—Hey Leo, mirá quién vino a visitarte. Un momento,estamos sedientos vamos a tomar un vaso de agua de tu cocina, gracias.
El Kun Agüero y Neymar entraron como si fuera su propia casa. Messi le había dado la contraseña de su cuarto porque eran mejores amigos, aunque este se arrepentía un poco por dársela. Ambos se sirvieron agua y fueron directamente a buscarlo a su habitación más no lo encontraron.
—Eh, ¿acaso ese boludo no está en casa?- preguntó en voz alta el Kun más todo lo que escuchó fue un vaso de vidrio rompiéndose contra el suelo.
Se apresuró a ver de dónde provenía el sonido pues temía que Ney se hubiera lastimado ya que era un poco descuidado. Pero al llegar a la sala que es dónde había ocurrido el accidente, tuvo una reacción similar a su amigo, el agua que había bebido recientemente la escupió inesperadamente quedándose en shock al ver aquella escena.
Messi y Ochoa que estaban tranquilamente durmiendo abrigados por el calor del contrario despertaron de golpe al escuchar esos extraños ruidos. Ambos también estaban en shock al ser descubiertos en esa posición tan melosa.
—Pelotudos ¡¿cuántas veces les he dicho que tienen que avisarme si van a venir?! Tengan un poco de decencia y por favor por lo menos toquen el timbre. ¿Y qué estás haciendo tú aquí Ney? ¿No deberías estar entrenando? ¿Sabes qué? No importa, sólo quédense aquí callados.
—Rici... quiero decir, ¡Memo! Acompañame un momento a mi habitación, ¿sí?Ochoa quién no había pronunciado palabra alguna asintió y fue arrastrado rápidamente a la habitación del contrario que se veía un poco apenado por la situación.
—Perdoname... ellos siempre vienen cuándo se les da la gana, debería cambiar la contraseña... bueno no importa,¿querés tomar una ducha? Puedes tomar mis cosas y alguna de mis ropas, no importa, relájate un poco en un segundo vuelvo.
Memo no tuvo oportunidad de poner alguna objeción, pues Leo salió corriendo de ahí al cerrar la puerta. Se sentía un poco incómodo y demasiado avergonzado que decidió aceptar la sugerencia del otro y tomar una ducha rápida.
Mientras tanto Leo regresó corriendo a la sala dónde sus amigos lo veían aún sorprendidos, y les dió un zape en la cabeza como regaño.
—Ustedes dos me lo pagarán muy caro tremendos hijos de...
—Che Leo, ¿ese acaso es Ochoa? ¿El arquero mexicano?- preguntó incrédulo Kun.
Leo suspiro vencido y asintió lentamente mientras se frotaba los ojos y se dejaba caer en el sillón.
—Vocês passaram a noite juntos? Eles estão namorando?! - preguntó Neymar en su idioma al estar tan alterado.
—Callense pelotudos, que los va a escuchar. No tengo porque darles explicaciones pero ya sé que no me dejarán de molestar hasta que diga algo. Simplemente diré que somos amigos cercanos, buenos amigos por el momento y eso es todo.
—¿Cuánto tiempo llevan saliendo? ¿Por qué nunca nos hablaste de él?- Ney ignoró todo lo que dijo Leo y lo bombardeó con más preguntas.
—Calma Ney, Leo nos explicará después, por el momento sólo salgamos y esperemos afuera.
Kun dijo mientras sacaba al contrario casi a patadas para que se tranquilizara.
—Eh Leo, date prisa vinimos aquí para llevarte al entrenamiento, seguro has subido unos kilitos después de estar encerrado aquí un mes y medio.- mencionó el Kun antes de salir rápidamente por la puerta.
Messi movió la cabeza en negación riéndose avergonzado. Decidió hacerle caso al Kun y regresó a su habitación para bañarse rápido. Cuando abrió la puerta encontró al de rulos con una toalla atada a la cintura quién se giro rápidamente intentando cubrirse.
—Perdón ricitos, debí tocar antes... Eh bueno... Voy a tomar una ducha rápida. P-por cierto, ¿querés ir hoy a verme entrenar?
—¿Justo ahora? Eh... sí claro pero tus amigos...
—N-no te preocupes por ellos, me aseguraré que nadie se acerque a molestarte.
—Vale entonces me vestiré rápido.
—Sí, no te preocupes, dejemos que esos boludos esperen un poco, se lo merecen.
Ambos rieron divertidos y avergonzados por la situación pero estaban felices de que todo siguiera ligeramente con el ambiente de la noche anterior.
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‧͙⁺˚*・༓☾𝙍𝙖𝙞𝙣 𝙊𝙛 𝘿𝙤𝙪𝙗𝙩𝙨☽༓・*˚⁺‧͙
FanfictionLionel Messi avergonzado y decepcionado de sí mismo por conducir al equipo argentino a perder una y otra vez. Un enjambre lleno de dudas sin un camino qué seguir. Memo Ochoa con el corazón destrozado por Andrés Guardado pero más enfocado que nunca...