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—Lo tuvimos en observación y por suerte no encontramos ningún órgano dañado. La herida al ser tan profunda tardará en sanar sin embargo ya no está en riesgo, detuvimos el sangrado. Estará en cuidados intensivos y la enfermera pasará cada día para limpiar la herida correctamente y evitar infecciones, eso es todo.

—¡Muchas gracias doctor! No sabe cuánto se lo agradecemos.

—No hay de qué. Podrá recibir visitas hasta mañana cuando esté instalado en su habitación. Hasta luego.

Los tres relacionados con Ochoa sonrieron de felicidad mientras se abrazaban entre lágrimas. Pasaron la tarde escuchando a Guardado quién contaba historias que había pasado con el arquero mexicano y aunque a Leo le dió un poco de envidia estaba feliz de poder saber un poco más de él.

El día terminó y aunque querían quedarse para ver a Memo, tendrían que esperar hasta mañana. Leo regresó a su hogar pero a pesar de estar acostado no pudo conciliar el sueño, cuándo la luz del sol entró por su ventana decidió levantarse pues las ganas de volver a ver al arquero eran mayores que cualquier cosa.

Se dirigió rápidamente al hospital en dónde encontró a Guardado y Dibu que habían llegado antes que él y por consecuente ya habían visto a Memo.

—Puedes entrar tú Leo, ahora está durmiendo así que no podrás hablar con él de momento.

—No importa, verlo es más que suficiente para mí.

Leo sonrió ansioso y con cuidado de no hacer ruido entró a la habitación dónde el arquero mexicano dormía plenamente.

Sin poder evitarlo al verlo de esa forma tan lastimado se culpó y comenzó a llorar de nuevo, tapándose la boca para evitar despertarlo con sus sollozos.

—Perdóname ricitos...- Leo murmuró mientras tomaba su mano delicadamente entre lágrimas.

Pasaron unos minutos mientras el delantero dejaba salir todo, no podía soportar lastimar a alguien tan importante y que lo amaba. Mientras él seguía culpandose, alguien apretó su mano débilmente mientras susurraba.

—"No llores que mira estás haciendo a Dios llorar.
Y sus lágrimas mojan tu cabello, del universo eres anhelo..."

—¡Ricitos! Perdón por despertarte, yo... perdón por todo de verdad, yo tengo la culpa de todo, lo siento.

—Cállate un poco pulguita, tú nunca me dejas dormir en paz- dijo riendo débilmente pues la herida aún le dolía.

—Tenés razón ricitos también perdóname por eso, sé que no lo merezco pero aún así por favor no me alejes de tu vida, no podría soportarlo.

—Que pulga tan molesta eres, deja de hablar y acuestáte a mi lado un rato.

Messi había pagado más para que Ochoa estuviera en un cuarto privado sin nadie que lo molestara, por eso la cama era un poco más grande que las otras, pues el precio contenía todas las comodidades.

—¿Estás seguro de esto ricitos? No quiero lastimarte.

—Sólo cállate Leo.

Leo dejó de hablar y se recostó al lado del arquero, ninguno decía nada y era un tanto incómodo para el 10 quién tenía muchas cosas qué decir, es por eso que para calmar sus ansias empezó a acariciar el cabello rizado que tanto le gustaba.

—Ey ricitos, tu cabello es muy suave, ¿qué shampoo usas?

—En México hay un shampoo para bebés llamado Ricitos de Oro, me gusta mucho.

—¿Ricitos de oro? Qué lindo nombre, te queda bien.

Ambos rieron y disfrutaron aquel momento que sabían que iba a perdurar en su memoria para siempre. 
Con esa calma se quedaron profundamente dormidos sin preocuparse por el pasado ni el futuro, sólo vivirían aquel presente que el universo había predestinado para ellos.

No tenía intención de publicar hoy pero quería pasar a desearles un lindo nuevo año con este pequeño capítulo, gracias por su apoyo siempre, significa mucho para mí. Les deseo lo mejor en todos sus planes que tengan, estoy segura que son personitas muy capaces que pueden conseguir todo lo que quieran, gracias por todo. 😿🌷
FELIZ AÑO NUEVO

‧͙⁺˚*・༓☾𝙍𝙖𝙞𝙣 𝙊𝙛 𝘿𝙤𝙪𝙗𝙩𝙨☽༓・*˚⁺‧͙Donde viven las historias. Descúbrelo ahora