el suelo del callejón de al lado, por lo menos ahí podría esconderse un rato sin que nadie lo encontrara o eso es lo que pensó cuando sintió un extraño humo de cigarro y se dió cuenta de que en realidad no era el único en ese lugar.
-¿Qué mirá bobo, qué mirá bobo? Anda pa allá- Messi le dijo a aquel joven con rulos que se encontraba fumando a su lado en la oscuridad.
-Ya ni aquí puedo estar a gusto caray- murmulló Memo mientras tiraba la colilla del cigarro al suelo y la pisaba.
El argentino lo miró extrañado y se estiró para intentar levantarse, pero su esfuerzo fue en vano porque se tambaleaba y volvió a caerse provocando que Ochoa quién iba saliendo se tropezara y cayera junto a él.
-Ey wey, ¿cuál es tu problema? lo hiciste a propósito, verdad?- escupió Ochoa con enojo.
-No pibe, ¿qué decís?, sólo quería levantarme para verte ya que me dí cuenta por tu acento que no eres de por aquí.
Leo no recibió respuesta del contrario por un par de segundos hasta que este lo tomó sorpresivamente del rostro y comenzó a examinarlo minuciosamente.
-Ey pará ¿qué intentas hacer? Dejá de tocarme boludo.
-¿Eres...Messi? Quiero decir, ¡¿Lionel Messi?!- Ochoa gritó incrédulo.
-Cállate boludo, es qué acaso querés que la prensa me encuentre aquí? Sí, mi nombre es ese, pero ¿tú quién sos? ¿acaso algún fan mío? no, eso no puede ser, en estos momentos ya no soy el ídolo de nadie.
-No hay necesidad de ser modesto Messi, y no, no soy ningún fan tuyo en realidad podría decirse que somos rivales pero no hace falta que te lo diga, sé que no soy muy importante o reconocido cómo tú pero es que acaso no bastó con tantos partidos que jugamos y aún así ¿no sabes quién soy?
-Primero, por favor no me llames Messi, es un poco incomódo que me llamen por mi apellido y no por mi nombre, y en segundo una disculpa cómo podrás darte cuenta estoy re copado y apenas puedo levantarme, por lo que es imposible que en este momento pueda reconocerte, andá dime quién sos.
-Ya me dí cuenta, hueles como el orto, es cómo dicen aquí ¿cierto?- Ochoa dijo burlándose.
Después de todo no es común que todos los días te encuentres a uno de los mejores jugadores del mundo ebrio y tirado en un callejón.
-Soy Guillermo Ochoa, portero de la selección mexicana y ahora la única persona seguramente de todo el mundo que ha visto al mísmisimo Lionel Messi pedo en un lugar como este, pero no te preocupes, guardaré tu pequeño secreto.- río Memo con malicia.
-Ah con que eres tú Memito, el arquero al que casi todos mis chicos se la han metido, quiero decir el balón, claro.- respondió Messi en el mismo tono burlesco que el contrario.
-Ni como defenderme, estás en lo correcto, en mi país se la pasan insultándome porque siempre fallo, creo que soy el peor portero de todo el mundo, ¿no? Jajaja- Ochoa se río de su propia desgracia.
Messi se quedó en silencio por algunos minutos pues temía haberse pasado por el alcohol que traía encima, pero después terminó hablando para no hacerlo más incómodo.
-Ey eso no es justo ricitos, tú intentas chantajearme por verme en este estado pero ahora me hacés sentir mal por lo que dije...a decir verdad ahora también mi propio país me odia, supongo que nuestro tiempo termina aquí ¿no?
-Me gustaría decir lo mismo pulguita pero a diferencia de ti aún mantengo un poco la fé, eso es lo ultimo que se pierde y dicen por ahí que no hay mal que dure más de 100 años, o al menos eso es lo que mi madre me decía, algún día seré el portero que México quiere y necesita.
- Vaya me gustaría ser así de optimista, me siento un cobarde completamente, decidí que ya no jugaré para mi selección, sólo los he llevado derrota tras derrota, supongo que no es para mí.
-Eh wey, ¡¿que hiciste qué?! No digas babosadas he escuchado que han tenido una mala racha pero ¿salirte tú? No tiene sentido, eres uno de los mejores jugadores del mundo, puede que haya gente que te esté criticando y diciendo que te vayas pero en serio les vas a hacer caso? Han perdido varias veces pero sólo son números, eso no te identifica como jugador wey.
-Sí bueno ya nada importa, estoy muy cans...
Acto seguido, Messi vomitó como nunca en su vida y aunque Ochoa se moría de asco también se compadeció un poco de él, pues pensándolo bien eran bastante parecidos.-¿Cómo te atreviste a tomar tanto idiota? ¿Es que acaso no tienes un poquito de amor propio? Encima ¿por qué te quedaste aquí? Si no hubiese estado aquí dudo que alguien te haya podido encontrar rápidamente.
Ey pulga, ¡¿me estás escuchando?¡-Sí, sí ricitos ¿podés callarte un poco?necesito dormir.
-Claro, cómo tú no estás cargando a un idiota irresponsable hasta puedes dormir tranquilo, ¿verdad? Pero esto te costará miles de favores Lionel. Ahora, dime ¿a dónde te llevo?
-Ten mi celular, sólo échale un tubazo al Dibu y dile que venga por mí.
-¿Estás seguro? También puedo llevarte, pero bueno...como mande el capitán.
Memo tomó el celular del contrario y buscó el número del arquero argentino, no le caía muy bien pero no tenía otra opción.
-Oh ¿qué onda Leo? ¿Sucede algo? Mi Emi está en la ducha, ¿quieres que le diga algo?- del otro lado de la línea se escuchaba una voz bastante conocida para Ochoa quién se quedó en shock.
Esa voz era de...Andrés Guardado el amor imposible que había tenido Ochoa desde que se unió a la selección. Pero ¿por qué contestaba él? era el celular del arquero argentino, estaba seguro. Antes de que se le salieran las lágrimas y dijera alguna tonteria decidió mejor colgar.
"Mi Emi" eran las palabras que atravesaron el pecho del arquero mexicano quién a pesar de que nunca se había confesado sentía que todo había terminado sin tener un inicio. Con esas palabras grabadas en su corazón para siempre, Ochoa decidió que era tiempo de dejarlo ir de una vez por todas.
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‧͙⁺˚*・༓☾𝙍𝙖𝙞𝙣 𝙊𝙛 𝘿𝙤𝙪𝙗𝙩𝙨☽༓・*˚⁺‧͙
FanfictionLionel Messi avergonzado y decepcionado de sí mismo por conducir al equipo argentino a perder una y otra vez. Un enjambre lleno de dudas sin un camino qué seguir. Memo Ochoa con el corazón destrozado por Andrés Guardado pero más enfocado que nunca...